Geográficamente Siria siempre ha sido un sitio estratégico, por el hecho de que tiene acceso al mar Mediterráneo. Eso es muy importante porque ha marcado el tipo de relaciones con otros países como Rusia, que no tiene mucho acceso al mar, de ahí su relación bastante cercana.
PARA ENTENDER EL CONFLICTO. Durante la época del Imperio Otomano, lo que es conocido actualmente como Siria era una provincia más de ese reino. En la Primera Guerra Mundial, a comienzos del siglo XX, este Imperio se involucró en el conflicto de las Potencias Centrales contra Francia, Inglaterra, Estados Unidos y Rusia.
Durante esa guerra los ingleses y franceses iniciaron diálogos con los “sirios” e “iraquíes” (recordemos que en esa época no existía Siria ni Iraq) para convencerles de que se unan a la guerra contra los otomanos y parte de la negociación fue entregarles un país independiente, una Panarabia.
Así fue como los árabes comenzaron a pelar del lado de Francia e Inglaterra en la Primera Guerra Mundial, con la esperanza de, al final, tener su país independiente.
La Primera Guerra Mundial llegó a su fin con el triunfo de los aliados y el Imperio Otomano fue dividido, pero en lugar de crear una Panarabia los franceses e ingleses dividieron el Medio Oriente. Lo que ahora es Siria quedó bajo influencia francesa y lo que ahora es Iraq permaneció bajo influencia británica.
Esa es una de las causas de la desconfianza contra Occidente de los grupos extremistas actuales como Al Qaeda, pero especialmente ISIS (Estado Islámico). Parte de su discurso de odio contra Occidente se basa en que nunca cumplió su promesa de ayudar a crear ese panarabismo, esa Arabia unida. Esa ha sido una de las principales justificaciones de ISIS en su guerra para crear un nuevo califato, un nuevo gobierno panarábico.
ESAS SON LAS RAÍCES. Si vamos a la época moderna. En Siria tuvo mucha influencia un partido en particular, el Baath (Partido del Renacimiento Árabe Socialista), el cual fue establecido a finales de los años cuarenta. El mismo partido de Sadam Hussein en Iraq.
Es como el Partido Comunista que tiene sus extensiones: el Partido Comunista Ecuatoriano, el Partido Comunista Chino, son diferentes pero con ideas similares. Lo mismo pasa con el Baath. Su idea principal fue construir la Panarabia, una sola región liderada por árabes para árabes. Cabe resaltar que los miembros del partido Baath buscaban un estado laico.
Con este discurso llegó al poder Hafez el Asad en los años setenta y en lugar de impulsar o desarrollar una República o Democracia terminó construyendo una pseudo democracia con altos tintes autoritarios. Como menciona el autor William Polk, Eel lema en Siria, primero con Hafez y luego con Bachar al Asad, ha sido siempre (en términos muy coloquiales): Si te metes conmigo te destruyo, si no te metes conmigo, ayudaré a que el pueblo prospere.
Dicho lema ha sido la esencia de la política en Siria. Ha sido la forma de los Asad para lidiar con sus enemigos o con los grupos opositores. Y podían llegar a ser bastante violentos cuando tenían que reprimir, si había algún levantamiento popular, pero si no había nada contra el gobierno dejaban en paz a la gente.
Así gobernó Hafez al Assad hasta el año 2000, hasta su muerte. Cuando él murió le sucedió en el poder Bachar al Assad, su segundo hijo. Y llegó con elecciones supuestamente libres, en las que ganó con el 97% de votos. No se sabe qué tan limpias fueron y hay sospechas de que hubo fraude, porque si bien supuestamente todo el mundo amaba a los Asad, y tal vez había parte de la población que sí, pero ¿todos?
ESAS SON LAS BASES DEL ACTUAL CONFLICTO. No se puede decir que por esas elecciones Siria haya podido vivir con Bachar al Asad una democracia plena, con libertad de expresión asegurada, porque el lema de los Asad seguía siendo básicamente el mismo: Si te metes conmigo, no te va a ir bien.
En 2010 comenzó a aparecer la raíz del conflicto como se lo conoce actualmente. En los años precedentes, Siria había sufrido muchas épocas de escasez y sequía, porque como está ubicado cerca del desierto fue víctima de una serie de vientos y tormentas de arena fuertes, que afectaron gravemente al sector agrícola. Eso provocó hambruna y el resentimiento de mucha gente porque sentía que el Gobierno no le ayudaba. A esta situación económica había que agregarle el componente de la Primavera Árabe.
La gente, inspirada en la Primavera Árabe, comenzó a rebelarse contra el régimen. Los sirios empezaron con protestas bastante pacíficas por la falta de apoyo al sector agrícola, pidiendo más ayuda para los sectores golpeados por las tormentas de arena. A Bachar al Asad, por supuesto, eso no le gustó nada.
La reacción del régimen fue una represión absolutamente radical. Hubo asesinatos, encarcelamientos y una espiral de violencia que parecía incontenible, porque si bien la represión se multiplicó, también se multiplicaba el resentimiento contra el Gobierno.
Lo que empezó como una necesidad de la gente de expresar su malestar por la situación económica se volvió en la razón de una guerra del gobierno contra su población. Las protestas, sin embargo, fueron en aumento hasta el punto de que parte de la población se armó para formar el Frente de Liberación de Siria.
Ahora, en Siria históricamente existieron ciertos grupos armados que estaban en contra del régimen; grupos yihadistas, extremistas, (…) y tanto Al Asad como su papá los habían encarcelado.
En medio de las protestas, Al Asad, en una movida maquiavélica, liberó a prisioneros acusados de formar parte de esos grupos radicales, con un pasado turbio en materia de Derechos Humanos, con la intención de darle ese tinte radical a los rebeldes alzados en armas y así minar el apoyo de la gente.
Al Asad con eso buscó deslegitimar su causa. Y en medio de todo este conflicto entraron en escena los kurdos, que tenían su enclave en el noreste de Siria.
Los kurdos han sido básicamente una nación sin Estado y se encuentran entre Turquía, Siria e Iraq. Entre ellos hay diferentes grupos radicales que siempre han buscado su independencia con el fin de tener su Kurdistán. Ellos aprovecharon la inestabilidad generada en Siria para tratar de separarse y tener su propio territorio. Es otra facción más que hace más complejo el conflicto sirio.
Pero después se suman dos facciones a ese rompecabezas que son muy importantes. La una es Jabhat al-Nusra, una célula de Al Qaeda en Siria. Ellos también trataron de aprovechar esa espiral de violencia para intentar sacar adelante su propia agenda.
Y aquí es donde todo se hace complicado, porque la violencia en Siria era provocada por diferentes bandos, pero cada bando y cada individuo con diferentes ideas, metas y fines. Las facciones estaban compuestas por muchas personas con diferentes ideologías.
Ahí tenemos a Al Asad por un lado; a los rebeldes por otro, además de los yihadistas que se unieron a los rebeldes y no eran queridos por todos los rebeldes por su radicalismo. Por otro lado estaban los kurdos, por otro Jabhat al-Nusra y después llegó otro grupo, el más violento, ISIS o Estado Islámico, que primero fue parte de Al Qaeda hasta que en 2014 se separó totalmente para formar su propia organización.
¿Por qué ISIS? Porque primero fue Estado Islámico de Iraq y Siria (por las siglas en inglés), luego Estado Islámico de Iraq y el Levante. Ha ido cambiando porque cada vez buscaba esparcirse más, hasta que hoy es solo Estado Islámico.
ISIS comenzó por capturar ciertas ciudades del noreste de Siria con la idea de establecer finalmente el Estado Islámico. Es decir, lo que comenzó con un conflicto interno por la situación económica, de escasez de alimentos y hambruna, terminó por convertirse en un conflicto geopolítico.
¿Por qué? Porque por un lado estaban Irán y Rusia apoyando a Al Asad para acabar con los rebeldes y con ISIS y por otro lado estaban los estados del Golfo (Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Bahréin, Qatar y Turquía), a los que luego se unió Jordania, vecino de Siria, ayudando a los rebeldes.
Lo de Siria se fue convirtiendo así en una guerra proxy, tal como ocurrió en Vietnam en donde primero hubo una guerra entre el norte comunista y el sur capitalista. Luego se metieron Estados Unidos y la Unión Soviética, los primeros para apoyar a los del sur y los segundos a los del norte.
Estados Unidos se inmiscuyó en el conflicto de Siria en el año 2013, luego de la denuncia en firme de ataques a Al Asad a la población civil con armas químicas. Esa era la línea roja que había puesto Barack Obama para meterse en esa guerra.
Al principio Estados Unidos se había limitado a financiar un programa de entrenamiento a los rebeldes sirios, pero solo a los moderados, los que estaban contra Asad. Después de lo de las armas químicas se involucró directamente con otro programa implementado por el Pentágono: entrenamiento y entrega directa de armas a los rebeldes (solo a los que pelean contra ISIS).
Rusia no se quedó atrás y la guerra de Siria pasó pronto a convertirse en una nueva versión de la Guerra Fría, donde Rusia ayudaba a Al Asad, con el apoyo de Irán, y los Estados Unidos ayudaban a los rebeldes con el apoyo de Jordania y los estados del Golfo.
Lo de Siria dejó de ser una guerra entre un lado y otro, porque hubo tantos actores involucrados y cada actor con intereses complementarios en un sentido, pero contradictorios en otros. Estaban los rebeldes que, además de Al Asad, debían lidiar con los kurdos que también debían lidiar con ISIS, que a su vez debían lidiar con Jahbat al-Nusra. A esto se sumó un subconflicto. Turquía y los kurdos coincidieron en la guerra de Siria en la ayuda a los rebeldes, pero a los turcos no les gustó que los kurdos tuvieran tanto poder por miedo a que puedan importar esa inestabilidad a Turquía y por eso ahora los atacan.
El único factor que ha ayudado a lograr algún consenso dentro de los diferentes bandos en Siria ha sido ISIS. Rusia y Estados Unidos, por ejemplo, tienen diferencias, porque el primero apoya a Al Asad y el segundo a los rebeldes, pero Estados Unidos, Rusia, Al Asad, Irán y todo el mundo quieren ver el fin de ISIS.
El problema es que Rusia utilizó esa excusa para entregar armas a Al Asad y bombardear campamentos rebeldes con el pretexto de que eran del Estado Islámico.
Por eso hallar una solución al drama humanitario de Siria se ha vuelto bastante complejo, porque hay demasiados grupos interesados en la guerra. Ya no es solo un conflicto interno, es un conflicto internacional. Se ha convertido en una guerra civil internacionalizada.
Es una guerra que se ha alargado demasiado, ya son seis años y los conflictos y las diferencias que existen ahora son mucho más profundos, porque entre más violencia, mayor es el resentimiento. Si antes alguien peleaba por una ideología, ahora lo hace porque los otros mataron a su papá, a sus abuelos, a su mamá. (…) Son resentimientos que van a durar generaciones.
Lo irónico de este conflicto es que haya ayudado a mantener a Bachar al Asad en el poder, porque todo comenzó con las protestas para sacarlo del poder. Y ahora no se visualiza otra figura que pueda reemplazarlo, pese a la gigantesca duda en la comunidad internacional sobre la legitimidad de su gobierno.
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