Desde el punto de vista del marketing, el posicionamiento de una marca, un producto o una empresa es un tema clave, para ello es necesario elegir un eje sobre el cual construir la estrategia de posicionamiento. El Independiente del Valle es un caso de éxito porque le apostó al eje de solidaridad y ha triunfado porque se ubicó en esta dirección. Ha conseguido que no solamente los pocos aficionados que tiene lo hayan aplaudido, sino que todo un país de 16 millones de habitantes, que es el Ecuador, se haya convertido en la afición actual de este equipo.
Incluso se puede decir que el Independiente del Valle es el equipo del Ecuador. No solo por estar representando al país a nivel internacional en un campeonato como la Copa Libertadores, sino fundamentalmente porque tuvo una conexión con toda la población a través de la donación de todos los ingresos de taquilla para los damnificados del terremoto de abril.
Esta es la combinación ideal: un equipo ecuatoriano jugando una final internacional del mayor campeonato de fútbol que hay en el continente americano y los réditos que se dejan en el club van a manos de personas necesitadas. Esto es un efecto doble que multiplica exponencialmente el interés de los ecuatorianos en estos partidos.
Cuando un club se forma tiene que hacerlo como una empresa, tiene que definir el eje de posicionamiento por el que le apuesta. Puede ser la solidaridad, el eje deportivo, de afición, etc. Cada club en función de sus recursos y de su proyección tiene que definir hacia dónde apuntar.
El Independiente del Valle es un club que merece la admiración de todos los clubes ecuatorianos porque es un ejemplo de gestión exitosa. Muchas veces cuando se dice solidaridad se piensa que es un tema aislado sobre una situación puntual que se ha dado. Pero, el Independiente, desde su creación ha demostrado ser responsable con todos sus ‘Stakeholders’, que son los grupos de interés. Aquí consideramos a proveedores, clientes, los jugadores, el cuerpo técnico y todo lo que le rodea al club desde la ubicación geográfica, en Sangolquí, hasta cualquier aspecto relacionado con el equipo a nivel interno y externo que tenga a personas u organizaciones involucradas.
El modelo de gestión del Independiente del Valle ha sido un ejemplo desde antes que ocurriera el terremoto. Es uno de los pocos equipos que no debe a sus jugadores, que no tiene deudas con el Servicio de Rentas Internas (SRI). Tampoco se le puede cuestionar por una mala gestión deportiva. Pero fundamentalmente el éxito del club está dado por una correcta gestión empresarial. Desde un inicio ha sido manejado como una empresa y de manera responsable. Eso le permitió realizar donaciones cuando llegó el terremoto en abril. El club estaba con condiciones de donar su taquilla porque tenía una situación financiera saneada, demostrando así ese compromiso con la sociedad ecuatoriana que ahora le está devolviendo este gesto.
El equipo decidió renunciar el equivalente al 50% de su presupuesto para donarlo a los afectados por el terremoto de abril. Si el club hubiera tenido un modelo de gestión como otros clubes ecuatorianos, muy probablemente aunque hubiera querido no lo podría haber hecho por las necesidades financieras. Sin embargo, el Independiente del Valle estaba en condiciones de hacerlo.
El Independiente del Valle es un equipo con poca historia en comparación con otros clubes. La principal lección que deja este equipo desde el punto de vista del fútbol y desde la gestión deportiva es que con una correcta gestión económica y financiera de la organización, se logran resultados positivos.
Si un club hace bien las cosas a nivel económico, con los presupuestos bien definidos y sin exceder sus capacidades financieras, logra que los jugadores se preocupen únicamente de jugar fútbol. Por tanto, los jugadores se centran en dar lo mejor en la cancha. A nivel psicológico están totalmente motivados y sin nada que les desvíe su atención. En otros clubes, en cambio, se ha visto que tener grandes jugadores, no necesariamente lleva al éxito deportivo si se tienen terribles problemas económicos y de gestión. Entonces, aquí la lección más importante es que el éxito en lo económico en algún momento llevará al éxito deportivo. Tardará más o menos, no es una regla asegurada o una ecuación pero está demostrado, insisto, en que el éxito en lo económico, en lo empresarial lleva con el tiempo al éxito deportivo.
El modelo de gestión del Independiente de Valle es integral porque complementan las fases académicas con sus escuelas propias, con sus planes de alimentación propios. Esto les permite a los jugadores alcanzar un desarrollo a nivel personal y profesional.
Lo más importante es que el mayor reto al que se enfrentan es que no todos los jugadores que están en las escuelas terminan en el fútbol profesional. De hecho, la gran mayoría no lo consigue. Ahí cabe preguntarse qué ocurre con este grupo importante de jugadores que lo dejan todo y después de un tiempo no siguen en el fútbol por alguna lesión o por algo en particular. Entonces, aquí cobra importancia este modelo integral que tiene el Independiente del Valle donde se preocupa por integrar a los jóvenes en una formación académica, una formación en valores y actitudes necesarias para su desarrollo tanto humano como profesional.
Antes de conocer el resultado de la final de la Copa Libertadores, el Independiente del Valle ya ha demostrado ser un ejemplo para el resto de clubes por su modelo de gestión, lo cual le está brindando la posibilidad de competir por ser “el futuro campeón de América” antes que “el futuro campeón del Ecuador”, como dice su eslogan.
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