El mundo entero, desde hace siglos, es testigo de la convivencia de grupos irregulares. Llamémoslos: mafias, seudo-revoluciones, carteles, pandillas. Creo que todas iniciaron con un líder omnipotente que se ganó el puesto gracias a su verborrea, su fuerza, su violencia, su odio contra el estatus quo, y no por su desconformidad reflexionada. Los seguidores lo fueron ensalzando hasta convertirlo en un egoísta rencoroso.
Como todo proceso iniciado, con recursos suficientes, las organizaciones así creadas, tras un líder ensalzado, se transforman y se consolidan en el tiempo. Las bases de la organización requieren de un grupo estratégico que gestione todo: el comité de la cossa nostra o de la mafia. Obviamente son ilegales y su campo de acción es amplio: droga, contrabando de armas y de productos, mercado negro de órganos, prostitución, migración, trata de blancas, seguridad.
Hay gobiernos en todo el planeta que las combaten, otros tratan de combatirlas, otros se hacen de la vista gorda, otros son socios o buscan asociarse. Algunos se cansan de la lucha, o su periodo de gobierno culminó y el siguiente no continua. Otros, simplemente, claudican ante ellos. No es muy claro que se hayan obtenido, en su mayoría, buenos resultados.
La simbiosis entre mafias, poder y política
Estas organizaciones no tienen periodos cortos de administración, se van desarrollando tan fuertemente que se reconocen, se protegen, se asocian, se complementan y, por supuesto, crecen y amplían su espectro en el tiempo. Por ello, gana la batalla con los gobiernos. Existen contados casos en los que, contrariamente, estas organizaciones se aniquilan. Ejemplos: Sicilia, New York, Chicago, Cuba, Medellín, México y, en estos días, Ecuador y Rio de Janeiro.
Su poder radica, posiblemente, en la información que obtienen de sus opositores, de los políticos, de las fuerzas del orden, de la administración de gobierno, de los jueces, entre otros. Si esta es gris, tienen acceso a las entidades, y sus representantes y ejercen su poder. Ponen y defenestran presidentes, ministros, jueces, funcionarios a todo nivel. Pero no paran ahí, escalan a niveles internacionales y hasta pueden ser reconocidos por cierto grupos de la sociedad mundial, por sus “donaciones”.
En ocasiones actúan de común acuerdo con los gobiernos y autoridades para implementar operaciones “secretas” con la captura de mercaderías, droga o armas y difundir masivamente el éxito alcanzado a nivel nacional e internacional, lo cual sube los bonos políticos. Claro que “acuerdos” como éste son debidamente montados para encubrir operaciones multimillonarias que pasan inadvertidas, mientras la sociedad se regocija del éxito en la captura.
También existen otras organizaciones legales, para diferenciarlas de las ilegales anteriores. Estas operan al amparo de la ley, al filo, pero no se apartan de la ley ni de la constitución. Cuentan con expertos legales, lobistas y técnicos que mantienen las operaciones sin infracciones grandes. Es decir, impunes.
Su campo de acción también es amplio: deportes, cultura, cine, concursos de belleza, redes sociales, encuestas políticas, movimiento de la bolsa, financiamiento internacional, concursos de obra pública, privatizaciones, entre otros. Es decir, son tan hábiles que gestionan perfectamente los gustos y preferencias, los patrocinios, los beneficios, los contratos de operación, las exenciones fiscales y las donaciones. Solo citaré un ejemplo actual y claro en Ecuador: Odebrech. Si no fuera por la intervención del gobierno norteamericano y su sistema de justicia, la impunidad de los actores habría sido el resultado. Pero no, capturaron a varios implicados y estos cantaron, al mejor ritmo, las fechorías cometidas.
De la ideología al dogma: el riesgo de la metamorfosis inversa
El parecido de estas organizaciones, legales e ilegales, con ciertos partidos políticos de Ecuador, es muy contundente. Estos nacen, o han nacido, de una ideología política con fundamento, pero, al igual que las organizaciones descritas, implementan procedimientos muy similares para su funcionamiento, financiamiento, y crecimiento en el mercado político nacional. Además, pueden llegar a acuerdos con las organizaciones legales e ilegales (la famosa paz mafiosa del correismo denunciada oportunamente por un periodista). Generalmente, las ilegales suelen buscar el anonimato. Pero las legales, no. Necesitan fama, difusión, publicidad y rating.
Políticamente, el rating les permite consolidarse en el mercado político, imponer su estilo, infectar a la sociedad con su dogma pues no hay posibilidad de discusión, ni disentimiento. Las políticas públicas manipuladas de forma avasalladora se toman la conciencia ciudadana y se van integrando en toda la sociedad sin problema, sin reacción, sin reflexión alguna (correísmo).
Posiblemente iniciaron con un propósito político cierto, pero su transformación inversa conlleva implementar procedimientos similares por parte de las organizaciones legales y hasta ilegales (minería ilegal, contrabando, carteles) a tal punto que se hacen llamar: fundaciones, comunidades, asociaciones, alianzas, bases (CONAIE) y no escatiman recursos y formas para entorpecer el desarrollo político de la sociedad, o del contrario al de su organización, en lugar de trabajar por el bienestar de toda la sociedad en su conjunto.
Espero que no, pero, al parecer, los partidos políticos intentan que los ecuatorianos integren estas organizaciones en su idiosincrasia y modus operandi. Hay que estar en desacuerdo con lo que no es de su organización, protestar y, si es de manera violenta, mejor. Es un allanamiento ideológico desde la etnografía y no desde la política integral, dejando de lado la posibilidad de servir al país desde la asamblea, sin violencia, sin paros, sino con propuestas y razonamientos bien fundamentados (CONAIE-PACHAKUTIC).
La sola decisión política debe ser la de funcionar como una organización no mafiosa, sino como una que atraiga y motive a los ciudadanos, especialmente a los jóvenes, por sus propuestas, y por su forma de gestionar los derechos y deberes de la sociedad, buscando soluciones prácticas a las necesidades de los ecuatorianos.
¡No nos dejemos intimidar!
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
Atrapada en espiral mortal
¿Qué hacer este feriado?
“Anhelo de Vivir”: UTPL y Loja participan en la Bienal de Cuenca 2025
Los retos más allá de los resultados de la consulta y el referendo
ECUADOR: La inversa de la metamorfosis política