Entrevista por Juan de Althaus
Desde su especialidad en el sector empresarial, se discutió con Francisco Alarcón sobre la necesaria vinculación que debe tener este ámbito con la educación actual, complementando esta articulación con las nuevas tendencias tecnológicas. Él es miembro del Consejo de Regentes (CR) de la Universidad Casa Grande (UCG) y director del Centro de Mediación Empresarial (CME). Es magíster en Derecho Comercial Internacional de Queen Mary University of London; y en Administración de Negocios de Vanderbilt University.
¿Has tenido cierta vinculación histórica con la UCG?
Sí, desde el 2000 o 2001, cuando Marcia Gilbert tuvo la amabilidad de invitarme a ser el decano fundador de la Facultad de Administración y Ciencias Políticas de la universidad. He dado clases desde el principio y he permanecido vinculado a la UCG, a la cual es muy fácil agarrarle cariño.
Ahora te has incorporado al CR, ¿cómo evalúas tu papel?
Tengo la suerte de estar rodeado de colegas con una amplia trayectoria universitaria, quienes son de primerísimo nivel y traen perspectivas diferentes, tanto en el ámbito educativo como en una visión global de la situación económica.
Las autoridades de la universidad han reunido a personas con distintos puntos de vista, lo que ha dado mucha fuerza a la UCG. El CR es una instancia que le da formalidad a la institución, más allá de ser un requisito legal, y nos sirve a nosotros para —desde una posición estratégica, mirando el bosque en lugar de los árboles— observar la marcha de este centro educativo. El CR también beneficia a las instancias administrativas directas de la universidad, para que exista una visión global y que la administración reporte. Lo anterior permite que se cumplan los objetivos. Estoy muy contento de formar parte de este CR.
Desde tu perspectiva, ¿cómo consideras la educación superior privada y a la UCG en particular?
La educación privada viene a llenar un espacio que es absolutamente necesario, viene a sumar. Es lamentable que, durante el gobierno anterior, hubo un esfuerzo por menospreciarla, como parte de denigrar todo lo que sea privado. Eso es un error muy grande, porque, más bien, lo que se busca es complementar la educación y salud pública.
La educación privada en el Ecuador tiene un lugar muy especial. Ha sobrevivido todo este tiempo en base a la excelencia y el compromiso, sobre todo la UCG. Y creo que en esto se diferencia la Casa Grande de la mayoría: su vocación pedagógica, liderada por Marcia Gilbert, con el respaldo de los directivos.
Los números hablan por sí solos. La alta demanda que tiene la educación privada, en general; y la educación de la UCG, en particular; muestra claramente una necesidad que está siendo cubierta. El sector público necesita del privado y viceversa.
Desde la óptica empresarial, ¿cómo evalúas la importancia de la educación que se ofrece en la Universidad Casa Grande?
Bueno, los alumnos de la Universidad Casa Grande logran un índice de empleo muy alto. De primera mano, con nosotros han trabajado algunos graduados de la UCG. Quienes se graduaron hace algún tiempo, hoy ocupan excelentes cargos, y es alta la cantidad de alumnos que actualmente se gradúan y consiguen empleo.
Creo que hace falta —en general en el Ecuador— una mayor articulación entre la empresa privada, la academia y el Estado; este famoso triángulo virtuoso, para ir generando carreras, especializaciones y adaptaciones, que las necesita el sector privado. No creo que la UCG adolezca de eso, pero no está de más un acercamiento entre estos sectores en la educación, sin prejuicios. Desde luego, que los jóvenes estudien lo que quieran.
¿Cuáles nuevos estudios son necesarios hoy en día?
Es indispensable ir modificando y evolucionando la oferta de todo, no solo de lo académico. Una empresa que jamás modifique y adapte sus productos a las nuevas tendencias o necesidades de los consumidores, quedaría absolutamente obsoleta.
Creo que en muchos casos la educación pública adolece de no adaptarse a la demanda, y la educación privada a veces lo hace por instinto, más que por una verdadera articulación. Considero que es indispensable, sin sacrificar profundidad y rigor académico, que haya siempre una adecuación de la oferta de todo, y en particular la educativa, ante tantos cambios que tenemos hoy.
En el sector industrial, muchas veces le confiábamos nuestras maquinarias a personas que no tenían una capacitación expresa, incluyendo todos los niveles socioeconómicos. Entonces, es muy importante ir afinando la oferta académica a las necesidades del sector productivo, y que este la conozca. Mucho del éxito que han tenido algunos países del primer mundo se debe a que esta articulación es constante.
El diseño conceptual en la inteligencia artificial y su técnica, ¿es un tema importante en el país que debería ser considerado por las universidades?
Cómo no. En general, hay mucha necesidad en el sector industrial de carreras técnicas, que pueden ser intermedias. Por el 2008, por ejemplo, la Asociación de plásticos desarrolló un programa a la medida con la ESPOL, pero se fue abajo por las reformas educativas que todos conocemos.
Hay una necesidad por aprender bases técnicas, luego tecnológicas y de robótica. Hoy en día, están para quedarse, y esto se encuentra en muchos lugares. La robótica reemplaza el trabajo rutinario. Es un campo que los profesionales ecuatorianos tienen que conocerlo, porque de eso depende la competitividad del sector industrial y comercial ecuatoriano.
¿Y qué comentarios le merece el mundo digital que la pandemia ha priorizado?
Es indispensable conocer este tema y usar sus herramientas. Fíjese que antes muy poco habíamos escuchado hablar de Zoom. Entonces, el componente digital ya es fundamental y los alumnos vienen con ese chip, por lo que la oferta educativa tiene que involucrar eso de manera muy intensiva.
En definitiva, para mí, un mensaje clave es la articulación necesaria que tiene que haber, de algún modo más formal, entre el sector productivo y la academia. La creación de un ámbito institucionalizado permite intercambiar ideas y necesidades.
Texto original publicado en el N.16 de Ventanales, revista de la Universidad Casa Grande:
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
La IA marca una nueva era en los procesos editoriales
Unos suben en ascensor panorámico veloz y otros en escaleras espinosas lentas
Mente positiva
ENTREVISTA: Energía sostenible: el futuro empieza en casa
Resurgimiento