Ecuador cae 13 puestos y pierde un punto en el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de 2016, de la ONG Transparencia Internacional, que otorgó la mejor nota de la región a Uruguay y la peor a Venezuela. En 2015, Ecuador bajó de 33 a 32 puntos y se ubicó junto con Argentina en el puesto 107.
En 2016, Ecuador se ubicó en el puesto 120, de 176 países medidos, con 31 puntos.
Este indicador, muy cuestionado por el Gobierno ecuatoriano, muestra los niveles de corrupción percibidos por empresarios y especialistas con respecto al sector público de 176 países y territorios alrededor del mundo.
El ranking, que a nivel mundial pone a Nueva Zelanda y Dinamarca como los países menos corruptos y a Somalia como el que más, evidencia que solo dos de los 19 países latinoamericanos aprobaron -al obtener más de 50 puntos de un máximo de 100- y que 11 empeoraron sus datos con respecto al año pasado.
Tras Uruguay, que sumó 71 puntos y quedó en la posición 21ª de la clasificación general, se colocó Chile (24ª posición, 66 puntos), seguido de Costa Rica (41ª, 58 puntos), Cuba (60ª, 47 puntos), Brasil (79ª, 40 puntos) y Panamá (87ª, 38 puntos).
En el extremo contrario, cierran la tabla latinoamericana Venezuela (166ª posición, 17 puntos), Haití (159ª, 20 puntos), Guatemala (136ª, 28 puntos) y Paraguay, México y Honduras, compartiendo la 123ª posición, 30 puntos.
En medio quedan Colombia (90ª posición, 37 puntos), Argentina (95ª, 36 puntos), El Salvador (95ª, con 36 puntos), Perú (101ª, 35 puntos), Bolivia (113ª, 33 puntos), República Dominicana (120ª, 31 puntos) y Ecuador (120ª, 31 puntos).
Alejandro Salas, director de Transparencia Internacional para las Américas, lamentó la caída general de los resultados de América Latina y destacó la evolución de cuatro países: México y Chile, por su comportamiento negativo, y Argentina y Brasil, por sus avances.
Argentina destacó por mejorar sus resultados en cuatro puntos, el mayor avance de la región, señaló Salas. A su juicio, es una noticia positiva la evolución de un país enclavado en la parte baja del ránking tras un década con los Kirchner, gobierno muy cuestionado por el populismo, la corrupción, las prebendas y el amiguismo.
Brasil, que venía cayendo sistemáticamente desde 2012, también experimentó una pequeña mejora que se puede explicar por el “muy buen trabajo” de fiscales, policías y jueces para investigar los grandes casos de corrupción del país, como Petrobras o Odebrecht, y acabar con la sensación de impunidad previa.
En el ranking global los mejores clasificados fueron Dinamarca y Nueva Zelanda, con 90 puntos, seguidos por Finlandia (89), Suecia (88), Suiza (86), Noruega (85), Singapur (84), Holanda (83) y Canadá (82).
Transparencia Internacional destacó en un comunicado la amenaza de los populismos, que medran en el círculo vicioso de la corrupción sistémica y la desigualdad económica y social. Cuando los populistas, como el recién elegido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ponen en práctica sus promesas empiezan a destruir o manipular las instituciones democráticas, a debilitar las estructuras que ejercen de contrapesos en los Estados.
Los pueblos que recurren a políticos populistas que prometen cambiar el statu quo y terminar con la corrupción podrían estar alimentando el problema, advirtió el miércoles un grupo que monitorea la corrupción en el mundo.
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