La victoria de Richard Carapaz en el 102º Giro d’Italia ha renovado la euforia colectiva nacional. Y no es para menos, el carchense se convirtió en uno de los dos latinoamericanos en ganar el Giro en toda la historia de la competencia, luego de pedalear 90 horas, 1 minuto y 47 segundos. Esta épica hazaña deportiva nos deja al menos siete lecciones que se asocian con “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”, el best seller de Stephen Covey:
Proactividad: para utilizar nuestros esfuerzos, principios y valores en el cumplimiento de un sueño; el triunfo del carchense ha sido un premio a su arduo trabajo, pensemos en la frase lapidaria de nuestro campeón cuando le preguntaron sobre el apoyo que ha recibido: “Pedir apoyo para el ciclismo en Ecuador era como gritarle a un sordo”.
Empezar con un fin en mente: para mantener un sentido en nuestra vida, un horizonte y las aspiraciones de alcanzarlos; cuando le preguntaron a Richard sobre su actitud en el Giro, el respondió que fue a ganar: “Ir con esa mentalidad fue importante, salí con la idea de ser campeón”.
Establecer primero lo primero: para dedicar tiempo y esfuerzos a lo verdaderamente importante, no a lo urgente, sin dispersarse; cuando en la etapa 14 le preguntaron cómo se sentía al portar la Maglia Rosa, Richard respondió “Trabajé muy duro y estoy cosechando lo que he sembrado”.
Pensar en ganar/ganar: para balancear nuestros objetivos y en el proceso apoyar en el cumplimiento de los objetivos de otras personas; cuando en la etapa 20 luego de trabajar como gregario de su compañero de equipo le preguntaron lo sucedido, Richard respondió “Trataba de que Mikel se pudiera quedar con la etapa y le ayude hasta último momento”.
Procurar primero comprender, y después ser comprendido: para tener esa capacidad de empatía, respetando y valorando a los demás; cuando le preguntaron a Richard sobre su rol en la competencia, supo indicar: “Cuando vinimos con Mikel sabíamos y estaba claro que él era el líder del equipo, y luego, ¿ves?, las cosas han venido así, como con un paso acelerado; tuve la oportunidad y la aproveché”.
Sinergizar: para valorar la diversidad y potencializar el trabajo en equipo; cuando le preguntaron sobre la clave de la victoria, Richard con humildad y reconociendo el esfuerzo de todo su equipo, como un gran líder, respondió “Usamos una estrategia bien planeada por el equipo”.
Afilar la sierra: para renovar nuestro espíritu, cuerpo y mente; cuando le preguntaron a nuestro flamante campeón del Giro d’Italia a quién dedicaba el triunfo, el carchense respondió claramente que lo que siempre lo reconforta y apoya es la familia, diciendo: “Este triunfo es mío, de mi familia; creo hacen parte solo ellos, mi esposa y mis dos hijos y mis padres”.
La victoria de Richard Carapaz, la Locomotora del Carchi, nos deja aprendizajes para la vida y nos demuestra lo grande que es nuestro campeón.
*Publicado originalmente en diario El Telégrafo
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