Los huertos comunitarios HC son una forma de Agricultura Urbana AU, que pone en evidencia el trabajo asociado de la comunidad en favor de la producción de alimentos vegetales sanos, baratos y acercados a la población, a la vez que se protege el ambiente. Existen diferentes denominaciones para los HC alrededor del mundo, entre otras las que Morán-Alonso (2011) destaca:
ALLOTMENT – REINO UNIDO. Por definición legal un allotment garden es una parcela que no excede los 100 m2, cultivado total o principalmente por su ocupante con fruta y vegetales para autoconsumo. Pueden ser utilizados en pequeña parte para conejos o gallinas. (Allotments Act, 1922 – 25? Ppg3 y ppg17).
KLEINGARTEN – ALEMANIA. Terreno entre 200 y 400 m2, utilizados principalmente para horticultura y cultivo de flores para autoconsumo, muchos de ellos con un pequeño cobertizo en el que guardar las herramientas. No está permitido tener animales ni pernoctar en los huertos. Según los estatutos de las asociaciones se deben dedicar al menos dos tercios del terreno a vegetales. (Drescher, 2001).
JARDINS‐FAMILIAUX – FRANCIA. La legislación francesa, que los define como “grupos de jardines gestionados por una asociación, cuyos productos no pueden ser comercializados” y normalmente se localizan agrupados en bandas próximas a carreteras, ferrocarriles, vacíos urbanos, que los alcaldes ceden gratuitamente o por un precio simbólico.
COMMUNITY GARDEN – RED INTERNACIONAL. Se trata de jardines urbanos comunitarios. Con diversos tamaños y localizaciones, se caracterizan por ser proyectos locales autogestionados, que centran su atención en la creación de lazos comunitarios y en el desarrollo local mediante actividades de formación y autoempleo.
HUERTO DE OCIO – ESPAÑA. Los huertos de ocio son parcelas para el cultivo, en terrenos de la administración local, que mantiene la gestión de los mismos y en algunos casos establece los horarios de acceso y trabajo. Los huertos se adjudican durante un determinado periodo de tiempo a los participantes (3, 5 años). Normalmente estas cesiones están asociadas a actividades previas de formación. Sus objetivos principales son la recuperación de espacios urbanos, la educación ambiental y la creación de espacios de socialización. En muchos casos están destinados a un segmento concreto de la población, como jubilados, desempleados, niños, o a personas en situación de exclusión social.
Ante las definiciones anteriormente planteadas, los huertos comunitarios se muestran como alternativas viables para que las comunidades de forma organizada puedan emprender en acciones que les generen beneficios desde diferentes ejes, como: socio-educativo, ecológico-ambiental, participativo-económico, inclusivo-vivencial, lúdico-afectivo y productivo-contemporáneo. Se constituyen entonces los HC, en filones de trabajo para comunidades asentadas en espacios urbanos con limitaciones estructurales que pueden ir siendo abordadas y solucionadas por sus mismos habitantes, a partir del asocio de las personas para ser actores proactivos que transformen las realidades, a la vez que se autoabastecen de alimentos frescos generados de forma autonómica, reduciendo las necesidades de inversión económica en el componente del presupuesto familiar, al ahorrarse su “compra” en los esquemas tradicionales de mercado.
Emulando la declaratoria de biósfera que se hace de espacios naturales de mayor extensión, que conjuntan ecosistemas frágiles para protegerlos a través de planes de manejo que integrando a las comunidades de los distintos territorios, se interactúa en favor del ambiente, sin dejar de realizar acciones productivas, es como se debería trabajar en las grandes ciudades con normativas encaminadas a incentivar el trabajo de las personas en HC, ya que al conjugarse en ésta estrategia productiva, los aspectos social, ambiental y económico, se contribuye a la sostenibilidad en las ciudades y se atienden, como ya dijo anteriormente, varios aspectos positivos para los grupos humanos participantes. Se podrían establecer reglamentaciones y protocolos de HC que se puedan implementar en los espacios baldíos de las ciudades y aprovechamiento de espacios comunes en ciudadelas y parques recreativos u otras áreas que puedan ser declaradas a interés público y de “espacio de interacción comunitaria” en los cuales, la población tenga la oportunidad de intercambiar experiencias y en un “diálogo de saberes”, se encuentren modelaciones derivadas de la sistematización de las vivencias del trabajo en los huertos, que tiendan a un cambio de cultura organizacional de la sociedad.
Para que los compromisos adquiridos en materia de sostenibilidad por parte de los gobiernos autónomos descentralizados GAD´s se pongan en evidencia en temas de hábitat contemporáneo, se debe llegar a consensos con la población, para que se logre que ella sea la gestora del cambio y transformación de su realidad. Que los GAD´s faciliten los mecanismos para el establecimiento y fomento de una cultura productiva que respetando el ambiente y el trabajo de la gente, signifique y evidencie un canal que genere ingresos a la población: al principio marginales con cambios progresivos en la actitud de las personas y sobre todo, en las formas en que ellas se relacionan con su comunidad y la proactividad necesaria para mejorar de forma permanente las condiciones de vida en una sociedad del buen vivir.
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