El viernes negro o Black Friday es una tradición nacida en Estados Unidos, el día que inaugura la temporada de compras navideñas con significativas rebajas en muchas tiendas minoristas y grandes almacenes. La idea se ha extendido por el resto de países del mundo, incluido Ecuador donde se promociona más el Cyber Monday, un día dedicado a las compras por Internet.
Es una temporada en la que en Ecuador, lamentablemente, se ve mucha publicidad engañosa, porque algunas tiendas tratan de aprovechar no para ofrecer descuentos a sus clientes, sino para salir de mercadería embodegada con falsas ofertas.
En el país solo hay unos dos o tres ejemplos exitosos de cadenas comerciales que supieron cómo aprovechar días como el viernes negro, con una marca de licor que ofrecieron a mitad de precios, con diferencia de centavos. En menos de dos días agotaron sus stocks. Había otros productos en oferta, pero no hubo demanda porque sus precios no eran muy conocidos y los clientes imaginaron que ahí no había una rebaja.
Y eso parte de un comportamiento de algunas tiendas en el país que sacan ofertas que no son ofertas. Generalmente lo que algunas tiendas hacen, semanas antes de fechas como el viernes negro, es quitar de las perchas algunos productos que no han tenido salida y la semana de las promociones las vuelven a poner en $100 con rebajas del 50%, pero puede ser el mismo producto que hace dos meses intentaron vender en $110.
El hecho de que los ecuatorianos tendamos a ser consumistas es muy aprovechado por esas tiendas con las ofertas del 2 x 1 o el segundo producto a mitad de precio. Eso tiende a confundir al consumidor que puede caer en una oferta que no es oferta.
Una forma de no dejarse llevar por las falsas promociones es primero saber qué vamos a comprar, luego informarse sobre las ofertas que existen y comparar el precio ofertado con el que estaba en percha hace algunos días en la competencia.
La mayoría de personas que esperan ofertas como las del viernes negro han investigado o tienen el registro de los precios de los productos que esperan comprar con descuentos.
En los productos tecnológicos hay que tener mayores precauciones, porque en estos días algunos almacenes se aprovechan para sacar en oferta productos que han estado embodegados hasta dos años y pueden resultar obsoletos.
En el comercio electrónico es más complicado engañar al consumidor porque puede comparar los precios en ese mismo momento al visitar otras páginas o portales web con productos similares, sin moverse de su escritorio.
En la actualidad, sin embargo, la mayoría de consumidores ecuatorianos está mucho más informado y poco se deja seducir por las ofertas. La mayoría de personas que esperan ofertas como las del viernes negro han investigado o tienen el registro de los precios de los productos que esperan comprar con descuentos.
Pero todavía queda también el otro tipo de consumidor que se deja atrapar, que se deja engañar con supuestas ofertas que van con el aviso: ¡Hasta agotar stock! Le advierte al potencial cliente que si no compra ahora otro se va a llevar ese producto.
Las empresas o tiendas que generalmente intentan engañar con promociones falsas son las que no tienen mucho tiempo en el mercado y lo hacen porque entre sus planes está cerrar, mudarse o cambiar de nombre a su negocio. Un cliente que es engañado una vez no vuelve.
Y esto ocurre porque en el país instancias como la Tribuna del Consumidor, la Defensoría del Pueblo o la misma Superintendencia de Control del Mercado no funcionan para ayudar e informar a los compradores sobre sus derechos en los meses de mayor consumo.
En noviembre de 2016, por ejemplo, las empresas vendieron $8.593 millones; de ese pastel Quito facturó $4.163 millones; Guayaquil, $2.297 millones, y Cuenca, $417 millones. Es un mes en el que las empresas tratan de potenciar al máximo las promociones…
Según las estadísticas del Servicio de Rentas Internas, noviembre es el segundo mes donde más ventas con IVA se registran en el país, especialmente en Quito, Guayaquil y Cuenca.
Las tres ciudades suman del 80% al 89% de todas las ventas con IVA de noviembre en todo el país. En los últimos cinco años, la facturación de las empresas formales durante ese mes ha oscilado entre los $8.000 y $9.000 millones.
En noviembre de 2016, por ejemplo, las empresas vendieron $8.593 millones; de ese pastel Quito facturó $4.163 millones; Guayaquil, $2.297 millones, y Cuenca, $417 millones. Es un mes en el que las empresas tratan de potenciar al máximo las promociones y sirve como un termómetro para agarrar el pulso de las ventas de diciembre que han llegado hasta los $14.000 millones del total de $100.000 millones en ventas anuales.
Noviembre y diciembre sirven también para medir el pulso de la economía. En noviembre de 2016, por ejemplo, hubo una caída de las ventas en comparación con noviembre de 2015. Y eso estuvo relacionado con la caída de los precios del petróleo, la subida del IVA del 12% al 14% por la Ley Solidaria…
En noviembre de 2014, cuando la economía todavía no entraba en crisis, las ventas alcanzaron los $10.126 millones. La proyección para este año es que las ventas aumenten entre un 6% y un 10%, sobre todo porque el IVA volvió al 12% y la economía está en una etapa de recuperación.
Según algunos estudios, de cada diez compradores solo dos se animan a reclamar porque el producto tuvo algún defecto, estaba caducado, era de mala calidad o no era lo que la tienda ofrecía. Y no reclaman muchas veces porque no están acostumbrados a guardar las facturas ni conocen la normativa legal.
De ahí que, mucho antes de noviembre, las instancias que deben velar por los derechos de los consumidores debieron haber convocado a los representantes de las grandes cadenas y de las agencias de publicidad para informarles cuáles son las normas que regulan y castigan la publicidad engañosa y abrir canales de denuncias.
Hay leyes que prohíben el engaño, el mal uso de una campaña publicitaria, pero aquí en el país no se aplica esa normativa y el consumidor tampoco está muy acostumbrado a reclamar.
Según algunos estudios, de cada diez compradores solo dos se animan a reclamar porque el producto tuvo algún defecto, estaba caducado, era de mala calidad o no era lo que la tienda ofrecía. Y no reclaman muchas veces porque no están acostumbrados a guardar las facturas ni conocen la normativa legal.
Noviembre es la antesala de las ventas en diciembre, el mes de mayores ventas y es clave para todas las empresas del país, por eso se multiplican las promociones, ofertas y descuentos que en Ecuador, años atrás, solo se veían en la televisión como una novedad de Estados Unidos, con filas de personas durmiendo fuera de los centros comerciales para aprovechar los descuentos.
Esa costumbre todavía no se ha arraigado en Ecuador, pese a que muchos almacenes quieren dar a entender que sí con las promociones que sacan. Ese viernes uno va los centros comerciales y, generalmente, las tiendas están vacías.
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