“Esta investigación se desarrolló a nivel de toda la Amazonia, y en la misma se encontraron dos resultados importantes”, explica Gonzalo Rivas-Torres, investigador de la USFQ y director de la Estación de Biodiversidad Tiputini, quien participó de este estudio como parte del equipo de investigación que recopiló datos en territorio ecuatoriano.
El primer hallazgo hace referencia a la existencia de varias construcciones medianas y pequeñas, como por ejemplo; sitios para guardar agua, lugares para reuniones alrededor del fuego, entre otros, los cuales se encuentran localizados bajo el espeso bosque de la Amazonía. Rivas-Torres comenta que estas construcciones fueron elaboradas por seres humanos que habitaron este territorio a lo largo de la historia.
A partir de este hallazgo, y debido a la composición de los árboles en diferentes lugares de la Amazonia, incluido Tiputini, el segundo resultado presume la existencia de más construcciones, aún por descubrir en la zona.
More than 10,000 Pre-Columbian archaeological sites likely rest undiscovered throughout the Amazon basin, estimates a new Science study.
Read more: https://t.co/pi4bu2Zhc0 pic.twitter.com/AYRgWbL0b1
— Science Magazine (@ScienceMagazine) October 22, 2023
Para el levantamiento de la información se utilizó la tecnología LiDar la cual identifica edificaciones debajo de la cobertura boscosa. Gonzalo Rivas-Torres explica que “esta tecnología utiliza un drone con un sensor que dispara distintas longitudes de onda de láser, las mismas que impactan el objeto en tierra y regresa el sensor lo que permite, entre otras cosas, graficar de manera digital objetos en el terreno e incluso debajo de vegetación espesa como sucede en la Amazonía”.
Nuestro investigador y actual director de la Estación de Biodiversidad Tiputini de la USFQ comenta que este estudio fue publicado recientemente en la revista científica Science y “es el resultado de nuestra red de monitoreo de parcelas permanentes en la Amazonía, que incluye varios plots que coordino en Ecuador, incluyendo dos en Tiputini y cinco que establecí en el 2002 en Yasuní”.
Esta investigación utiliza, entre otros, los datos de la Amazonía del Ecuador. “Estos datos provienen de parcelas permanentes de vegetación donde medimos cada cinco a seis años el crecimiento de los árboles y la composición del bosque dentro de estas parcelas”, indica el investigador y menciona que cuando se habla de la composición, se hace referencia al grupo y configuración de especies de árboles particulares para esa parcela.
Esta información se unió a datos similares de toda la cuenca amazónica que permitieron correlacionar la composición del bosque en los distintos sitios que se hizo el estudio utilizando vuelos de LiDar y en los que se encontró construcciones humanas.
“De esta manera se puede inferir que si hay una configuración particular de árboles en una zona de la Amazonía es muy probable que esa configuración sea la misma que en zonas donde se encontraron construcciones humanas, y que en algún momento deberemos descubrir utilizando tecnología similar”, añade Rivas-Torres.
Se conoce sobre la existencia de comunidades indígenas que han ocupado la cuenca del Amazonas durante más de 12.000 años. Gracias a esta investigación es probable que los bosques de la Amazonía contengan miles de sitios arqueológicos no descubiertos alrededor de los cuales las sociedades precolombinas modificaron activamente los bosques.
El sitio web de Science indica que posiblemente existen entre 10 mil a 23 mil sitios arqueológicos por descubrir, la mayoría en el suroeste, y menciona que el estudio publicado es “un hallazgo que abre oportunidades para comprender mejor la magnitud de la antigua influencia humana en la Amazonía y su estado actual”.
Conoce más sobre esta investigación publicada en Science, aquí