Una de las prioridades de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) es reducir significativamente los riesgos asociados al uso de plaguicidas muy peligrosos hasta 2030, pero su uso aún es amplio, y en zonas agrícolas de Loja, en Ecuador, existe evidencia de que los agricultores utilizan químicos altamente tóxicos.
La investigación en la que participan docentes investigadores de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), se realiza desde hace más de un año en localidades de Celica y Pindal, provincia de Loja, en donde hay grandes cultivos de maíz y muchos agricultores suelen mezclar insecticidas, herbicidas y fungicidas, para el control de las plagas que atacan a sus cultivos.
En la primera fase del estudio, se realizaron encuestas y análisis ambientales para determinar problemas de contaminación asociados a esta práctica, que puede conllevar graves riesgos para el medio ambiente y la salud de seres humanos, animales, plantas y ecosistemas.
La investigadora Ana Paulina Arévalo, docente de la Maestría en Análisis Biológico y Diagnóstico de Laboratorio, explica que esos resultados se complementan con los análisis de células cultivadas en el laboratorio de la Facultad de Ciencias de la Salud. “Utilizamos los herbicidas, fungicidas e insecticidas que más se usan en esas zonas, para evaluar los efectos que tienen en las células”.
Agrega que en los análisis ejecutados, se ha podido determinar que las células, que han sido expuestas a los agroquímicos usados en las zonas de producción de maíz, registran un incremento irregular en su desarrollo. “Eso quiere decir que el ciclo celular está alterado y podría asociarse con ciertas enfermedades”, manifiesta Arévalo.
En esta fase, también se ha podido evaluar el daño al material genético. “Se realizaron distintos ensayos, los cuales permiten evaluar el daño al ADN. En el ensayo, cometa, el daño al ADN se visualiza como una cola muy parecida a la de un cometa, de ahí su nombre, y mientras más larga es la cola, más daño existe en el material genético”, menciona.
El incremento en el desarrollo celular y el daño en el ADN son aspectos que preocupan a la investigadora pues dichos factores pueden asociarse a enfermedades cancerígenas, un riesgo que depende de la toxicidad de los pesticidas, de la cantidad que se usa y de la exposición directa o indirecta que exista con estos químicos. Esta hipótesis podría confirmarse con estudios adicionales tanto in vitro o con individuos expuestos, situación que por el momento, dadas las restricciones que deben cumplirse por la pandemia, no se ha evaluado.
Arévalo es contundente al señalar que la investigación ya permite establecer que las personas que utilizan químicos no tienen las debidas protecciones y están expuestas a graves riesgos sanitarios. Ella espera que este trabajo sirva de base para que las autoridades competentes regulen el uso de pesticidas, evalúen la posibilidad de restringir los más peligrosos y fomenten el cumplimiento de normas de bioseguridad en el sector agrícola.
Decide ser más
Si deseas acceder a nuevas investigaciones y estudios que realiza la UTPL en diferentes campos del conocimiento y las ciencias, accede al siguiente enlace: http://culturacientifica.utpl.edu.ec/.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
La IA marca una nueva era en los procesos editoriales
Unos suben en ascensor panorámico veloz y otros en escaleras espinosas lentas
Mente positiva
ENTREVISTA: Energía sostenible: el futuro empieza en casa
UTPL impulsa energía limpia para reducir consumo y contribuir al ambiente