¿Por qué la Universidad debe ser un Parque Científico Tecnológico? La figura está legalmente reconocida en el Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos Creatividad e Innovación y lo que hace es juntar la parte académica y de investigación en este caso de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) con el sector productivo. Es el mecanismo a través del cual podemos transferir el conocimiento creado en el campus a la sociedad.
El problema actual es que mucho del conocimiento generado en las universidades está relacionado con ciencia básica que generalmente se queda en una publicación científica. Nuestro interés, como institución, al constituirnos como Parque Científico y Tecnológico, es precisamente visibilizar la gestión de investigación e innovación académica.
El Parque Científico es la forma como la universidad usa toda la experiencia acumulada para transformarla en productos o bienes y servicios que son demandados por el sector productivo ecuatoriano. Y engloba toda la actividad que hace la Universidad: formación de pregrado, posgrado, a distancia, presencial, servicios de innovación y consultoría. Es como un contenedor, aunque tiene un espacio físico representativo, el edificio de prototipos con laboratorios dedicados solo a prototipar, es investigación aplicada. Es un edificio de seis mil metros cuadrados inaugurado hace pocos meses.
Este proyecto nace de la idea de juntar la universidad con la empresa para convertir a la academia en un socio clave del sector productivo ecuatoriano, porque generalmente el campus universitario es el sitio donde se genera el conocimiento, pero si ese no es demandado por la sociedad estará destinado a quedar en los claustros sin ningún impacto en la sociedad y su medio circundante.
Es un espacio, además, donde el empresario o emprendedor puede sentirse cómodo para contarle a la universidad qué necesita. Nuestros estudiantes y personal docente están en capacidad de desarrollar productos nuevos, según sus necesidades, con ideas muy creativas e innovadoras.
El sistema de prototipos ha permitido a la universidad generar conocimiento que va a una publicación científica, pero también a un registro de la propiedad intelectual; es decir, a una transferencia del conocimiento que representa un potencial negocio. El conocimiento que muchas veces puede resultar abstracto es aterrizado en algo tangible.
En la actualidad, el Parque se asienta en cinco pilares: Innovación en alimentos; Tecnologías para el aprendizaje; Biotecnología y farmacéutica, Internet de las cosas; y Turismo. En este momento, la mayor demanda se concentra en la agroindustria y tecnologías de la información.
El proceso de trabajo es bastante sencillo. Cuando llega un empresario o un emprendedor a la Universidad conversamos sobre sus necesidades, con una taza de café lojano, luego, internamente medimos si tenemos capacidad de respuesta y de agregar valor, esto con base en nuestro principal capital: el humano; siendo afirmativa la respuesta, se desarrolla la propuesta de trabajo.
La Universidad aporta con todo el contingente humano y los equipos de sus laboratorios para trabajar en algunas vías de solución a cualquier problemática. Un equipo elabora una propuesta técnico económica de la cual el empresario es coparte, porque debe cubrir algunos costos directos en la generación del prototipo.
En esta metodología, preferimos invertir un poco de tiempo en dejar claro cuál es el producto que obtendrá el empresario, cuál será el aporte de la Universidad, qué costos existen y quién los cubrirá; en qué tiempo obtendremos los productos, solo allí, se firman los acuerdos que dan inicio al proceso de investigación.
Generalmente, luego de 90 días, que es el término promedio, convocamos al empresario o emprendedor a escuchar y evaluar al menos dos prototipos de solución a su idea original. ¿Por qué dos? Porque él escoge en función de la capacidad instalada o de la realidad de su empresa con cuál de los prototipos se queda. En estos procesos siempre participan estudiantes tutelados por investigadores expertos en el área.
El otro mecanismo con el que trabajamos es el innovaton implementado cuando el empresario o la institución que demanda un bien o un servicio no sabe cómo desarrollarlo. Es decir, solo conoce el problema. A modo de ejemplo, a la Universidad llegó la necesidad de la Municipalidad Lojana, sobre una solución al tema del parqueo en el casco central de Loja. Activamos este sistema y se inscribieron 139 alumnos para proponer ideas.
El otro mecanismo con el que trabajamos se llama Retos y se activa cuando el empresario tiene una concreción mayor de su necesidad: sabe a qué mercado quiere ir, tiene datos de mercado; es decir, tiene una necesidad pero requiere un prototipo para solucionarla.
La transferencia se hace sin costo alguno cuando se trata de un emprendedor, pero también puede haber un codesarrollo de un prototipo. Eso porque el tema de propiedad intelectual no le deslumbra a la universidad, no la considera una vía de negocio. Es solo un mecanismo de negociación para poner en valor lo trabajado o para dar el crédito a los investigadores.
Esta relación universidad-empresa es muy natural en otras partes del mundo. Es impensable en otras latitudes que la empresa desarrolle todo por sí misma sin la colaboración y la participación de la academia. Pero en Ecuador es lo contrario. Es una utopía que la empresa privada pueda ir a la Universidad a desarrollar productos, cuando ese es el mecanismo normal.
Es necesario un aprendizaje mutuo. Hemos tenido algunos casos de éxito, en otros no se ha llegado a desarrollar el producto que el emprendedor o el empresario ha solicitado, pero eso es parte del aprendizaje, de la maduración de estos mecanismos universidad-empresa en los que el Estado tiene un papel preponderante, definiendo un Marco Jurídico adecuado que permita a estos dos actores trabajar armoniosamente.
Al menos 500 estudiantes han participado en el desarrollo de ideas o prototipos, con la tutela de unos 50 profesores. Los productos de muchos de estos procesos ya han sido transferidos a los empresarios. Son productos posicionados en el mercado. Esta metodología nos permitió acercar la actividad universitaria a la sociedad.
Una de las misiones de la universidad es generar conocimiento, pero hacerlo sin acercarse a la sociedad es inútil.
El empresario actual necesita consolidar su elemento diferencial para ser mucho más competitivo en un mundo global. La empresa que no innova o no está actualizada corre el riesgo del salir mercado.
Nuestro objetivo principal fue fusionar el sector productivo con la academia, integrar los elementos de investigación e innovación a la industria, un aporte del sur de Ecuador a todo el país.
Ahora con la integración de la UTPL a la Asociación Internacional de Parques Científicos y Áreas de Innovación (IASP, por sus siglas en inglés), de la que también son parte Yachay y la Espol, el aporte será de Ecuador al mundo. Esta red, permite visibilizar la actividad de todos sus integrantes para generar sinergias.
Estas redes permiten puntos de encuentro entre la investigación, el generador del conocimiento y los demandantes de ese conocimiento. Trabajamos en poner valor al cocimiento desarrollado acá en Ecuador. Es una relación ganar-ganar.
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