El TLC entre Ecuador y China es una oportunidad única para fortalecer la economía ecuatoriana. Este convenio promete impulsar el comercio, fomentar la inversión y generar empleo con nuestro principal socio comercial no petrolero.
Ya hemos constatado los beneficios de la suscripción de otros acuerdos comerciales, como el firmado con la Unión Europea. Desde la entrada en vigor de ese acuerdo, se incrementaron significativamente las exportaciones hacia Europa, así como la diversificación de nuestros productos de exportación. Esto demuestra que los acuerdos comerciales son una herramienta efectiva para impulsar el crecimiento económico, crear empleo y mantener empleos directos e indirectos. En definitiva, mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos.
El acuerdo con China nos permitirá acrecentar la entrada a un mercado gigantesco, con una demanda insaciable de productos y servicios. Esto significa que nuestros productos tendrán una mayor visibilidad y podrán competir en igualdad de condiciones en uno de los mercados más grandes del mundo.
No solamente los exportadores, importadores y fabricantes se verán beneficiados, sino también los consumidores ecuatorianos. La apertura del mercado chino nos permitirá acceder a mayor variedad de productos a precios más accesibles, lo cual es una excelente noticia para los bolsillos de los ecuatorianos. Es como un aumento de sueldo.
Durante las negociaciones del acuerdo se protegieron a las actividades más vulnerables de la industria, agro y pesca, por lo que no se verán afectadas. En algunos casos, las excluye del acuerdo. En otros, otorga periodos de desgravación de hasta 20 años. Ejemplo: zapatos.
En un mundo globalizado, la colaboración internacional es esencial. Los acuerdos comerciales son herramientas poderosas para navegar en la complejidad económica contemporánea, permitiendo a países como Ecuador competir eficazmente en el escenario mundial. Ahora, es responsabilidad de la Asamblea Nacional, aprobar este acuerdo acertadamente negociado con China para asegurar un futuro próspero para varias generaciones de ecuatorianos.
Texto publicado en Expreso