Javier Vásquez
El Bosque Seco de Zapotillo, situado en el suroeste de la provincia de Loja, es conocido por el espectacular florecimiento anual de los guayacanes, un evento que atrae a multitud de personas para ser testigos de uno de los espectáculos más majestuosos de la naturaleza. Sin embargo, el bosque seco ofrece mucho más que este magnífico acontecimiento.
Con más de 180 especies de aves, 49 de ellas son endémicas de la región tumbesina. La región no solo alberga una avifauna rica, sino también una flora diversa, destacándose familias como Fabaceae, Bombacaceae y Mimosaceae.
El bosque seco es un enclave excepcional donde la biodiversidad y el turismo sostenible convergen. Este ecosistema, que forma parte de la Reserva de Biósfera “Bosques de Paz”, no solo es un refugio para una rica variedad de flora y fauna, en ocasiones única, sino también un lugar donde el conocimiento científico y la experiencia turística tienen el potencial de entrelazarse.
El bosque seco de Zapotillo se está convirtiendo en un destino turístico emergente, donde los visitantes pueden explorar sus paisajes y senderos y disfrutar de la observación de biodiversidad, deportes de aventura y la fotografía de naturaleza, entre otras actividades.
Mochuelo del Pacífico (Glaucidium peruanum). Con más de 180 especies de aves, 49 de ellas son endémicas de la región tumbesina. La región no solo alberga una avifauna rica, sino también una flora diversa, destacándose familias como Fabaceae, Bombacaceae y Mimosaceae.
Los cultivos de orillado son una práctica agricola que aprovecha los períodos de bajo caudal del río durante el estiaje para cultivar productos de ciclo corto en el lecho del río. Parroquia Bolaspamba.
Casa tradicional en la parroquia Cazaderos.
El cocodrilo americano (Crocodylus acutus) habita en el río Puyango y el arroyo Cazaderos. De acuerdo con Naturaleza y Cultura Internacional, se han monitoreado 97 individuos, con un promedio de 2.8 ejemplares por kilómetro cuadrado. Algunos de estos cocodrilos pueden alcanzar una longitud de hasta cinco metros.
En el país, el bosque seco ha sufrido una explotación intensiva y deterioro debido a varias actividades humanas, aunque todavía existen áreas que han permanecido bien conservadas, como las zonas de Mangahurco, Bolaspamba y Cazaderos, ubicadas en el cantón Zapotillo de la provincia de Loja.
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