El sector financiero (SF) dentro del funcionamiento de una sociedad juega un rol importante, ya que, por un lado, se encarga de captar el ahorro de las familias y las empresas, para, luego, esos recursos captados proceder a colocarlos bajo la modalidad, principalmente, de crédito de diferente tipo; buscando, así, dinamizar la inversión que, en su momento de aplicación, se espera se convierta en el motor que ponga a mover a la producción nacional y, con ello, generar fuentes de trabajo digno que necesita un país para mejorar el bienestar socioeconómico de su población.
De ahí, la necesidad estratégica -como una de las responsabilidades fundamentales del SF- de que las instituciones que lo conforman -para el caso ecuatoriano: bancos, mutualistas y cooperativas de ahorro y crédito- establezcan acciones que contribuyan a cuidar los depósitos captados que, en definitiva, no son propiedad de la institución financiera (IF); sino es propiedad de los dueños de los depósitos que, finalmente, en cualquier momento -más aún en depósitos a la vista como cuentas corrientes o de ahorros- tienen el derecho de exigir que se les devuelva, inmediatamente, el dinero depositado y confiado a una IF.
Frente a este escenario sobre la concienciación de la importancia e incidencia de un sector para el buen funcionamiento de la economía de una nación, es clave que, como parte de la educación financiera, los ciudadanos de una nación comprendan el qué y para qué de la existencia de sectores como el SF que, en última instancia, es “ese intermediario” que ayuda a que las transacciones entre personas y/o empresas se lleven a cabo bajo “protocolos de formalidad” que evitan la existencia de actores que, sobre la informalidad, terminan generando estafas masivas -desde el lado de la captación maliciosa de dinero y/o la entrega de aparentes créditos en condiciones sospechosas- y, con ello, creando serios atentados al patrimonio financiero que las familias, con mucho esfuerzo, lo han ido consolidando a lo largo de muchos años.
Esa concienciación colectiva, es importante que sea difundida y, sobre todo, asumida por todos quienes integran el sistema económico nacional -no solo los dueños, socios y/o administradores de las IF-; contribuyendo, así -sobre los principios de la actuación colectiva responsable-, a la creación de antídotos que eviten la desestabilización del sector financiero que, como se puede ver, cumple un rol clave a la hora de encontrar puntos de enlace entre el ahorro y la inversión que, desde la macroeconomía, son los que ayudan a fomentar la inversión y, con ello, a aumentar las probabilidades de mayor producción y generación de puestos de trabajo.
Esto que se está analizando, para el caso ecuatoriano, requiere una mayor atención desde diferentes canales de comunicación pro concienciación, ya que, luego de la crisis financiera de 1999, hay una tendencia en la mente de la población a considerar al SF como algo malo, cuando en realidad, no es así; ya que esa crisis -entre varias causas- se generó por la presencia, en esos tiempos, de malos operadores financieros que fueron castigados e incluso cerrados por tramposos.
Ahora claro, lo que sí es importante es que, los bancos, mutualistas y cooperativas de ahorro de crédito que funcionan actualmente, orienten sus esfuerzos a la creación de productos financieros sobre los principios de la inclusión financiera y, sobre todo, no generen abusos que conduzcan al llenado único de los bolsillos de quienes, como en el caso de los bancos, actúan como dueños.
Finalmente, luego de reconocer el rol e importancia del SF, es clave que los involucrados en las negociaciones que, en determinados momentos, buscan que se condonen deudas de forma generalizada lo reflexionen bien, sobre lo que se ha repetido varias veces en este escrito: “el dinero que alguien recibió en calidad de crédito -principalmente desde una IF privada- le pertenece a otras personas que confiaron sus ahorros a esa IF.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
Interesante reflexión pero es necesario incluir en la misma al SF no formal, como los bancos comunales, las cajas de ahorro y crédito, los fondos mortuorios (sobre todo en la costa); son entidades importantes que dinamizan la economía de los que no pueden acceder al SF formal.
Hay un súper avit en la balanza comercial del Ecuador, hambre y miseria en la mayoría del pueblo ecuatoriano, salud en las peores condiciones, cárceles llenas ,, generales narcos, empresas del Estado cómo botín, pero los bolsillos más llenos de la oligarquía