El 15 de abril de 2024 se protagonizó por vía digital el panel “Impasse Ecuador-México: política exterior, marco legal, impactos políticos” acerca del diferendo entre México y Ecuador, causado por la irrupción en la embajada de México a inicios de abril de 2024, ordenado por el gobierno ecuatoriano del presidente Daniel Noboa. El panel se realizó en conjunto con el centro de Investigación y Docencia Económicas-CIDE de México.
Paolo Moncagatta, decano del Colegio de Ciencias Sociales y Humanidades de la USFQ abrió el panel con el recuerdo de que fueron unas “unas desafortunadas declaraciones del presidente de México” a raíz del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio que habría perjudicado a la candidata del partido del ex presidente Rafael Correa. Paolo Moncagatta se refirió al asilo político que México concedió a continuación al ex presidente Jorge Glas quien ya cuenta con “dos sentencias en firme a causa de asociación ilícita en el caso Odebrecht y por cohecho agravado en el Caso Sobornos. Fuerzas policiales invadieron la embajada mexicana en Quito, lo que llevó a que el gobierno de López Obrador rompa toda relación diplomática” con el Ecuador, retire a su personal diplomático y se desate la crisis entre los dos países. A Paolo Mancagatta acompañó en esta bienvenida Gerardo Maldonado del CIDE de México.
La mesa de discusión contó con la participación de Carlos Espinosa Fernández de Córdova, profesor de la USFQ, doctorado en historia por la Universidad de Chicago; Grace Jaramillo, profesora de British Columbia, experta en relaciones internacionales; Carlos Heredia Subieta del CIDE, investigador en migraciones que también es economista con estudios en relaciones internacionales; Ximena Medellín, doctora en derecho por la UNAM, profesora del CIDE.
Carlos Espinosa enfocó un recuento de las causas que antecedieron el conflicto que se rompió con la invasión de la embajada de México en Quito. Se preguntó si, desde una perspectiva liberal de relaciones internacionales la irrupción puede entenderse como una ruptura de los instrumentos internacionales como la Convención de Viena y la de Caracas, y se preguntó si este acto ha degradado la reputación internacional del Ecuador, desde distintas visiones teóricas de las relaciones internacionales, del realismo al maquiavelismo. También fue objeto de su reflexión si la maniobra del presidente Noboa incrementó la seguridad frente a amenazas internas. “¿Cuáles fueron las divergencias de intereses que condujeron a esta crisis?”, se preguntó Carlos Espinosa y realizó un recuento que se remontó al gobierno de Lenín Moreno (2017-2021) wue una vez en el poder se legitimó mediante el anticorreísmo y condujo a señalar al correísmo como responsable de la revuelta indígena de 2019. Ello llevó a que varios líderes del partido de Rafael Correa —media decena de líderes correístas— alcanzaran exilio en la embajada de México o el asilo territorial en México.
El profesor Carlos Heredia Subieta enfatizó el carácter hemisférico del conflicto ocasionado con la invasión a la embajada. “El allanamiento de la embajada en Quito es completamente violatorio del derecho internacional y debe ser juzgado por la corte Internacional de Justicia”, señaló, pero hizo énfasis en que el crecimiento de la crisis ha respondido mucho más de acuerdo con los intereses personales de los mandatarios de los dos países: “es el conflicto de dos presidentes que no han manejado de acuerdo con el derecho sino con los intereses políticos internos”, lo que hace responder mayormente a una política interna personalista que termina por violar el derecho internacional.
Grace Jaramillo reflexionó acerca del posible camino hacia adelante después de esta crisis. Analizar estos hechos exige, de acuerdo con su punto de vista, una fuerza llamada de atención al sistema intercontinental. “La integración regional solo ha quedado en una quimera, a menos que se reconfiguren esos lazos de confianza y cooperación en la región, los resquebrajamientos se volverán sistemáticos”. Por lo tanto, de acuerdo con Grace Jaramillo la región no enfrentará problemas más grandes con soluciones de cooperación e integración que se venían trabajando desde hace más de cien años en la región. Recordó que las políticas exteriores son de Estado y no de gobierno, pero ello ha cambiado desde inicios de 2000 en América Latina. “Las relaciones panamericanas habían sido buenas, pero ahora se han enrarecido. Es un momento para mantener la calma y pensar soluciones ad-hoc con comisiones de largo alcance que restituyan el sistema regional como centro de resolución de conflictos”, dijo.
Finalmente, desde el punto de vista del derecho internacional, la doctora Ximena Medellín retomó los temas señalados por los otros ponentes. Se detuvo para reconocer el contexto regional desde el punto de vista de los países. Se trata de una región cada vez más politizada, afectada por el crimen organizado, por el narcotráfico y la impunidad, la desigualdad social y el cambio climático como otro de los factores que marcan a la región. Ese ese el contexto de la región desde el que se deben observar esos hechos, desde su punto de vista. “La crisis que tiene su punto cúspide en abril con el ingreso de fuerzas especiales a la embajada de México en el Ecuador es una violación flagrante a muchos instrumentos internacionales”. “Conceder un asilo no podrá ser considerado nunca como un uso ilegal de las misiones diplomáticas”, recordó la doctora Medellín, tal como ha sido señalado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos a donde ha llegado el conflicto.
Además del tema de las relaciones diplomáticas y de la inviolabilidad de los recintos, también hay que estar conscientes, dijo, que el tema amerita se discutir la figura del asilo diplomático. “Es cierto que América Latina ha construido una tradición más robusta de asilo diplomático”, pero estamos frente a sistemas jurídicos en la región que son objeto de manipulación y sufren un proceso de erosión porque el derecho termina por usarse como arma política.