Cuenca celebra sus 198 años de independencia

sábado, noviembre 3, 2018

La obra, que será el mayor sistema de transporte público para la capital de la provincia andina de Azuay, se desarrolla con una inversión gubernamental de 272 millones de dólares

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Este sábado 3 de noviembre, en Cuenca se iniciaron los festejos cívico-religiosos por los 198 años de independencia de la ciudad con la misa de Acción de Gracias y la colocación de siete ofrendas florales en el monumento a Abdón Calderón.

El alcalde, Marcelo Cabrera, presidió los actos conmemorativos. La eucaristía empezó a las 08:00 con monseñor, Marco Pérez Caicedo, quien destacó el trabajo de la gente para engrandecer esta ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Las autoridades caminaron hasta el parque Calderón donde la Tercera División de Ejército Tarqui encabezó la colocación de las ofrendas. El desfile Cívico-Militar contó con la participación del Ejército y estudiantes de varios planteles educativos, a lo largo de la avenida Huayna Cápac.

El desfile de la Cuencanidad, por su parte, sirvió para mostrar las costumbres y tradiciones de los 21 parroquias rurales de la llamada Atenas del Ecuador.

A las 16:00 será la sesión solemne a la que asistirá el presidente de la República, Lenín Moreno y varios ministros de Estado. Según la Secretaría de Comunicación, Moreno intervendrá antes del cierre del evento, donde exaltará a la ciudad y expondrá las acciones que lleva adelante el Gobierno en beneficio de los ciudadanos de esa localidad, situada en el sur de Ecuador.

Entre estas, el apoyo para la terminación del proyecto Tranvía de los Cuatro Ríos de Cuenca, a cargo del gobierno municipal, “que ha tenido un período de ejecución prolongado por múltiples factores”, pero al momento registra un avance superior al 95%.

La obra, que será el mayor sistema de transporte público para la capital de la provincia andina de Azuay, se desarrolla con una inversión gubernamental de 272 millones de dólares.

Además, el Gobierno Nacional ha brindado apoyo a los propietarios de negocios ubicados en la zona de construcción del Tranvía, conocidos como “frentistas”, que se vieron afectados por la construcción.