Los ocho años del gobierno de Barack Obama en Estados Unidos trajeron al inicio mucha esperanza en lo que tiene que ver con leyes migratorias, se las veía un poco más relajadas; los migrantes ilegales jóvenes tenían la posibilidad de estudiar sin ningún problema de orden migratorio. Fue positivo además su visión humana con el tema de ObamaCare, que es el sistema de protección al paciente y cuidado de salud asequible.
Se esperó mucho de él, hasta cierto punto hubo estilos de liderazgos diferentes como el que ofrece Donald Trump, que es un poco más incisivo, un liderazgo más fuerte y eso va a cambiar el 20 de enero próximo. Precisamente en este último tema del seguro de salud, el nuevo mandatario ha dicho que lo retirará, a pesar de que hay un apoyo de una parte del senado, sin embargo ahí se observa un problema partidista entre Demócratas y Republicanos.
Hay que destacar que Barack Obama fue un presidente diferente, que salió de los moldes tradicionales: fue el primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca y lo hizo con nuevas luces, nuevas visiones, que fueron modernas en un Estado que no se renovaba, al mismo tiempo es carismático y todo eso le permitió acceder a la aceptación de buena parte de su pueblo.
Pero también tuvo desaciertos, que al final pesan, por ejemplo en el aspecto internacional le faltó una presencia global determinante, le faltó ser más fuerte en la resolución de Siria y tener mano dura en la situación de Ucrania, así como poner más fuerza en el aspecto militar americano y eso es lo que se ve en Donald Trump, que es él quien va a escoger sus batallas. Para Obama, Latinoamérica quedó a un costado, no tuvo mayor injerencia en la situación de Venezuela y aunque se observó su presencia en la investidura de Mauricio Macri, como presidente de Argentina; pero en sí estuvo muy desentendido de los problemas de esta región.
Entre sus aciertos está el acercamiento con Cuba, porque en su mandato se hicieron las gestiones para poner fin a un embargo que inició en 1960; esto se dio por la situación geopolítica en la que el negociador desde el lado de la Isla era Raúl Castro y no su difunto hermano, Fidel, que era muy radical en esta postura.
Como parte de su gestión, Obama recibió en el 2010 el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos, un premio que fue merecido en su momento, pero ahora deja mucho que desear su tarea pendiente en Ucrania y Siria, estos dos puntos hace ver para atrás esta distinción.
Pero Obama se prepara para entregar su mandato, precisamente en su último discurso se lo vio conciliador, se lo vio como Presidente que quiso llegar a acuerdos. Él en su mandato fue muy diplomático, un hombre muy inteligente, muy cauto en sus declaraciones, piensa mucho antes de decir algo para luego no retractarse. En relación a Donald Trump que es un poco más impetuoso en sus declaraciones.
Por su parte la primera Dama, Michelle Obama, deja la Casa Blanca con una excelente popularidad y fue un apoyo muy fuerte para su esposo, el Presidente de los Estados Unidos. Estuvo presente en todos los compromisos de Obama y eso lo hacía ver como un hombre sólido.
Ahora lo que se espera en Estados Unidos es la confrontación en el ámbito político y social, el estilo del nuevo Presidente es más confrontacional, más directo y los cambios que va a realizar serán muy fuertes y rápidos y eso va a tener repercusión social en ese país.
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