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El volcán de Fuego y Kilauea, dos colosos que sorprenden y causan horror

Tamara Briceño
Universidad Técnica Particular de Loja
miércoles, junio 13, 2018
Los volcanes se forman en zonas tectónicamente activas. Y Ecuador es una de ellas. La población debe aprender a vivir con la naturaleza y no tratar de frenarla. El ser humano debe adaptarse a ella. Si quiere vivir cerca de un volcán debe hacer lo indicado por los parámetros de seguridad que las instituciones científicas tienen la obligación de generar.
Tiempo de lectura: 3 minutos

La fuerte erupción del volcán de Fuego en Guatemala (3763 msmn) que dejó más de 100 muertos y unas cuantas casas evacuadas coincide con la constante intensidad que ha tenido el Volcán Kilauea en Hawái (1247 msnm). Sin embargo, los eventos no se asocian el uno con el otro. Para entenderlo, es necesario explicar cómo se mueve y funciona cada volcán.

Las actividades de ambos volcanes son independientes y corresponden a procesos tectónicos distintos. El volcán hawaiano está en una erupción continúa arrojando material magmático o lava con una duración mucho más larga (de semanas a meses o años). Incluso, en las erupciones efusivas (Volcán Kilauea) tiene un periodo en el cual produce mayor actividad, sin expulsar columnas eruptivas hacia la atmósfera mayores que las generadas por las erupciones explosivas (del volcán de Fuego).

El coloso Volcán de Fuego puede producir columnas de ceniza y fuego hasta 10 a 20 kilómetros y tiene otros tipos de composición de lava (andesítica balsáltica), más viscosas, causando erupciones más explosivas. Por ello, el peligro. Los flujos piroclásticos pueden recorrer grandes distancias y convertirse en un riesgo para las poblaciones que habitan en las faldas del volcán.

Las instituciones monitorean los volcanes, pero aun cuando es menos complejo la predicción de la ocurrencia de una erupción comparado con la ocurrencia de un sismo, tampoco se puede saber con mucha antelación el momento exacto en que pueda ocurrir. El volcán de Fuego tiene 23 actividades reportadas desde el año 1900 al 2000, lo que significa una alta tasa de actividad. En cuanto al Kilauea, está científicamente en erupción desde 1982. El archipiélago de Hawái corresponde a lo que los geólogos denominan como hot spot o punto caliente.

La prevención es necesaria. Las poblaciones deben contar con un plan de contingencia, por ejemplo, el volcán Cotopaxi (5897) y el volcán Tungurahua (5023 msnm) son constantemente monitoreados. La Secretaria de Riesgos informa y brinda mapas de riesgos para señalar a la población un plan de evacuación ante cualquier actividad volcánica.

Cuando el magma comienza a llenar la cámara de los volcanes se generan vibraciones que son captadas por sensores de los institutos y más o menos se refiere a que existe una posible erupción. En cambio, si el volcán registra un historial de actividad lo que mejor puede hacer una comunidad es prevención. En primer lugar, las instituciones científicas deben colaborar y elaborar mapas de riesgo para conocer por dónde van los fluidos que salen del volcán y cuáles son las zonas que críticamente son más afectadas.

En el caso, del coloso de fuego en Guatemala, las imágenes de la NASA son sorprendentes, revelan claramente como los flujos piroclásticos tienen la tendencia preferencial de bajar por las vertientes o por los canales de ríos o quebradas.

En el país existen volcanes activos como el Cotopaxi, el Tungurahua o el Reventador que están actualmente en procesos eruptivos; además, existen más de 80 volcanes catalogados como activos, potencialmente activos y los inactivos. Son cuatro categorías.

La prevención es necesaria. Las poblaciones deben contar con un plan de contingencia, por ejemplo, el volcán Cotopaxi (5897) y el volcán Tungurahua (5023 msnm) son constantemente monitoreados. La Secretaria de Riesgos informa y brinda mapas de riesgos para señalar a la población un plan de evacuación ante cualquier actividad volcánica. Los mapas se elaboran por la actividad histórica del volcán y la geomorfología que presenta la zona.

Sin embargo, la mentalidad de los ecuatorianos hacia el peligro de los volcanes no es la correcta. Por ejemplo, en anteriores explosiones registradas por el volcán Tungurahua las personas han preferido perder la vida que abandonar sus tierras. Todo lo que arrojan los volcanes es muy rico en minerales razón por la cual, las zonas son fértiles.

Los volcanes se forman en zonas tectónicamente activas. Y Ecuador es una de ellas. La población debe aprender a vivir con la naturaleza y no tratar de frenarla. El ser humano debe adaptarse a ella. Si quiere vivir cerca de un volcán debe hacer lo indicado por los parámetros de seguridad que las instituciones científicas tienen la obligación de generar. Estudiar a la naturaleza para saber cómo es su comportamiento.

Las erupciones volcánicas no se pueden frenar, pero sí se puede realizar un plan para generar conciencia entre la población sobre la importancia de aprender a vivir entre amenazas de desastres naturales.

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