La explicación de Mark Zuckerberg deja mucho que desear. Su reacción tibia solo muestra que la comunidad creada con datos que comparten personas de todo el mundo es una ficción. La big data o inteligencia artificial fue puesta en duda. Las fake news, como la trama rusa, son la realidad. ¿Cómo puede una empresa dedicada a usar la privacidad de los usuarios para ganar millones garantizar la privacidad de los usuarios? No supieron garantizarla. Sus miles de millones de dólares salen de esa privacidad. ¿Cuál fue el error que pone a Facebook en el banquillo de los acusados tanto en Washington, Londres y Bruselas? ¿Por qué se permitió el uso de los datos de 50 millones de usuarios para hacer campaña sucia, primero con el Brexit y luego con la elección de Donald Trump?
“Tenemos la responsabilidad de proteger sus datos, y si no podemos, entonces no merecemos atenderlo -escribió Marck Zuckerberg-. He estado trabajando para comprender exactamente qué sucedió y cómo asegurarme de que esto no vuelva a suceder”.
The New York Times y The Guardian revelaron, el pasado fin de semana, que la firma Cambridge Analytica utilizó los datos de aproximadamente 50 millones de usuarios de Facebook para propagar anuncios políticos y campaña de desinformación para influir en los procesos políticos de los países.
“En 2013, un investigador de la Universidad de Cambridge llamado Aleksandr Kogan creó una aplicación de prueba de personalidad -escribió Zuckerberg-. Fue instalado por alrededor de 300.000 personas que compartieron sus datos y algunos de los datos de sus amigos. Dada la forma en que funcionaba nuestra plataforma en ese momento, significó que Kogan podía acceder a decenas de millones de datos de sus amigos”.
Zuckerberg reconoció que en 2015 los periodistas de The Guardian les alertaron que Kogan había compartido datos de su aplicación con Cambridge Analytica y como es contrario a sus políticas que los desarrolladores compartan datos sin el consentimiento de la gente prohibieron la aplicación de Kogan desde su plataforma y reclamaron a Kogan y Cambridge Analytica certificar formalmente que han borrado todos los datos adquiridos incorrectamente.
Y más de dos años después se ha enterado, gracias a The Guardian, The New York Times y Channel 4 que Cambridge Analytica pudo no haber eliminado los datos como lo había certificado. Un certificado fue suficiente para borrar toda sospecha, ningún proceso de comprobación cuando ya se hablaba de la trama rusa. ¿Cuándo se enteró realmente Zuckerberg de la filtración y abuso con los datos de sus usuarios.
Facebook, siempre se ha conocido, usa los datos de sus usuarios para vender anuncios segmentados que intentan influir en el comportamiento de las personas. Lo malo es que ahora, según escribió Hugo Rifkind en The New York Times, la mayor y más poderosa red social ha pasado de vender meros productos a vender política.
De ahí que la explicación de Zuckerberg resulte insatisfactoria. ¿Cómo Facebook va a reparar los daños causados si el Brexit es una realidad así como el ascenso de Donald Trump a la Casa Blanca? ¿Qué sistema de mediació e indemnización puede ofrecer? Hubo un juego con la confianza de sus usuarios.
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