El país realizó este 10 de enero de 2017 una nueva emisión de bonos por USD 1.000 millones, que se suma a la emisión que se realizó el 8 de diciembre de 2016 por USD 750 millones. Eso reitera la necesidad de liquidez que tiene el gobierno. Si bien está próximo a salir, no debería generar más endeudamiento, sea cual fuere el gobierno que quede electo.
Pero al ser un año electoral, Rafael Correa necesita dejar la economía a buen ritmo, apuntalar la candidatura de Lenin Moreno, para no mostrarla afectada, dado que el gasto público va a seguir manteniéndose. Eso es claro porque entre el 2015 y 2016 no se dieron señales políticas y técnicas importantes de reducir el gasto; a pesar de que se ha visto una leve mejora en la economía, dada por el aumento del consumo de hogares en los últimos dos meses del año anterior, obviamente eso no se evidencia aún en una recaudación tributaria que despegue lo suficiente. En ese sentido, en un mes el gobierno ha recibido USD 1.750 millones –USD 750 millones en diciembre- de liquidez para mantener el nivel de gasto.
Si bien se observa una solución de corto plazo, se traslada el problema a los próximos gobiernos porque el actual tiene la liquidez que necesita para mantener el ritmo de gasto hasta que culmine su mandato (en mayo de 2017) y así garantizar en está época de elecciones los pagos a trabajadores y proveedores; pero esas deudas se deben saldar en algún momento. Precisamente esta última emisión se debe cancelar en el 2026, es decir, se traslada el problema de liquidez del país a los próximos tres gobiernos.
Estas cifras de endeudamiento que está teniendo Ecuador son muy importantes. El año pasado sumó cerca de USD 13.000 millones de deuda entre China, las emisiones de deuda, organismos internacionales, etc. Esto llevó a que el gobierno haga un nuevo cálculo en el nivel de endeudamiento porque ya estaba cerca del 40% con respecto a la relación del PIB -que permite la Constitución- y se bajó a un 32%; ahora nuevamente está entre el 37 % y 38 % dadas las nuevas contrataciones de deudas realizadas. Claro que en este rubro no se considera a las preventas petroleras, donde se hipoteca los ingresos futuros de petróleo, porque así el nivel de endeudamiento sería mucho más alto.
Alternativas económicas del país ante la deuda
Los nuevos gobiernos deberían centrar sus esfuerzos en incentivar y aprovechar de manera sustancial el acuerdo comercial con la Unión Europea, eso toma su tiempo, pero es importante hacerlo, eso hará que ingresen divisas y posicionar productos, adicional debe ir concretando acuerdos comerciales con otros países; pero esos resultados se verán en el mediano y largo plazo.
Muchos de los candidatos están proponiendo reducciones de impuestos, eso es saludable porque permitirá dinamizar la economía y se podrá recaudar más impuestos, pero no necesariamente porque existan cargas impositivas más altas, sino porque se está consumiendo más; pero lo que sucede es que hay un ritmo de gasto que en corto plazo ya está comprometido en función del nivel de ingresos tributarios que se tiene, entonces cualquier gobierno que asuma este año tendrá que sopesar de qué manera sustituirá los ingresos por conceptos de tributos que espera eliminar.
Otro aspecto importante es atraer inversión extranjera, pues Ecuador sigue ocupando los últimos lugares en la región en este tema. Si bien hubo un ligero repunte en el 2016 por el puerto de aguas profundas de Posorja, es algo puntual. Hay que lograr que ese flujo de inversión extranjera directa sea constante; en el país se sigue recibiendo menos de USD 1.000 millones al año por este concepto. Ese tipo de recursos es importante porque van de la mano con inversiones productivas que van a ayudar a la economía del país, para eso es importante la seguridad jurídica que brinde Ecuador y que demuestre que no es riesgoso, que es un lugar en donde se garantizan las inversiones y que esto a su vez sea el resultado de que el país se pueda abrir al comercio exterior, mejorar el consumo de los hogares y reducir el gasto público y así generar mayor liquidez en el tiempo.
Otra estrategia es buscar alternativas para renegociar la deuda. Ecuador ha adquirido préstamos con altísimas tasas de interés – de las más altas de América Latina- y esos recursos que se están dando por pagos de intereses son importantes. Al 11 de enero de 2017 se ubicó en 608 puntos, ha tenido una ligera alza con respecto a los últimos días, pero no es tan bueno como en otros países (Colombia o Perú) que está en menos de 300 puntos. Sin embargo, en relación a los 1.500 puntos que tuvo Ecuador a inicios del año pasado, es una cifra manejable y que de cierta manera ha contribuido a que se reduzca la tasa de interés en las emisiones que se han realizado, ofreciendo los bonos de 10,75 % o 9,12 %, que fue la última emisión.
Justamente esa reducción del riesgo país está motivada por la posibilidad de un cambio de gobierno, un cambio en las expectativas económicas, así como también a la mejora relativa en los precios del crudo que en los últimos meses se ha cotizado por encima de los USD 50 y Ecuador recibe por barril un valor por encima de los USD 40. Esto le da al gobierno una mayor capacidad de maniobra versus el precio de barril de petróleo que recibía meses atrás. Obviamente iniciar una renegociación puede generar expectativas de cambio de reglas y puede ser mal percibido.
Finalmente es necesario revisar el nivel de gasto público del gobierno actual y analizar otras formas de ingresos que no condicionen el bienestar y calidad de vida de la población en un futuro no muy lejano.
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