El virus se contagia antes, durante y después del periodo que el paciente está con síntomas. Se cree que la propagación de persona a persona ocurre principalmente a través de las gotas respiratorias producidas cuando una persona infectada tose o estornuda, al igual que la propagación de la influenza (gripe) y otros patógenos respiratorios.
La leche materna brinda protección contra muchas enfermedades. El Centro para el control y prevención de enfermedades (CDC) de los EEUU no ofrece una guía específica para las madres lactantes que han contraído virus similares como él síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV) o el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV). Por otro lado, no se ha detectado el virus 2019-nCoV (ni tampoco el SARS-CoV) en leche materna (Chen 2020, CDC 2020/02/19).
Siendo una situación similar con el COVID-19 y teniendo en cuenta los beneficios de la lactancia materna y a las bajas tasas de transmisión de los virus respiratorios a través de esta leche, la madre puede continuar amamantando o alimentando a su bebé con leche materna extraída, siempre y cuando se tomen las precauciones debidas para evitar transmitir el virus. (LLLI&CDC 2020, SFC-2020/03/14, RCOG 2020/03/13, WHO/OMS 2020/01/20, UNICEF 2020/03/04, LLLi 2020/02/20, AELAMA 2020, IESMP 20202/03/15, ILCA 2020/03/18)
Por tanto, la decisión de amamantar es de la madre y la familia.
Si la madre está sana y solo ha estado expuesta o se presenta como una persona bajo investigación con sintomatología leve, la lactancia materna es una opción muy razonable y es relativamente fácil disminuir el riesgo de exponer al bebé a las secreciones respiratorias maternas con el uso de una mascarilla, una bata y un lavado cuidadoso de manos.
La higiene de las manos incluye el uso de desinfectante para manos con un contenido de alcohol del 60% al 95% antes y después de todo contacto con algún material potencialmente infeccioso y antes de ponerse y después de quitarse, el equipo de protección personal, incluidos los guantes. La higiene de las manos también incluye el lavado de manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Si las manos están visiblemente sucias se debe usar agua y jabón antes de volver a usar el desinfectante para manos en base a alcohol.
Si la madre tiene COVID-19, debe haber mayor precaución, pero aun es razonable elegir amamantar o proporcionar leche materna extraída a su bebé. Limitar la exposición a las secreciones respiratorias de su madre requiere de un cumplimiento más cuidadoso y depende de la gravedad de su progenitora.
En esta situación, se recomienda la separación temporal, principalmente, porque la madre tiene la infección y puede necesitar atención médica en el hospital. Se debe alentar a las madres que tienen la intención de amamantar o continuar amamantando a extraer su leche materna para establecer y mantener su producción. Para ello, se debe proporcionar un extractor de leche. Antes de extraerse la madre debe practicar la higiene de manos y utilizar mascarilla durante todo el proceso. Después de cada extracción, todas las partes del extractor deben lavarse meticulosamente y la máquina completa debe desinfectarse. Esta leche materna extraída debe ser suministrada al bebé por un cuidador sano.
Si la madre tiene COVID-19, debe permanecer alejada de sus familiares, amigos, vecinos y su bebé. El niño necesitará de otro adulto no infectado para atender sus necesidades, incluida su alimentación con leche materna extraída. La madre debe llevar a cabo el lavado meticuloso de manos y el uso de mascarilla, durante al menos 5 a 7 días hasta que la tos y las secreciones respiratorias mejoran drásticamente.
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