El informe que presentó el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) no persigue abarcar todos los desafíos, perspectivas y contextos mundiales sobre el futuro de la educación superior, sino plantear ideas, posibilidades y propuestas
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El 25 de mayo de 2021, el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), presentó a la Comisión Internacional sobre los Futuros de la Educación el informe Thinking Higher and Beyond: Perspectives on the Futures of Higher Education to 2050. El documento describe el concepto y funciones de la educación superior, sus principales propósitos y las acciones para llevarlos a la práctica. De igual manera, recoge las oportunidades y desafíos al 2050. A continuación, expongo las principales ideas planteadas en el encuentro.
1. Las preguntas esenciales y los mensajes clave
Dos preguntas guiaron la investigación recogida en el informe citado que corresponden a la primera fase del proyecto Futuros de la Educación Superior: ¿cómo le gustaría que fuera la educación superior en el 2050? y ¿cómo podría contribuir la educación superior a un mejor futuro para todos en el 2050? Estas fueron respondidas por 25 expertos a nivel mundial.
Del informe destacan cuatro mensajes clave para el futuro de la educación superior:
Asumir una responsabilidad activa en el desarrollo del potencial de la humanidad.
Abre y desarrolla el potencial de todos los seres humanos.
Afronta los riesgos y tiende puentes entre el tiempo, las personas y los lugares.
Defiende el conocimiento y las formas de saber, en tanto que es un bien público mundial.
Promueve el bienestar y la sustentabilidad.
Se orienta hacia la justicia, la solidaridad y los derechos humanos.
Respalda un proyecto de vida que fortalece a las personas, sus familias, las comunidades y la humanidad.
Actúa y se organiza de manera ética, sostenible y responsable.
Se nutre de la diversidad intercultural y epistémica.
Preserva las identidades y las culturas, ya sean colectivas, institucionales o personales.
Crea espacios para la reflexión y el diálogo.
Realiza comparaciones de buena fe sin imponer ni presuponer homogeneidad.
Defiende y crea interconexiones a múltiples niveles.
Fragua colaboraciones entre personas, grupos y comunidades locales y globales.
Mantiene los vínculos entre las instituciones de educación superior, los niveles de educación y el aprendizaje formal e informal.
Relaciona a los seres humanos con los seres no humanos, la Tierra y el universo.
2. Las acciones necesarias para concretar el futuro que deseamos
3. Pensar más allá de los límites: oportunidades, retos y tensiones hacia el 2050
El informe no persigue abarcar todos los desafíos, perspectivas y contextos mundiales sobre el futuro de la educación superior, sino plantear ideas, posibilidades y propuestas, así como obstáculos que podrían impedir su desarrollo.
El factor actualmente dominante de competencia y estratificación interinstitucional, y sistémica, choca con las futuras nociones de la educación superior como un bien público accesible para todos y que valora diversos ámbitos institucionales.
La identificación de que la flexibilidad y la personalización del aprendizaje podrían ampliar el acceso a la educación superior contrasta con la estandarización de programas e itinerarios, la cual garantizaría mayor movilidad y calidad.
A pesar de los avances en la apertura del acceso a la educación superior, “el conocimiento no ha liberado a la mayor parte de la población mundial”[1], lo que afecta las perspectivas de futuro para aliviar importantes desigualdades y jerarquías.
La tecnología podría democratizar el acceso al conocimiento, pero las brechas digitales entre (e intra) Estados y los efectos de eliminar toda interacción en persona, demuestran que hay amenazas y limitaciones en integrar la tecnología con la educación superior.
La necesidad de unirse para alzar la voz en el ámbito mundial para responder a los desafíos globales corre el riesgo de pasar por alto las funciones vitales de la educación superior en los asuntos locales y como parte de las comunidades locales.
Los futuros de la educación superior no solo deben ser considerados en relación con lo que ha sucedido antes, sino dentro de los contextos contemporáneos, debido a la “interrelación dinámica entre el pasado y el presente”.
Los contextos regionales son y se manifiestan de forma diferente: conflictos, pobreza material, crisis económica, cambio climático, seguridad alimentaria, tensiones políticas, corrupción, cambios geopolíticos, circulación de personas, urbanización, cambios demográficos, violencia de género y necesidad de justicia racial y social.
Al igual que la COVID-19, los acontecimientos actuales son imprevisibles, no lineales para el desarrollo y progreso. La vulnerabilidad humana y las “desigualdades raciales y económicas sistémicas” están presentes.
Se debe reinventar todas las formas de educación de manera no lineal, obtener mejor equipamiento para responder a las crisis (pandemias, migraciones, conflictos), promoviendo la “importancia del bienestar y la calidad de vida”.
Hay que estudiar el pasado “para aprender, desaprender o reaprender profundamente a la hora de enmarcar nuestras imaginaciones sobre el futuro”, lo cual implica interrumpir los legados perjudiciales presentes: colonialismo, apartheid, colonización militar.
Se debe cambiar los “valores arraigados en la universidad más amplia y el derecho autoproclamado a dominar y dar forma al resto del mundo”, lo cual requerirá (re)descubrir y comprometerse críticamente con académicos, instituciones y personas cuya influencia en la educación superior ha sido deliberadamente, o no, suprimida; y revertir el “abandono de los conocimientos locales y el aprendizaje contextualizado de los pueblos originarios, los campesinos, los sectores menos favorecidos, las mujeres, entre otros grupos”.
Es necesario desarrollar capacidades de resiliencia y afrontamiento para ayudar al mundo a afrontar lo imprevisible. Al adoptar los mensajes clave y esforzarse por alcanzar los ideales para los propósitos, las funciones y las misiones de la educación superior expuestas, al tiempo que se evalúan críticamente y se actúa sobre las tensiones y las barreras que podrían interponerse en el camino, los múltiples caminos de la educación superior hacia el 2050 podrían llevar a un mejor futuro para todos.
Referencias
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura e Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe. (2021). Pensar más allá de los límites: Perspectivas sobre el futuro de la educación superior para 2050. https://bityl.co/7Bta
Texto original publicado en el N.19 de Ventanales, revista de la Universidad Casa Grande:
Magíster en Docencia Superior por la Universidad Casa Grande (UCG) y especialista en Gestión Universitaria por la Universidad de Sevilla. Fue coordinadora en Pedagogía Terapéutica de la Universidad de Guayaquil y de Aprendamos (Municipalidad de Guayaquil); Directora de Fasinarm, docente de grado y posgrado, ex decana de la Facultad de Ecología Humana y directora de planificación de UCG; presidenta de varias redes nacionales e internacionales, y miembro activo de la sociedad civil.
Ha sido columnista de Diario Expreso. Actualmente es columnista de Diario El Universo y miembro del Consejo Directivo de Fasinarm. Ha publicado varias investigaciones y artículos en libros y revistas.
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