Durante los meses junio a septiembre la temperatura media es un poco más baja comparado con los otros meses del año en Ecuador. Esto se debe al desplazamiento de la célula de presión alta sobre el Pacífico Sur más hacia la línea ecuatorial, que provoca que la corriente fría de Humboldt (proveniente de la Antártica) se expande frente a la costa ecuatoriana. La presión atmosférica más alta generalmente evita la formación de nubes, y adicionalmente las aguas superficiales más frías del mar reducen la tasa de evaporación, por lo que se ocasiona la estación seca en la Costa.
Al mismo tiempo, sobre la Amazonia los vientos del este (alisios) se hacen más fuertes y el transporte de la humedad hacia la cordillera oriental de los Andes es más efectivo. En la cordillera, el air es obligado a ascender, por lo que se enfría formando nubes y precipitaciones en elevaciones medias y altas. En ocasiones, los vientos del este soplan tan fuertes, que la humedad esta transportado más allá que la cordillera oriental de los Andes, e interactuar con el aire frio y seco de la Costa. Debido a que la temperatura disminuye con la altura sobre el nivel del mar en la troposfera, se pueden producir nevadas en las partas altas de las cadenas montañosas interandinas (desde 3500 msnm; p.ej. Papallacta, Parque Nacional Cajas). La cantidad de la nieve depende del contenido de humedad en el aire.
Este fenómeno puede intensificarse cuando aire frio de la Antártica invade es subcontinente suramericano, llamado vórtice polar en la meteorología (ingles: polar outbreak). Durante los meses junio a septiembre (invierno austral) los vórtices polares son generalmente más comunes y pueden llegar hasta Brasil, ya que el subcontinente suramericano no cuenta con codilleras altas latitudinales que pueden obstruir la invasión del aire polar (barreras montañosas). Esto reduce las temperaturas sobre la Amazonia notablemente (frente fría), y nevadas en la parte alta de los Andes de Ecuador son más probables.
Estos cambios del clima abruptos y repentinos son un fenómeno meteorológico normal que se repite periódicamente. La vegetación natural en alturas elevadas (generalmente páramo) está adaptada a esto y a las nevadas resultantes. Sin embargo, el cambio climático observado modifica la presión del aire y la circulación atmosférica (vientos) a escala global, que también influye la distribución de la humedad. En la zona tropical, donde se encuentra Ecuador, el calentamiento global generalmente implica tasas de evaporación más altas, por lo que más agua se encuentra en el aire, y las precipitaciones o nevadas resultantes son más extremas.
En agosto pasado el país tuvo la presencia de nevadas extraordinarias en el sector de Papallacta, provocada por este fenómeno cíclico. Las cantidades de nieve muy altas fueron producidas por la interacción de los procesos explicado antes, aunque estos no tienen las mismas fuerzas todos los años. Sin embargo, el cambio climático, debido a la emisión de los gases de efecto invernadero (GEI) y la contaminación del aire, provoca un desequilibrio en el sistema climático y en sus componentes conectados, que resulta en eventos meteorológicos más fuertes y frecuentes. Ante esto al ser humano solo queda mitigar los efectos del cambio climático (p.ej. reducción de las emisiones GEI y conservar el medio ambiente) y adaptarse al clima más extremo del futuro.
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