Burguer King, el famoso restaurante estadounidense de comida rápida, lanza una campaña arriesgada, utilizando un tema de interés general como es la depresión entre los adolecentes. El mensaje medular es: nadie es feliz todo el tiempo y está bien sentirse así.
Las opciones disponibles solo en algunos restaurantes de Estados Unidos se llaman real meals o comidas reales. Se inspiran en varios estados de ánimo: ya que se puede encontrar la cajita enojada, cajita triste, cajita salada, entre otros, con temas de sentimientos negativos.
Aunque al final de la publicidad, la cadena nombra a Mental Health América, una organización que trabaja por la salud mental de las personas y se aclara que la campaña será por tiempo limitado, me preocupa que los jóvenes que se sienten enojados, tristes, pesimistas o hartos con su vida no acudan a quien verdaderamente puede ayudarlos a sobrellevar sus problemas.
Compartí el comercial con un grupo de estudiantes y las posiciones estuvieron divididas: a algunos les pareció genial que la marca apoye esta iniciativa de salud y acompañe a las personas que padecen de depresión y no se sienten felices, mientras a otros les pareció que es un tema demasiado delicado como para perderse en la banalidad de una campaña publicitaria.
Cuando se diseña una estrategia de marketing, las marcas abarcan todos los puntos de contacto con su nicho de mercado. En ese caso, ellos están enfocados más con los adolescentes y parte de la estrategia es apoyar las causas y temas que son importantes para su target. La campaña es inteligente porque, además de alinearse con una necesidad enorme como es el tema de la salud mental en los jóvenes, ataca a la competencia que ha sido mundialmente conocida como “happy meal” o comida feliz, cuyo target está enfocado más a los niños pequeños.
Por ello, esta es una campaña orientada a millennials que parecen tener más problemas de salud mental que sus antecesores. En las universidades, a nivel mundial, es una preocupación latente: las series enfocadas en problemas como el suicido o la depresión; los retos en redes sociales -como la ballena azul- están muy metidos en la mente de los jóvenes.
Pudiera ser decepcionante pensar que atrás de esto hay un interés de vender más, pero es interesante que las marcas se enmarquen en las necesidades de sus clientes y cuidar la salud mental de los jóvenes es una prioridad.
El mercado ecuatoriano está entendiendo bien las necesidades de su target y estas problemáticas de la sociedad debieran también dinamizar las marcas nacionales.
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