La llegada de Florence, la amenaza más poderosa a Carolina del Norte y Carolina del Sur en tres décadas, obligó a las autoridades a evacuar más de un millón de personas en la costa del Atlántico de Estados Unidos. Florence, una tormenta de categoría 4 con vientos de 210 kilómetros por hora, tocaría tierra el viernes, probablemente el en sudeste de Carolina del Norte, en la frontera con Carolina del Sur, dijo el Centro Nacional de Huracanes en Miami.
“Esta tormenta no va a ser un golpe leve. Va a ser un golpe directo en nuestra costa”, dijo Jeff Byard, administrador asociado para respuesta y recuperación de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias. “Estamos planificando para una devastación”.
Afternoon view of category 4 Hurricane #Florence from @NOAA's GOES-East. pic.twitter.com/kDjh1AWtnA
— NASA SPoRT (@NASA_SPoRT) 11 de septiembre de 2018
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el martes declaraciones de emergencia para ambas Carolinas, una medida que libera fondos y recursos federales para responder a la tormenta.
La tormenta, de lento avance, estaba a unos 1.455 kilómetros al este-sudeste de Cape Fear, Carolina del Norte, a las 1500 GMT, según el Centro de Huracanes. Se prevé que la tormenta se fortalezca y provoque marejadas peligrosas en las costas de Carolina del Norte y del Sur.
“Esta aún es una tormenta muy peligrosa. Debemos tomarla muy seriamente”, dijo el gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, quien levantó una orden de evacuación previa para partes de tres condados costeros del sur del estado -Jasper, Beaufort y Colleton-, pero los mantuvo en la costa del norte y llamó a los residentes a salir de allí.
Florence podría llevar hasta entre 51 y 76 centímetros de lluvias en algunos lugares, con riesgo de inundaciones tierra adentro, según pronosticadores climáticos, que advirtieron que la tormenta podría permanecer durante días tras tocar tierra. Al menos otras 250 mil personas serían evacuadas el martes del norte de Outer Banks, en Carolina del Norte.
Florence presenta una doble amenaza, según explicó a The New York Times, J. Marshall Shepherd, meteorólogo y profesor de geografía de la Universidad de Georgia.
Primero, la costa enfrenta fuertes vientos y la marea de la tormenta que golpeará de manera directa. Pero tierra adentro, la probabilidad de serias inundaciones es alta si la tormenta se queda en el lugar por varios días, como se supone. “Los modelos sugieren algo parecido a lo que vimos con Harvey”, explica Shepherd, en alusión a las catastróficas inundaciones en Houston, el año pasado.
“Este es otro ejemplo de una tormenta de dos golpes”, dice. Y si bien la gente se prepara para los daños en la costa, subestiman la amenaza de inundaciones, opinó.
Florence, clasificado como un huracán de categoría 4 en la escala de cinco de Saffir-Simpson, es la tormenta más severa que amenaza a Estados Unidos continental este año. El año pasado, Estados Unidos fue afectado por varios huracanes poderosos, incluyendo al huracán María, que dejó cerca de 3.000 muertos en Puerto Rico, y el huracán Harvey, que dejó alrededor de 68 muertos y provocó daños por unos 1.250 millones de dólares con inundaciones catastróficas en Houston.
El Centro de Huracanes también dijo que el huracán Helene, actualmente a unos 2.495 kilómetros al sur-sudoeste de las Islas Azores, comenzará a debilitarse gradualmente el martes por la noche para convertirse en una tormenta tropical el jueves. Además, prevé que la tormenta Isaac tenga casi fuerza de huracán cuando pase por el centro de las Antillas Menores, para debilitarse un poco después el viernes.
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