El principal argumento en contra de la eliminación del subsidio al diésel es que todo se iba a volver más caro, afectando principalmente a los hogares con ingresos más bajos. La pregunta clave es ¿cuánto más caro? Aunque determinar la subida exacta de los precios es prácticamente imposible, sí podemos determinar un rango aproximado de dicha subida calculando la cantidad de diésel que se necesita para producir y transportar los productos que consumimos regularmente. En esta entrada estimo la cantidad de diésel que se utiliza para producir cuatro alimentos de consumo habitual – banano, leche, papa y arroz- y para transportarlos al mercado mayorista más alejado. A partir de esta estimación, calculo el impacto que tendría la eliminación del subsidio al diésel en el precio de estos productos en el mercado mayorista y cuánto más se gastaría al mes en estos productos un consumidor típico.
Adicionalmente, y continuando con el tristemente famoso ejemplo del tractor que Leónidas Iza empleó en el diálogo con el Gobierno (minuto 28:45 en este enlace), y dado que muchos pequeños agricultores alquilan los servicios de un tractor para cultivar sus tierras, incluyo una estimación de cuánto debería incrementar el precio por hora de alquiler del tractor como consecuencia de la eliminación del subsidio al diésel.
¿Cuánto aumentarían los precios de estos cuatro productos? El incremento puede estar entre 1 centavo (en el caso de un litro de leche o de 1 kg de papa) hasta los 4 centavos (en el caso de 1 kg de arroz). Estos incrementos supondrían que el gasto mensual en estos cuatro productos de un consumidor típico aumente en US$ 0,35. Extrapolando de manera sencilla a una canasta compuesta por 28 productos, el costo mensual aumentaría en torno a los US$ 2 o US$ 3 ¿Cuánto aumentaría el costo de alquiler de un tractor? Aproximadamente debería subir en torno a los US$ 2,52 por hora (asumiendo un precio del diésel sin subsidio de US$ 2.3).
En mi análisis, primero estimo la cantidad de diésel utilizada de forma directa para producir un kilogramo o un litro del producto. A esto le añado los costos de transporte al mercado mayorista principal más alejado (Quito o Guayaquil). Considero cultivos y haciendas con una tecnificación media-alta ya que son las que utilizan más maquinaria y por lo tanto requieren más diésel. Con ello quiero tener en cuenta el escenario que más diésel consume para estimar un rango superior del incremento en los precios de estos productos. En mis cálculos, utilizo promedios de consumo de diésel y de producción. Los datos los he obtenido directamente de productores, intermediarios e ingenieros agrónomos. Considero productos que utilizan menos diésel por kilogramo producido (papa) y productos más intensivos en el uso de diésel (arroz). En el caso de pequeños productores que utilicen menos maquinaria, su consumo de diésel es menor, por lo que los incrementos en sus costos por kilogramo o litro producido también serán menores a los presentados a continuación.
Para los cálculos, utilizo un precio del galón de diésel con subsidio de US$ 1,04 y sin subsidio de US$ 2,3 (precio en octubre de 2019).
La Tabla 1 resume el costo del diésel necesario para producir y transportar 1 kilogramo o litro del producto con subsidio y sin subsidio, el incremento en el precio del producto, el nuevo precio mayorista, y el incremento porcentual. Los datos y supuestos que he utilizado para obtener estos resultados están detallados en la parte final de esta entrada.
¿CUÁNTO MÁS GASTARÍA AL MES EN ESTOS CUATRO PRODUCTOS UN CONSUMIDOR TÍPICO?
Teniendo en cuenta el consumo promedio mensual (Tabla 2), los costos por eliminar el subsidio al diésel se incrementarían aproximadamente entre US$ 0,02 (papa) y US$ 0,19 (arroz). El incremento en el gasto total en estos cuatro productos sería de US$ 0,35, representando un incremento del gasto promedio del 4,2%. Haciendo una extrapolación simple del incremento en el costo de esta mini canasta de 4 productos a una canasta de alimentos compuesta por 28 productos, el consumidor típico gastaría aproximadamente US$ 2,45 más al mes. El cálculo puede que no sea preciso, pero de nuevo, nos dará una idea de la magnitud del impacto en el gasto promedio mensual de un consumidor típico.
La primera columna de la Tabla 2 indica el consumo promedio mensual en cada uno de los cuatro alimentos de un consumidor típico. Las siguientes columnas muestran el gasto en los cuatro alimentos con subsidio al diésel y sin subsidio. Las dos últimas columnas presentan cuánto más gastaría el consumidor típico en cada uno de los productos, en US$ y en porcentaje. La última fila muestra el gasto total agregado y la diferencia en el gasto con subsidio y sin subsidio.
¿CUÁNTO AUMENTARÍA EL PRECIO POR ALQUILAR UN TRACTOR?
Para profundizar un poco más en el ejemplo del tractor, y dado que muchos pequeños agricultores en el país alquilan los servicios de un tractor para trabajar sus tierras, a continuación estimo cuánto afectaría la eliminación del subsidio al diésel al precio de alquiler de un tractor.
El consumo promedio de un tractor de 90 CV utilizando una rastra de 24 discos es de aproximadamente 2 galones de diésel por hora de trabajo, logrando arar una superficie de 0,5 hectáreas en una hora (es decir, utiliza 4 galones de diésel por hectárea).
El precio de alquiler de una hora de tractor en la Sierra oscila entre los US$ 15 y US$ 20. Este precio incluye el consumo de diésel, la amortización del tractor y la ganancia del dueño del tractor. Si el tractor utiliza aproximadamente 2 galones de diésel en una hora de trabajo, quiere decir que el costo del diésel empleado en una hora será de US$ 2,08 con subsidio y de US$ 4,6 sin subsidio. Por lo tanto, el costo por hora del tractor debería incrementarse en US$ 2,52, y los nuevos precios de alquiler del tractor por hora pasarían a estar entre US$ 17,52 y US$ 22,52 (asumiendo que el precio del diésel sin subsidio sube a US$ 2,3). La Tabla 3 resume estos resultados.
REFLEXIONES
El impacto sobre los precios de los alimentos como consecuencia de eliminar el subsidio al diésel sería mínimo y no afectaría en gran medida al gasto mensual que haría un consumidor típico. Mis cálculos, aunque son aproximados, nos permiten tener una idea del orden de magnitud del incremento de los precios en los productos que consumimos habitualmente. El incremento de los precios será de centavos por kilogramo o litro del producto y representarán subidas entre el 2% y el 8%, dependiendo del producto, del tipo de cultivo o hacienda y de los kilómetros que tenga que viajar el producto hasta su destino final. Por lo tanto, no hay lugar para generar miedos infundados ni hacer predicciones agoreras o erróneas como las que decían que la canasta básica podría incrementarse en magnitudes del orden del 80%, del 100% o incluso más. Los incrementos porcentuales serán incluso menores si consideramos los precios minoristas o en la tienda. Las fuertes subidas que se produjeron en algunos productos durante los 12 días del paro de octubre fueron consecuencia del desabastecimiento debido a los bloqueos y no por el incremento de costos al eliminar el subsidio al diésel.
En el caso de los alimentos es muy improbable que suban los precios más allá del incremento lógico por la subida del precio al diésel. Los argumentos principales son que existen muchos productores y que la vida de la mayoría de estos productos es reducida. Por ejemplo, la leche fresca solo puede durar aproximadamente una semana. Si un productor cobrara un precio excesivo, los consumidores pueden escoger comprar a otro productor, y al no vender, el productor tendrá que reducir el precio hasta valores razonables o el producto se echará a perder. Por lo tanto, la subida en el precio será lo más ajustada al verdadero incremento de los costos como consecuencia de eliminar el subsidio al diésel. El Gobierno, más que controlar los precios, tiene que garantizar el abastecimiento y que se genere verdadera competencia en los mercados de alimentos. Tampoco hay que olvidar que el hecho de estar en una economía dolarizada – y no poder imprimir nuestra propia moneda -, pone un fuerte freno a cualquier presión inflacionista.
En mi análisis no tengo en cuenta posibles mejoras de eficiencia que se pudieran producir al subir el precio del diésel y que pudieran reducir en parte la subida de los precios. Un diésel más caro puede llevar a ciertos productores a utilizar motores más eficientes que consuman menos diésel, o a desarrollar procesos productivos más eficientes que conlleven a menores consumos de diésel (por ejemplo, mejoras en el sistema de riego). Las posibles ganancias de eficiencia debido al alza del precio del diésel sería un aspecto positivo de la eliminación del subsidio.
No estoy estimando el incremento en el precio de toda la canasta básica, pero el aumento en el costo de la canasta no estará muy alejado de las magnitudes reportadas en este análisis. El proceso de ajuste de precios es más complicado e imposible de predecir. Sin embargo, el orden de magnitud del incremento del costo de la canasta básica o de la canasta vital estará en torno a las cifras reportadas en este análisis. Por ejemplo, en una canasta compuesta por 28 productos, el incremento en el costo mensual estará en torno a los US$ 2 o US$ 3.
El temor a que se incrementen los precios debido al incremento del costo de transporte no tiene justificación. Si bien llenar el tanque del camión sería más caro, hay que repartir ese incremento en el costo entre toda la carga transportada, lo que da lugar a subidas insignificantes de aproximadamente 1 centavo o menos por kilogramo o litro transportado, incluso en largas distancias, como puede ser de la Costa a la Sierra o viceversa. Este argumento es también extensible al incremento de los precios de los insumos. El incremento marginal que se produciría en el costo de los insumos como consecuencia del aumento en el costo de transporte hay que repartirlo también entre toda la cantidad producida con esos insumos.
Tampoco tiene ninguna lógica que se doble el costo de servicios que utilizan diésel como es el caso del alquiler de un tractor o el transporte de mercancías. El costo de estos servicios incluye además del costo del combustible, los costos de amortización del tractor o camión y el salario o ganancia del conductor o dueño del vehículo.
Una subida que sí podría tener más impacto en el presupuesto de los hogares de renta más baja es el incremento en el precio del transporte urbano a raíz de eliminar el subsidio al diésel. Por ejemplo, la subida de 10 centavos en el transporte urbano aprobada temporalmente en octubre puede suponer un gasto adicional al mes por persona de entre US$ 6 y US$ 18 para los usuarios frecuentes. En el caso de hogares de bajo ingreso representa un incremento de sus gastos significativo. El uso de tecnologías en el transporte, como pueden ser lectores de tarjeta de transporte en lugar de cobrar en efectivo, permitiría acceder a tarifas diferenciadas y podría ayudar a solucionar este problema.
Medidas como incrementar el Bono de Desarrollo Humano o su número de beneficiarios, o aumentar el salario básico podrían contribuir a paliar los efectos negativos de las subidas de precios. El aumento del Bono de Desarrollo Humano y su número de beneficiarios ya fue propuesto por el Gobierno a la vez que promulgó el Decreto 883 que liberalizaba el precio del diésel y de la gasolina extra. Se podría evaluar y discutir si la cuantía era suficiente. Otra medida complementaria o sustitutoria podría ser el aumento del salario básico.
Por último, no hay que olvidar que liberalizar el precio del diésel implica que el precio oscile de acuerdo al mercado internacional. El precio de US$ 2,3 por galón era el precio del mes de octubre. En el futuro ese precio puede ser mayor o menor.
Agradecimientos: Alcides Jaramillo, Cecilia Paredes, Johanna Andrango, Valeria Garcés, Jorge Ávila, Julio Acuña, Joaquín Chiriboga, Esteban Serrano, Rodrigo Gómez de la Torre y Bio Huerto Karintia han contribuido con la información necesaria para hacer los cálculos y estimaciones. También han contribuido con valiosos comentarios y discusiones que han ayudado a mejorar el artículo. Todos los posibles errores son de mi responsabilidad.
DATOS Y SUPUESTOS UTILIZADOS EN EL ANÁLISIS
BANANO
Grado de tecnificación del cultivo: medio-alto (banano de exportación).
Actividades que emplean diésel: utiliza el diésel para motores de riego.
Lugar de producción: Costa.
Producción
Consumo de diésel por hectárea: 225 galones.
Producción de banano por hectárea: 42.000 kg.
Consumo de diésel por kilogramo de banano producido: 0,005 galones de diésel por kilogramo.
Transporte
Consumo de diésel de un camión de 12.000 kg de capacidad desde Guayaquil a Quito (440 km): 75 galones.
Consumo de diésel por kilogramo de banano transportado: 0,006 galones de diésel por kilogramo.
Total consumo de diésel
Total de diésel utilizado por kilogramo de banano (producción y transporte): 0,011 galones de diésel por kilogramo.
La Tabla 4 presenta los costos totales del diésel utilizado para producir y transportar 1 kg de banano de la Costa a la Sierra con subsidio y sin subsidio, el incremento del precio en US$ por cada kilogramo de banano, el precio referencial del mayorista en Quito sin subsidio, el nuevo precio de mayorista al eliminar el subsidio al diésel, y cuánto representa el incremento del precio en porcentaje. En el caso del banano, el incremento del precio como consecuencia de eliminar el subsidio al diésel sería de US$ 0,014 por kilogramo de banano por lo que el nuevo precio referencial de mayorista pasaría de US$ 0.40 a US$ 0.414, lo que representa un incremento del 3,6% en el precio.
LECHE
Grado de tecnificación de la hacienda: medio-alto.
Actividades que emplean diésel: utiliza el diésel en tractores (arado, siembra, cosecha, alimentación) y otros usos (por ejemplo, en el generador eléctrico cuando no hay luz).
Lugar de producción: Sierra.
Producción
Consumo de diésel en un mes: 180 galones.
Producción de leche al mes: 30.000 litros.
Consumo de diésel por litro de leche producido: 0,006 galones de diésel por litro de leche.
Transporte
Dado que la leche se consume y se procesa en la proximidad de donde se produce, considero que el transporte se realiza desde la hacienda al centro de procesamiento en Quito. En mis cálculos asumo que la leche viaja 160 km en un tanquero refrigerado.
Consumo de diésel en un tanquero refrigerado de 5.000 litros de la hacienda ganadera a la fábrica en Quito (160 km): 4 galones de diésel.
Consumo de diésel por litro de leche transportado: 0,0008 galones de diésel por litro.
Total consumo de diésel
Total de diésel utilizado por litro de leche (producción y transporte): 0,0068 galones de diésel por litro.
La Tabla 5 muestra el impacto que tendría la eliminación del subsidio al diésel en el precio de un litro de leche. El incremento del precio, incluyendo el transporte, sería de US$ 0,009 por litro. Es decir, que el precio de referencia pasaría de US$ 0,42 a US$ 0,429, lo que supone un incremento del 2% del precio.
PAPA (variedad superchola)
Grado de tecnificación del cultivo: medio-alto.
Actividades que emplean diésel: utiliza el diésel en el tractor para actividades como la preparación del terreno, siembra, abonado, fumigación, tiller y aporque. En total emplea 30 horas de tractor para realizar estas actividades en 1 hectárea de terreno. Asumo que el tractor consume en promedio unos 2 galones de diésel por cada hora de trabajo.
Lugar de producción: Sierra.
Producción
Consumo de diésel por hectárea: 60 galones.
Producción de papa por hectárea: 20.000 kg.
Consumo de diésel por kilogramo de papa producido: 0,003 galones de diésel por kilogramo.
Transporte
Consumo de diésel de un camión de 12.000 kg de capacidad desde Machachi (uno de los principales mercados de papa en la Sierra) a Guayaquil, 370 km: 62 galones.
Consumo de diésel por kilogramo de papa transportado: 0,005 galones de diésel por kilogramo.
Total consumo de diésel
Total de diésel utilizado por kilogramo de papa (producción y transporte): 0,008 galones de diésel por kilogramo.
La eliminación del subsidio al diésel supondría un aumento en el precio de US$ 0,01 por kilogramo de papa, pasando de US$ 0,30 a US$ 0,31, lo que supone un incremento del 3.5% (Tabla 6).
ARROZ
Grado de tecnificación del cultivo: medio-alto.
Actividades que emplean diésel: utiliza el diésel en el tractor para actividades como la preparación del terreno (fangueado y nivelado), en el sistema de riego, en la cosechadora (asumo una cosechadora de 2,5 toneladas y que consume unos 4,4 galones de diésel por hora) y en el transporte del arroz a la piladora. En el caso del arroz, el consumo de diésel varía de una explotación a otra y depende también si el arroz es de secano (Los Ríos) o se riega por inundación (Guayas). Los datos obtenidos oscilan entre un consumo anual de 40 galones por hectárea y ciclo hasta los 140 galones. Asumo un consumo promedio por hectárea y ciclo de 90 galones de diésel.
Lugar de producción: Costa.
Producción
Consumo de diésel por hectárea: 90 galones.
Producción de arroz con cáscara por hectárea: 4.500 kg. Asumo que el 25% es cáscara, por lo que la producción de arroz sin cáscara es de 3.375 kg por hectárea (este es el dato que utilizo en mis cálculos).
Consumo de diésel por kilogramo de arroz sin cáscara: 0,027 galones de diésel por kilogramo.
Transporte
Consumo de diésel de un camión de 12.000 kg de capacidad desde Guayaquil a Quito (440 km): 75 galones.
Consumo de diésel por kilogramo de arroz transportado: 0,006 galones de diésel por kilogramo.
Total consumo de diésel
Total de diésel utilizado por kilogramo de arroz (producción y transporte): 0,033 galones de diésel por kilogramo.
Tal y como muestra la Tabla 7, el incremento por kilogramo de arroz sería de US$ 0,042 lo que supondría aproximadamente un incremento del 8%.
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