En la agenda inmediata del presidente electo estará organizar un gobierno para el corto espacio de su gestión, buscar aliados políticos en el parlamento para temas estratégicos y delinear los primeros bosquejos estratégicos con miras a las elecciones del 2025, ya sea que intente participar directamente o promover a terceros. En el primer punto, los social cristianos, a pesar del limitado número de sus diputados, tienen desde su líder una amplia experiencia en la gestión política y podrían ser cualitativamente el primer aliado o los primeros consejeros. Luego, le corresponderá intentar acercarse al grupo que fundó el fallecido Fernando Villavicencio, el cual constituye una importante fuerza parlamentaria inicial de 30 parlamentarios, siempre y cuando no se disuelva debido a las disputas y ambiciones internas.
A pesar de la inexperiencia del mandatario electo, y no de los primeros nombres de su gabinete, gran parte del éxito de su gestión dependerá de la concreción de pocos pero importantes ejes en su administración, dado que la campaña electoral ya es cosa del pasado. Por tanto, con respecto a los primeros bosquejos de su equipo, deberá reconocer la diferencia entre los titulares y los verdaderos expertos en las diferentes áreas ministeriales, especialmente en asuntos tan complejos como las finanzas, la seguridad y las relaciones internacionales. En este contexto, la decisión de nombrar al ex vicepresidente Alberto Dahik como un verdadero premier podría anticipar las definiciones económicas y sociales del régimen.
El mandatario electo deberá aprender rápidamente la diferencia entre los tiempos de una campaña exitosa y sorpresiva y los desafíos de una administración difícil sin apoyos políticos directos. En estas circunstancias, el mandatario comprenderá que las urnas electorales y sus resultados son parte del pasado. El nuevo líder deberá trazar su propio camino y, durante su mandato, adaptarse a los nuevos tiempos políticos y sociales. Además, debe fomentar el potencial de la juventud que votó por sus novedosas propuestas para la administración de un gobierno temporal y para el potencial que se inaugurará en 2025. Como dijo Winston Churchill, sin caer en la apologética sino expresando un sincero deseo: “Lucharemos en los mares y océanos, lucharemos con creciente confianza y creciente fuerza en el aire, defenderemos nuestra isla, cualquiera que sea el costo…”