Algunos aerosoles, insecticidas, uno que otro limpiador, equipos de aire acondicionado y refrigeradoras que utilizamos en casa contienen Hidroclorofluorocarbonos (HFC). Estos son gases refrigerantes que resultan peligrosos al ser liberados a la atmósfera, ya que debilitan la capa de ozono que nos protege de la radiación UV.
Con el daño en la capa de ozono, los peligrosos rayos ultravioletas del sol tienen vía libre para caer a la superficie de la Tierra. Es por eso que algunos países en América Latina están más perjudicados que otros por el aumento en los niveles de radiación.
Pero, ¿cuál es el problema? Los aires acondicionados, refrigeradores o cámaras de frío no se utilizan correctamente, o bien no tienen un mantenimiento adecuado. Cualquier descuido puede provocar que estas máquinas liberen gases que contienen átomos de cloro. Puede ser que una sola nevera averiada no tenga impacto en la capa de ozono, pero si multiplicamos este problema alrededor del mundo, habría consecuencias.
Lo importante de esto es que los países trabajan en ello. En octubre del 2016, Ecuador ratificó las cinco enmiendas del tratado de Montreal, siendo la enmienda de Kigali la última en ser aprobada, la cual busca reducir el consumo y la producción de los hidrofluorocarbonos (HFC). La enmienda de Kigali entró en vigencia desde el 1° de enero de 2019.
Así como Ecuador, varios países a nivel internacional han tomado medidas pertinentes para la capa de ozono. Lo que sí no se ha efectuado, pese a que se ha tratado en estos consensos, es el tema de los gases contaminantes emitidos por los motores de gasolina, lo cual afecta de manera significativa a la capa de ozono. Este problema aún no ha sido erradicado por completo, tampoco los gases que emiten las fábricas.
Pese a los esfuerzos, sigue estando vigente el problema de la capa de ozono en el hemisferio sur. El seguimiento de la emisión de los gases que agotan el ozono estratosférico es esencial para evitar males mayores. Es evidente que esta afectación provoca un alto impacto en el calentamiento global del planeta. Los efectos pueden ser devastadores. Por ejemplo, La desaparición de muchas especies. Las especies están migrando de unas zonas a otras, lo que podría hacer que estas especies desaparezcan afectando el entorno biológico del planeta.
Otro de los más grandes efectos es el derretimiento del hielo, especialmente en los polos. El 31 de julio del 2019, Groenlandia perdió 11.000 millones de toneladas de hielo, el mayor registrado hasta el momento. Esto ha aumentado la probabilidad de eventos climáticos extremos, tsunamis, inundaciones e incluso varias ciudades costeras podían desaparecer por esta causa.
Ahora de seguro muchos se preguntarán ¿qué puedo hacer desde mi hogar? Pues, como ciudadanos de la Tierra tenemos la responsabilidad de adquirir nuevos hábitos que hagan que nuestra vida doméstica sea respetuosa con el entorno. Así también estaremos luchando contra el cambio climático.
Las empresas deben sumarse a la lucha y buscar alternativas. El método de refrigeración no ha variado mucho, existe otro tipo de construcción que puede mantener las temperaturas más frías. La tierra tiene una temperatura que oscila entre 8-20°C del mes más frío al más caluroso y esto puede reemplazar a los aires acondicionados en los sistemas de construcción.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
Aumento del salario: Cara o cruz
Grupos étnicos y facciones religiosas buscan el poder sirio
Con el décimo y otros bonos decembrinos, primero pague las deudas
Debates
Chancay: ventajas y desafíos