Desde hace 20 años la Escuela Politécnica del Litoral ha planteado la necesidad de tener un escenario de desarrollo económico que se direccione en dos vías: una es la tradicional y otra es el valor agregado de la materia prima para exportación; es decir, se trata de una economía diferente. Dentro de eso se planteó la creación de un Parque Tecnológico, pero los gobiernos de turno de esa época estaban más interesados en usar la maquila como concepto. Es decir, llegaba al Ecuador contenedores con tela para que se confeccione la ropa que luego era vendida en el exterior, pero no se trabajó en conceptos direccionados a los parques tecnológicos, peor aún en la generación de productos. Entonces, al no existir apoyo gubernamental, esta idea no progresó.
Luego se cambió la temática y se propuso realizar Parques de Conocimiento, en donde se generan Centros de Investigación y se busca la sinergia con el sector privado. Sin embargo, a pesar de ser interesante, es un proyecto que toma demasiado tiempo plasmarlo y, claro, el gobierno expresó su interés de construir Zonas Especiales de Desarrollo Económico, ZEDE, similar a las Zonas Especiales Económicas, ZEE, de China, que son ecosistemas con ciertas ventajas aduaneras para importar, para exportar, ventajas tributarias y otros temas.
En ese sentido, se hizo una nueva propuesta y se planteó hace dos años continuar con el concepto del parque del conocimiento, que son los centros de investigación con una variante: acoplados a una Zona Especial de Desarrollo para el Litoral, por ello lo que se consiguió por parte del Ministerio de Industrias es el aval para crear la ZEDE del Litoral ecuatoriano, la misma que fue aprobada por el Consejo Sectorial de la Producción el 18 de abril de 2017.
Al hablar de innovación, la generación de nuevos productos y servicios es parte de una cadena que empieza en la investigación, en desarrollo e innovación; en donde la investigación y el desarrollo tienen como punto de partida a la universidad.
Este espacio está orientado a temas relacionados con la agroindustria, la acuacultura, a las industrias en sí, a lo farmacéutico enfocado particularmente en los kits, a la electrónica; utilizando como herramientas transversales la biotecnología, nanotecnología, las tecnologías de información y comunicación, entre otros.
Por ello, el concepto que se utilizó fue tener una ZEDE de transferencia de tecnología e innovación y una ZEDE industrial; entonces, al hablar de innovación, la generación de nuevos productos y servicios es parte de una cadena que empieza en la investigación, en desarrollo e innovación; en donde la investigación y el desarrollo tienen como punto de partida a la universidad. En este caso la ESPOL, y la innovación está dada por el sector productivo. Esto permitirá generar nuevos productos o servicios con miras a la exportación y buscar la competitividad. Ecuador es un país pequeño como para pensar solo en el consumo interno, ahí llega la idea de ser competitivo y exportar productos; para ello hay que innovar.
Por el lado del sector productivo se requieren empresarios que le apuesten a la innovación, a la competitividad, sean estos nacionales o extranjeros, que le apuesten a la exportación innovadora y sí hay. Hay gente que sí le apuesta a la biotecnología y todas sus aplicaciones.
Se han destinado 200 hectáreas en el Campus Gustavo Galindo en Guayaquil. Se trata de una Zona de Desarrollo Económico del Litoral para la ciudad y para la región; no se trata de un espacio para la ESPOL, pues interviene el sector productivo, el cual generará nuevas empresas y por ende, empleos; en donde además se integra la academia y el gobierno. De esta manera se tiene un ecosistema que incentive la innovación.
Por el lado del sector productivo se requieren empresarios que le apuesten a la innovación, a la competitividad, sean estos nacionales o extranjeros, que le apuesten a la exportación innovadora y sí hay. Un ejemplo de ello está en la agroindustria, en la elaboración de kits farmacéuticos, de hecho, una empresa que genera estos productos se instalará en la ZEDE. Hay gente que sí le apuesta a la biotecnología y todas sus aplicaciones. Está además el tema de informática y electrónica. No es un camino fácil, es un tema de generar este ecosistema, conseguir financiamiento; pero con esta primera aprobación ya se cuenta con la ZEDE, que es una carta de presentación que puede ofrecer las condiciones, los incentivos adecuados y una academia prestigiosa en el país –que lo ha logrado con años de construcción- para impulsar el tema. La única manera de innovar es haciendo investigación y qué más que hacerlo en conjunto entre la academia, el sector productivo y el gobierno.
En esa línea se han propuesto nuevas carreras que están a la vanguardia y es lo que demanda el mundo. Por ejemplo, el trabajo con células madre aplicadas a la biotecnología vegetal a escala mundial es fantástico; así como otros espacios relacionados con la inteligencia artificial, con el aprendizaje profundo de e-learning… todas esas cosas están en la infancia y tienen un impacto grande ¿qué será cuando se desarrollen? Existe un futuro impresionante y hay que saberlo aprovechar en un mercado internacional muy amplio.
Un nuevo proyecto apoyado por el BID
De hecho, esto es parte de otro proyecto más ambicioso que está pensado a mediano plazo, que también se lo está empujando desde la ESPOL y tiene que ver con la creación de la Zona de Innovación del Litoral Ecuatoriano, ZILE. En esta zona no hay una definición ni una reglamentación. Esto fue presentado al Banco Interamericano de Desarrollo, BID, que dio su aval y un fondo económico no reembolsable; es lo que se llama Cooperación Técnica para hacer una consultoría sobre un modelo de gestión de una Zona de Innovación. Un modelo que sea sustentable, en donde intervengan las universidades, el sector productivo y los gobiernos seccionales. Una vez que se realice el estudio, el objetivo es plantear un modelo de desarrollo de polos regionales en el país, en los que la innovación sea la base y estén liderados por la academia y por el sector productivo. Así, la idea es ampliar el concepto a un polo regional en el sur u otro en el centro del Ecuador.
Con todo esto, el fin es que el país entre en una etapa productiva, de innovación, en la generación de nuevas empresas, porque eso es lo que genera trabajo y ese es el motor del desarrollo económico y social de un país: generar trabajo de calidad.
Las experiencias internacionales
En Milán existe una empresa que ha invertido USD 200 millones y que se dedica a generar productos para la agricultura verde. La producción está manejada por una sola persona, pero en los laboratorios hay muchos profesionales altamente calificados trabajando en biotecnología, generando productos para agricultura verde. Su mercado está en África y en América Latina. En los próximos meses, los ejecutivos de la empresa visitarán Ecuador y se abrirá una oportunidad para que participen en el proyecto de la ZEDE del Litoral. El hecho de tener este espacio es interesante porque ya se les puede proponer hacer investigación en el país y que se difunda en América Latina.
En el país se ha conversado con algunas empresas y ya hay interesadas para formar parte de la ZEDE, entre ellas está una compañía que producirá reactivos para kits de diagnóstico médico. Existe otra empresa de tecnología de información y comunicaciones, así como empresas de la agroindustria.
Otro ejemplo es la fundación Mario Negri, ubicada en Italia, que trabaja con células madre para todo lo relacionado con productos farmacéuticos de cuarta generación. Por ejemplo, ahora trabajan en un proyecto de regeneración de riñones. Se trata de una investigación privada que se nutre de los fondos de los proyectos de investigación.
El mundo va aceleradamente. Entonces, el hecho de crear estos sistemas de investigación es un paso más hacia el futuro. En el país se ha conversado con algunas empresas y ya hay interesadas para formar parte de la ZEDE, entre ellas está una compañía que producirá reactivos para kits de diagnóstico médico. Existe otra empresa de tecnología de información y comunicaciones, así como empresas de la agroindustria.
Esta ZEDE tiene una gran ventaja competitiva. Está ubicada a 15 minutos del nuevo aeropuerto de Guayaquil y a media hora del Puerto Profundo de Posorja. Precisamente, al borde de esta Zona Especial de Desarrollo Económico pasará la autopista que va al nuevo aeropuerto…
Las expectativas son altas a futuro, una parte importante es conversar con los entes de financiamiento del gobierno para que faciliten los fondos para las empresas y los proyectos que se generen, porque todo esto funciona con financiamiento. Hay algunos incentivos contemplados en el Código de la Producción y hay cosas que se pueden negociar, dependiendo del tipo de empresas, pero hay temas de impuestos; además como es un recinto aduanero se puede importar y exportar.
Esta ZEDE tiene una gran ventaja competitiva. Está ubicada a 15 minutos del nuevo aeropuerto de Guayaquil y a media hora del Puerto Profundo de Posorja. Precisamente, al borde de esta Zona Especial de Desarrollo Económico pasará la autopista que va al nuevo aeropuerto; entonces ya se ha realizado el acercamiento con el Municipio para tener un acceso. Como parte de este proceso deriva en la exportación, se trata de una gran ventaja.
La otra ventaja es que los profesionales calificados de las empresas llegan a un entorno en donde el profesional puede quedarse a trabajar. Tiene un servicio integrado.
La Escuela Politécnica del Litoral
La ESPOL empezó en 1959 como una universidad de docencia en ingenierías y desde hace más de una década avanza hacia una universidad de docencia con investigación con enfoque en innovación para el desarrollo. Este giro de ESPOL coincide con la nueva estrategia de desarrollo, que el país inicia desde el 2008.
Los grandes hitos en este camino hacia la investigación e innovación para el desarrollo son tres: la creación de siete centros de investigación que integran el Parque del Conocimiento, la creación de una ZEDE en el Campus de ESPOL, la integración de estas capacidades en una Zona de Innovación para el Litoral Ecuatoriano.
La ESPOL tiene siete centros institucionales de investigación en operación, que cuentan con investigadores Ph.D., dos centros tienen ya su infraestructura y equipamiento. Existe también el terreno habilitado para la construcción de los cinco centros restantes, así como los estudios arquitectónicos, estructurales…
Las capacidades construidas e integradas en ESPOL representan un activo en marcha, cuidadosamente diseñado y probado, listo para que el Estado y la sociedad lo asuman y potencien como una plataforma para las metas de I+D+i en la región Litoral y en el país.
La ESPOL tiene siete centros institucionales de investigación en operación, que cuentan con investigadores Ph.D., dos centros tienen ya su infraestructura y equipamiento. Existe también el terreno habilitado para la construcción de los cinco centros restantes, así como los estudios arquitectónicos, estructurales, eléctricos y otros para su construcción; existen los estudios para su equipamiento y existen los estudios de impacto ambiental y de los costos de operación del parque del conocimiento en su conjunto.
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