Con el fin de proteger a la industria nacional y equilibrar la balanza de pagos, afectada por la caída de los precios del petróleo, en 2015 el gobierno de Rafael Correa aplicó salvaguardias a 2.900 productos importados con sobretasas del 5% al 45%.
Con la medida las importaciones se redujeron, ese año, en $2.243 millones, 32% menos con respecto del 2014. Los productos importados más afectados fueron los contenidos en las partidas y subpartidas arancelarias de preparados de alimentos, prendas de vestir, frutas, impresoras, imprentas, televisores, calzado, muebles, juguetes, manufacturas de plástico, refrigeradoras y congelados.
Esta medida estaba prevista para dos años y fue desmontada el pasado abril con eso las salvaguardias volvieron al estado anterior a las medidas. En teoría, los precios de los productos liberados debieron haber bajado, pero esto aún no se siente en el bolsillo de los ciudadanos.
La imposición de las salvaguardias tuvo tres efectos: a) fue positiva para el emprendimiento y para algunos sectores de la industria local por la restricción de las importaciones que amenazaban con causar daño al comercio nacional, nuestra industria no estaba preparada para competir con productos importados. b) La dicotomía de colocar salvaguardas a productos nacionales con componentes importados por ejemplo la manufactura de bicicletas locales sin el componente importado de las llantas (las llantas tenían salvaguardas) lo que ocasiona subida de precios, c) al verse el comercio paralizado, este último, repercutió en forma negativa en el crédito. La banca quedó con una cantidad enorme de depósitos.
Hoy día es muy difícil que los artículos bajen de precio, pero es lo que debería ser tras el desmontaje. Lo cierto es que los empresarios no venderán a pérdida la mercancía obtenida durante las salvaguardas.
Las autoridades no han realizado un seguimiento y control con miras a proteger a los consumidores. Se debió dar un tiempo al comercio para trabajar con un inventario caro y ya hoy los productos tendrían que regir a otros precios.
La percepción de los ecuatorianos es que todo está costoso y no quieren comprar cosas que estaban caras hace un año. Entonces, ¿Cuál es el estatus de los precios tras el desmontaje de las salvaguardias? Si no se siente una reducción de los precios de los productos con barreras arancelarias, debería hacerse un análisis de la situación.
El actual ministro de Comercio Exterior, Pablo Campana, aseguró que se hallan en revisión 1.240 subpartidas arancelarias y dijo que se podrían colocar ciertos aranceles, salvaguardias, a algunos productos suntuarios y no a materias primas, ni bienes de capital.
El tema de las salvaguardias podría ser analizado de nuevo por el gobierno. La Cámara Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa mira a las salvaguardias como una medida de protección para la industria local, de unos 500 o 600 productos (1.500 partidas aproximadamente). Depende de las autoridades del país hacer un balance a todo nivel para preguntarse si resultó o no la medida.
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