Las mujeres desempeñan un papel importante en todos los ámbitos de la sociedad. Esto, incluye no solo sus contribuciones en el ámbito laboral, político y cultural, sino también en sectores menos visibles, pero igualmente vitales, como las actividades agropecuarias.
Las mujeres agropecuarias han estado involucradas en la agricultura y la ganadería a lo largo de la historia, desempeñando roles fundamentales en la producción de alimentos, la gestión de recursos naturales y la sostenibilidad de las familias y comunidades rurales. A menudo, su trabajo en el campo ha sido subestimado o invisibilizado, a pesar de su contribución significativa al bienestar de la sociedad.
Es crucial destacar el valioso trabajo de las mujeres en las actividades agropecuarias. Su labor en el campo es fundamental para producir alimentos y fortalecer la seguridad alimentaria. Como extensionista en áreas rurales, he presenciado de primera mano cómo las mujeres participan activamente en todas las etapas del proceso agrícola, desde la preparación del suelo hasta la cosecha; además, su experiencia y conocimientos tradicionales en técnicas agrícolas, uso de semillas locales y variedades autóctona son fundamentales para garantizar una producción alimentaria diversificada y suficiente que puede ser transmitida de generación en generación.
La mujer además de realizar actividades domésticas, también desempeñan un papel importante en el cuidado de animales menores y en la crianza y manejo del ganado, lo que demuestra su amplio alcance y dedicación en diferentes ámbitos, sin dejar de lado la gestión y conservación de los recursos naturales, como el suelo, el agua y la biodiversidad. Esta información se respalda con lo que indica el informe de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en 2020, en donde se pone de manifiesto que “Las mujeres rurales desempeñan un papel significativo en la producción de alimentos a nivel global, siendo responsables de más del 50% de la producción alimentaria”. Así también sobre la base de los últimos datos comparables desde el punto de vista internacional, las mujeres representan en promedio el 43 % de la fuerza laboral agrícola de los países en desarrollo.
Cabe destacar que la Agenda 2030 como plan de acción de las Naciones Unidas busca alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) entre ellos, el ODS 2, cuyo propósito es poner fin al hambre y la malnutrición a más tardar en 2030, dentro de los esfuerzo por alcanzarlo, me atrevo a decir que las mujeres pueden convertirse en los agentes del cambio fundamentales en los ámbitos de la agricultura, la nutrición y el desarrollo rural, sin embargo, es necesario contar con un mejor acceso a la información, capacitación, tecnología, fortalecimiento organizacional, acceso al crédito, recursos y servicios de esta forma ellas pueden ser agentes de cambio en la adopción de prácticas agrícolas para transformar la producción y el consumo de alimentos de manera sostenible.
Para conocer acerca de ésta importante temática la carrera de Agropecuaria de la UTPL a través de un equipo de docente está trabajando en investigaciones relacionados al rol de la mujer rural, en donde se aborda diferentes percepciones de grupos identificados sobre el rol de la mujer en el desarrollo agropecuario, sus limitantes, oportunidades, y demás aspectos que indagan alternativas para el emprendimiento y la innovación como eje del desarrollo.
Reconocer y valorar el trabajo de las mujeres en el sector agropecuario es un paso importante hacia la igualdad de género. Demostrar el reconocimiento de sus contribuciones y promover la equidad en el acceso a recursos, oportunidades y toma de decisiones en el ámbito rural es un compromiso general.
Referencia:
Organización de los Estados Americanos (OEA). (2020). Informe sobre el papel de las mujeres rurales en la producción de alimentos a nivel global.
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