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17 binomios: ¿Democracia o teatro político?

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Las falencias jurídicas de la ley de elecciones y de la Constitución permiten que el proceso democrático en Ecuador sea una obra de teatro burda, al estilo casi de Venezuela. La posible participación de casi una veintena de candidatos lo confirma.

Los factores que facilitan esta atomización pueden ser: 1) Sistema Político: El sistema electoral que permite la convivencia y participación de partidos y movimientos políticos; 2) Diversidad de Ideologías: La disfrazada variedad de ideologías y propuestas políticas atrae a diferentes grupos y sectores de la población; 3) Crisis: En contextos de crisis económica, social o seguridad, es común que surjan nuevos líderes y movimientos que buscan representar las demandas de la ciudadanía; 4) Facilidad a la Candidatura: La poca exigencia de las regulaciones electorales permiten que tanto partidos y movimientos políticos existentes y otros que se crean solo para presentar candidatos, inscriban sus candidatos; 5) Interés Personal: Algunos individuos pueden ver la candidatura como una oportunidad para influir en la política del país o para promover sus propias agendas, independientemente de su viabilidad electoral; 6) Corrupción: La institucionalidad electoral deja hacer y deja pasar todas las solicitudes sin un verdadero análisis de la idoneidad de cada uno.

Esta diversidad disfrazada influye a creer que hay candidatos que representan la continuidad del Estado BENEFACTOR y las políticas progresistas. Estos aspirantes se llenan la boca con discursos sobre justicia social, la inclusión y el fortalecimiento del bienestar comunitario. Se apoyan en un esquema populista dizque para reducir las desigualdades económicas y sociales, promoviendo programas y proyectos de educación, salud y acceso a servicios básicos, sin importar el endeudamiento requerido para ello y la gran corrupción en el uso de los fondos públicos.

En contraposición, otros candidatos más sensatos abogan por un enfoque más neoliberal, defendiendo la apertura de mercados, la atracción de inversiones extranjeras y la promoción del crecimiento económico a través del sector privado. Proponen reducir el gasto público y enfocarse en políticas que incentiven la competitividad y el emprendimiento.

Pero, ¿qué hay detrás de la presencia de tantos candidatos? Simplemente no aprendemos, esto es la corrupción en el proceso electoral, no se reforma la ley para evitar tantos candidatos. Así nos juegan a la cuca, a la engañifa.

En primer lugar, la atomización en la primera vuelta, donde se eligen a los asambleístas, facilita que la gran mayoría de partidos y movimientos políticos, aparentemente divididos, tengan representantes en la asamblea y logren mayoría. Por eso no se reforma la ley, creemos que es necesario ganar la Presidencia de la República, mientras ellos ganan la Asamblea y gobiernan desde ahí. Por eso hay tantos candidatos disfrazados de diferentes, pero son los mismos. Así le maniatan al presidente electo y gobiernan a su antojo.

En segundo lugar, ¿qué está detrás de esta cifra tan alta? La corrupción es el mecanismo causal que ha contribuido a mantener inalterable esta situación. Debemos entender que la corrupción no solo es un problema moral; también tiene implicaciones políticas y sociales. Esta práctica ha minado la confianza en las instituciones, afectando no solo a los ciudadanos, que se sienten desilusionados y desconectados de la política, sino también a quienes podrían tener intenciones de inversión en el país. Además, abre un espacio fértil para que muchos corruptos se postulen como candidatos persiguiendo su propio interés económico y de protección ante la ley por sus fechorías anteriores. Es decir, ven a la participación política como una oportunidad de enriquecimiento personal en lugar de un servicio a la comunidad. En este contexto, surgen candidatos de todo tipo, desde los que prometen cambiar la narrativa, hasta aquellos que simplemente buscan un lugar en el escenario para mantener su agenda personal. Esta multiplicidad de candidatos refleja una respuesta a la situación actual, donde cada uno trata de captar la atención de un electorado ansioso por el cambio, pero desilusionado por las promesas vacías del pasado.

La corrupción genera un ambiente de competencia desleal. Aquellos que han sido parte del sistema corrupto pueden usar sus recursos ilícitos para mantenerse en la carrera, mientras que otros, deseosos de hacer un cambio, tal vez no cuenten con el mismo soporte financiero. Esto crea un desequilibrio que favorece a aquellos más insertos en estas prácticas. Entendiendo esto, es más fácil ver qué pueden aparecer muchos candidatos (17) con propuestas que van desde las más serias hasta las más absurdas.

En el cuadro 1 se aprecia claramente lo irracional de tener tantos candidatos. Cabe señalar que al momento existen 4 de ellos que deben confirmar su participación.

El 77% de los candidatos están relacionados con el populismo, fuerte o moderado[1]/, que ofrece el oro y el moro por ganar usando los recursos fiscales irresponsablemente. Así está asegurada la mayoría en la asamblea, como se dijo anteriormente. Serrano, Escala, Arauz, González Andrea y Luisa, Kronfle, Tillería, Rabascall, Cueva, Granja, Iza, Saquicela, Topic y Sánchez son lo mismo, correístas, morenistas o socialcristianos. Sus acciones y sus relaciones me llevan a catalogarlos de esta manera, así el 71% ha estado, está y estará en contubernio con el correísmo[2]/. Por tanto, son los mismos. No son diferentes candidatos, solo buscan engañarnos para gobernar desde la asamblea.

Los demócratas son la minoría 23% y quienes aparentemente no tiene relación con el correísmo son el 29%. Es decir, si llegan a ganar uno de ellos honestamente en las elecciones presidenciales, su gestión estaría seriamente comprometida por las disputas con la Asamblea.

¿Qué necesita Ecuador y sus ciudadanos en los próximos años? ¿Más populismo absurdo o ajustes indispensables para corregir la situación actual? Es necesario poner la casa en orden.

Los problemas que enfrentamos los ecuatorianos día a día son: 1) Corrupción; 2) Seguridad; 3) Crisis energética; 4) Crisis fiscal; 5) Desempleo. Todos estos problemas no son de la actual administración, son consecuencia del populismo y sus políticas desde inicios de la década de los 2000. No son de ahora, pero se deben resolver o iniciar las acciones para resolverlos en el corto, mediano y largo plazo. Un ejemplo, la crisis energética se ha agudizado y se requerirían aproximadamente unos USD 10.000 millones para resolverlo[3]/. Otro ejemplo, el aumento del IVA al 15% ha tenido, según la autoridad, un mínimo impacto en la inflación.

El plan de desarrollo sustentable del Estado debe priorizar la inversión pública para atraer inversión privada a la producción y prestación de servicios básicos (energía), co-invirtiendo adecuadamente, dada la falta de recursos públicos. Este plan implicaría que el Estado sea responsable de reducir la corrupción, aumentar la seguridad, mejorar la gestión fiscal, e implementar mejoras normativas para la participación privada. Mientras que el sector privado aumentaría las inversiones en servicios públicos, ampliará las oportunidades de empleo, aumentaría la inversión productiva y ampliará las exportaciones al mundo.

Con este plan en mente, analicemos cuán cerca o cuán lejos están los 17 candidatos para ganarse nuestro voto, asumiendo que iniciarán la ejecución de un plan de desarrollo sustentable. En el cuadro 1, últimas cuatro columnas, se detalla la información según el análisis del autor.

Trece de los candidatos están muy lejos o lejos de ofrecernos una solución. De éstos, ocho están muy lejos: Serrano, Escala, Arauz, Luisa González, Tillería, Rabascall, Iza y Saquicela. Cinco están lejos; Andrea González, Kronfle, Cueva, Topic, Sánchez. Los mismos que son populistas y relacionados con el correísmo. Por otro lado, cuatro están cerca de poder hacerlo: Granja, Tabacchi, Cucalón y Noboa.

No nos dejemos engañar, son los mismos. Pilas con las elecciones. Venezuela nos dio mucha información para evitar un fraude electoral. Ahora nosotros hagamos que la democracia funcione para el futuro.

 

[1] / Inclinación de los candidatos en su posible gestión pública.

[2] / Análisis de autor de los últimos 20 años de la gestión pública y su relación con el correísmo.

[3] / www.primicias.ec, consultado 27/08/2024.

 

 

 

 

 

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