La tecnología wearable o dispositivos vestibles han sido muy desarrollados por la industria deportiva. Zapatos que miden la cantidad de pisadas, el ritmo del corazón… Estos dispositivos son útiles en cierto sentido, pero no son instrumentos médicos solo herramientas de entrenamiento, relacionados más con una rutina de ejercicios.
Detrás de esto hay toda una industria del marketing con grandes marcas como Nike, Adidas, Umbro, Levis. Hay ciertas marcas que se adaptan con facilidad a esta nueva tendencia tecnológica por el afán de estar a la vanguardia, otras que simplemente no quieren competir en ese segmento.
Levis, por ejemplo, ha estado muy metida en esa línea y hasta sacó una chaqueta muy útil para los ciclistas, que incorpora luces Led en la espalda para advertir a los conductores que van atrás en qué dirección van a girar. Es un dispositivo que ayuda a evitar accidentes.
El problema con estos dispositivos es que pueden poner frenéticas a las personas que los usan, en el sentido de que si un día, por ejemplo, alguien hizo diez mil pasos con unos zapatos que miden cada pisada desde su celular mañana se podrá poner como reto hacer 30 mil pasos, no siempre cada paso está bien contado por una parte, y por otra puede resultar dañino para la salud del sujeto que utiliza el sistema de forma desmedida.
Estos dispositivos pueden hacer que la gente busque competir con otras personas mucho más tiempo.
Es uno de los riesgos de estos dispositivos que tienen a las personas conectadas con la red todo el tiempo. También pueden ser la causa de depresiones porque cuando más conectado con la tecnología está alguien menos contacto tiene con la naturaleza.
Una persona que pasa siempre interconectada puede sentir algunos decaimientos en su personalidad, en su autoestima, porque el ser humano siempre necesita estar en contacto con lo humano, con la naturaleza, sin tantos dispositivos tecnológicos de por medio.
Una serie que explica muy bien los riesgos de la dependencia de la tecnología, se llama Black Mirror. Es una serie sobre el futuro distópico y donde nadie gana. Es sobre una humanidad dependiente de todo lo que tiene que ver con tecnología digital y cómo esta avanza hacía el caos de la sociedad.
La tomo como referencia para reflexionar el camino en el que nos encontramos y hacía donde estamos más o menos caminando.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
La IA marca una nueva era en los procesos editoriales
Unos suben en ascensor panorámico veloz y otros en escaleras espinosas lentas
Entrevista: ‘Incremar impulsa su crecimiento con la plataforma Ecuador Agroalimentario’
Mente positiva
Estudio GEM EC 2023-2024 busca impulsar el emprendimiento