La evolución de la sociedad no hubiese sido tan rápida ni provechosa sin los roles desempeñados por la mujer; el problema se ha presentado, sobre todo, cuando sus papeles en el hogar y fuera de él le han sido impuestos por visiones patriarcales o machistas.
Tiempo de lectura: 2 minutosEl siglo XXI es el de las conquistas de las mujeres. Aumenta la participación femenina en los espacios laboral, político, de la organización y lucha sociales, también en la empresa y en el desarrollo de las ciencias, investigación y cultura. La educación cada vez más cuenta con la participación de mujeres. Hay también pugna cotidiana de los movimientos feministas por cambiar una realidad de violencia minimizada y misoginia sufrida sin que importen condición social, ideología, raza u origen.
La evolución de la sociedad no hubiese sido tan rápida ni provechosa sin los roles desempeñados por la mujer; el problema se ha presentado, sobre todo, cuando sus papeles en el hogar y fuera de él le han sido impuestos por visiones patriarcales o machistas. La Política y la Historia tienen una deuda con visibilizar la importancia de la mujer en el devenir social. La mujer es también un eslabón imprescindible para el funcionamiento de la gran maquinaria del mercado, cada vez más coadyuva directa y permanentemente en la producción y el empleo.
El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Las Tesis, colectivo feminista chileno, realizó la performance El violador eres tú; es una expresión genuina, libre de códigos políticos o académicos, sencilla, apela a la música y al baile para transmitir su mensaje y sentimiento a miles de receptoras en Sudamérica y más allá del Atlántico y del Pacífico y de las barreras propias de distintas lenguas y culturas.
La situación de las mujeres cambia debido a que se expresan con indignación milenaria, sin libretos muy elaborados, creativa, espontánea y emotivamente, autoconvocadas exigen inclusión de género y que se las visibilice como personas con derechos que deben respetarse; rechazan la impunidad, reclaman contra la violencia y la inequidad, reivindican mayor participación. Su lucha dará frutos, estamos pues ante una cuestión esencial que define nuestros días. (O)
Texto original publicado en El Telégrafo
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