“La participación de la policía ha sido en el marco de la ley, de la Constitución, de los derechos humanos. La muerte está fuera del esquema de responsabilidad de la Policía Nacional. El accionar de la policía antes, durante y después se ha encajado en el procedimiento”, dijo el director general de la Policía Nacional del Perú, José Lavalle, citado por El Comercio de Lima.
El programa Cuarto Poder de ese país reveló imágenes del operativo liderado por la fiscalía y los agentes de la División de Alta Complejidad y cómo operaron dentro de la vivienda del exmandatario, antes de que decida dispararse en la cabeza y así evitar ser detenido.
Las imágenes muestran que el fiscal Henry Amenábar, miembro del Equipo Especial, se identificó ante la trabajadora Ana Verástegui a través del intercomunicador de la casa. “Para una diligencia fiscal, tiene que abrir la puerta, sí”, le dijo. En la mano llevaba la orden judicial de detención preliminar por el Caso Odebrecht contra García.
Minutos después, se ve en el video que una segunda trabajadora de la casa identificada como Elia Huamán, abre la puerta. Los policías y el fiscal ingresan.
A las 6 y 27 de la mañana, apareció Alan García parado en el descanso de la escalera hacia el segundo piso e intercambia palabras con el fiscal. El vídeo que presenta Cuarto Poder no tiene sonido pero se le observa calmado, manteniendo distancia de Amenábar y los policías. Según el testimonio del fiscal y los agentes, García preguntó a si tenía el documento y si se trataba de una orden judicial de prisión preliminar.
El video de Cuarto Poder revela que durante 23 segundos aproximadamente, Alan García se mostró colaborador con el fiscal y se agachó a hablar con él. Sin embargo, se nota un bulto en el bolsillo derecho del pantalón.
El expresidente gira hacia su derecha, se lleva a la mano al pecho, mirando hacia su habitación. Cuando empieza a subir los escalones, extrae del bolsillo derecho su revólver y sube las escaleras a tramos largos. El arma empuñada es visible solo en un segundo del vídeo, reseña El Comercio.
“Teniendo licencias para portar armas, había probabilidad alta que porte armas. Y si es objeto de detención siempre es un riesgo muy alto. La policía podría sospechar que era así. Ya después lo hemos evidenciado cuadro a cuadro, porque ha sido en unos segundos”, dijo Lavalle.
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