¿Cuál es la salida política e institucional a la crisis de Venezuela? Por lo visto no es la negociación porque a estas alturas cualquier dialogo entre gobierno y oposición es una posibilidad agotada, tampoco la presión internacional a la que parece importarle poco el futuro del rico país sudamericano. Así, solo queda esperar que las masivas manifestaciones populares puedan sacar del poder a la dinastía chavista que ha gobernado durante los últimos 18 años.
Infortunadamente esto representa un alto costo a pagar por parte de los ciudadanos venezolanos, con un con un saldo de 71 víctimas mortales, durante la última jornada de protestas que ya cumple más de dos meses. Un sacrificio demasiado grande.
Infortunadamente esto representa un alto costo a pagar por parte de los ciudadanos venezolanos, con un con un saldo de 71 víctimas mortales, durante la última jornada de protestas que ya cumple más de dos meses. Un sacrificio demasiado grande.
Las movilizaciones han servido para alertar a toda la población. Si bien antes había alguna indiferencia de algunos sectores, ahora el ciudadano ha hecho conciencia y ha encontrado en salir a las calles la forma de expresar su rechazo ante la escasez de alimentos, medicinas, la violación de sus leyes, el atropello permanente a los derechos humanos, al conflicto institucional, la corrupción y el narcotráfico enquistados en las altas esferas.
Actualmente las protestas no son únicamente responsabilidad de la oposición sino de toda la población que no resiste más la crisis, provocada por la tiranía que gobierna esta nación.
¿Cuántos muertos se requieren para que la comunidad internacional reaccione y trabaje por la paz? El pueblo venezolano no requiere un muerto más por esta causa.
Manifestaciones y la solidaridad internacional
Además de la acción de su propio pueblo, Venezuela necesita de la solidaridad de América Latina y del resto del mundo hasta conseguir la salida del actual Presidente Nicolás Maduro y su banda de saqueo.
La paz debe estar por encima de cualquier interés y cálculo político. En este caso, hay quienes todavía apuestan por el dialogo pero en Venezuela ya una vía agotada. Las negociaciones han fracasado, incluso la mediación papal. Esto ha llevado al país a un aislamiento internacional y le ha restado ante la comunidad internacional. Los esfuerzos del Secretario de la OEA, Luis Almagro, no han tenido mayor eco; mientras en la Organización de Naciones Unidas (ONU) el tema ni siquiera ha llegado a ser tratado.
La actitud de la Fiscal y la Constituyente
Visto desde afuera es evidente la fractura de la elite gobernante, con la ejemplar actitud de la Fiscal de la República, Luisa Ortega Díaz, quien fue una radical chavista y ahora se opone a la Asamblea Constituyente convocada por Maduro a través de varios recursos presentados al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) integrado por más de una treintena de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia cooptados por el poder.
Resulta contradictorio discutir sobre una Constituyente cuando en Venezuela existe dictadura. Los venezolanos han demostrado que no han tolerado este tipo de gobierno. Antecedentes de lucha prevalecen en la historia.
Resulta contradictorio discutir sobre una Constituyente cuando en Venezuela existe dictadura. Los venezolanos han demostrado que no han tolerado este tipo de gobierno. Antecedentes de lucha prevalecen en la historia.
El ciudadano venezolano frente a coyuntura que vive el país sabe cuáles son realmente sus intereses y quien lo representa. Ahora el pueblo está más claro que nunca como lo dice como lo dice su gente: “El que se cansa pierde”.
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