Por donde se mire, el Acuerdo Multipartes firmado hace un año con la Unión Europea (UE) es provechoso para el Ecuador. Las estadísticas de Proecuador ubican el crecimiento de las exportaciones en un 13,29% solo a ese destino, lo que en -términos generales- representa un incremento de alrededor del 14% de todas las ventas.
El atún, los camarones, el cacao, los alimentos procesados, ciertos productos metalmecánicos y agroindustriales, entre otros, son bienes que han aprovechado la apertura del mercado europeo; también el banano, con una disminución del valor del arancel de 122 a 90 euros por tonelada.
Para nuestro país es vital exportar, por cuanto significa la llegada de divisas que son necesarias. Además esta actividad tiene que ver con la forma como nos mostramos al exterior, la manera como crecen y se hacen más competitivas nuestras empresas.
Aún es pronto para realizar una evaluación profunda de todos los beneficios económicos y sociales que conlleva el Acuerdo. En todo caso, motiva saber que la Unión Europea representa una conjunción de 28 países y 500 millones de habitantes, en promedio, que lo convierten en el mercado más atractivo que podamos llegar a tener.
Si examinamos el mercado interno, tenemos 16 millones de consumidores que han empezado a familiarizarse con excelentes productos que pueden adquirir a mejores precios. Por ejemplo, ahora hay más opciones para escoger en materia de vinos con la llegada de nuevos productos provenientes de España, Italia, Portugal a precios convenientes que compiten con los vinos chilenos y argentinos todavía dominantes en una proporción del 70% del mercado.
Con la reducción de aranceles, en un futuro cercano los consumidores también podrán comprar autos de calidad que entrarán a competir con los vehículos de otros países que se ofrecen en el mercado local. En este, igual que en los otros apartados, se trata de que los consumidores tengan mayores opciones.
La negociación de un tratado comercial empieza por la decisión de los países para alcanzarlo. Las mesas tienen que estar conformadas por comisionados de los exportadores, delegados de los importadores, expertos en temas de reconocimiento de potenciales productos, analistas en temas de propiedad intelectual, conocedores de las subpartidas arancelarias más sensibles.
Es bien conocida la historia del retraso en la firma del Acuerdo, el cual debió concretarse allá por el año 2009, cuando estuvo listo el convenio del que formábamos parte con Colombia y Perú. Pero era la época de bonanza económica gracias a los altos precios del petróleo y el gobierno consideró innecesario codearse con grandes socios comerciales.
La caída de los precios del petróleo, a partir del 2014, acentuó la crisis y recién ahí el gobierno del expresidente Rafael Correa decidió que era el momento de buscar acuerdos comerciales para impulsar las exportaciones. Así, el perjuicio ocasionado por el retraso es resultado de una errada lectura política y comercial por parte de anteriores autoridades.
Con la vigencia del Acuerdo Multipartes, el Ecuador mejoró notablemente en materia de apertura comercial. A esto se suman otras alianzas como las celebradas con El Salvador, Turquía y otros mercados. A todo esto, el levantamiento de las salvaguardias es una excelente señal para el mundo, al punto que por estos días se habla de la posibilidad de impulsar un acuerdo con Estados Unidos. Sin embargo la imposición de la tasa de 0,10 centavos a las importaciones, empaña en algo el proceso de apertura y la buena imagen externa que busca dar el país.
La negociación de un tratado comercial empieza por la decisión de los países para alcanzarlo. Asimismo, un proceso de esa naturaleza tiene que ver con muchos estudios técnicos. Las mesas tienen que estar conformadas por comisionados de los exportadores, delegados de los importadores, expertos en temas de reconocimiento de potenciales productos, analistas en temas de propiedad intelectual, conocedores de las subpartidas arancelarias más sensibles. En fin, expertos de distintas áreas que contribuyan con insumos suficientes para realizar una buena negociación.
Por ello es positivo el anuncio de que en los próximos días será designado un nuevo embajador en Estados Unidos. La diplomacia es fundamental, pero ante todo es importante tener un lineamiento claro y frontal del gobernante de turno. Caso contrario, tendremos una buena relación con Estados Unidos mas no se darán los pasos necesarios para buscar un acuerdo comercial.
En términos prácticos, a finales de este año se vence el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) con Estados Unidos. Ojalá que en los pocos días que restan del 2017 el régimen alcance a negociar una ampliación ya que ese mecanismo ampara un volumen de exportaciones que en 2016 representó $390 millones según la Comisión Internacional de Comercio de los Estados Unidos (Usitc, por sus siglas en inglés).
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