La llamada prefecta de Pichincha ha aplaudido en redes sociales al expresidente de Venezuela Hugo Chávez, al que calificó como un gran líder del continente. “Un día como hoy nació uno de los más grandes líderes de Nuestra América!! perfiló nuestros derroteros y seguiremos su ejemplo, más allá y en contra de la campaña difamatoria y de persecución que hoy nos hostiga! (sic)”
Nada tendría de extraño que una funcionaria pública expresara su afectos o desafectos por determinados líderes, que en realidad son personas con todas sus virtudes y defectos miserables ya sea Correa, Evo Morales, Daniel Ortega o el mismo Lula da Silva. Nada. Si no fuera porque por cada calle que uno cruza en la ciudad de Quito y en cada parte de país se encontrará con venezolanos intentado sobrevivir.
Ese es el derrotero que intentan imprimir en Ecuador los nostálgicos del poder absoluto, sin contrapesos. Convertir al país en una Venezuela tipo Foro de Sao Paulo, donde la gula de unos compense el hambre de millones. Ese es el país llamado Venezuela hecho por quien ahora llaman el más grande líder. Un país al que puedan llegar miles de personas invitadas por el Foro de Sao Paulo a degustar en lujosos hoteles lo que otros, los ciudadanos de ese país, ni siquiera pueden ver: comida.
Un país de galas fastuosas, como la posesión de la prefecta de Pichincha, en las que se gastan miles de miles de dólares para decir que piensan en los pobres.
Ahí está el gran líder de la América de los revolucionarios con dinero estatal y su sucesor, Nicolás Maduro. En ese Foro organizado con toda pompa en Caracas, en donde, por apoyar al chavismo, sus invitados subían fotos a las redes sociales de grandes banquetes para desmentir que en Venezuela hubiera hambre o una crisis humanitaria, cual influencers tipo Kardashian. La misera humana.
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