Una primera aproximación al resultado del balotaje argentino es interpretar que han triunfado las posiciones “anti” en lugar de las “pro”. Anti peronismo y anti provincia de Buenos Aires. Se trata de una victoria electoral, después de que el mismo candidato triunfador sufrió un rotundo fracaso en las elecciones de la primera vuelta y en el debate que sostuvo con el candidato Massa. Sorpresivamente, el resultado fue contrario a cualquier predicción, producto de los eventos electorales anteriores, y generó una victoria en todo el territorio nacional, con apretados resultados a favor del perdedor en Buenos Aires. Fue una sorpresa que conmovió a los círculos políticos de Occidente.
Debe haber varias explicaciones, entre las cuales es posible privilegiar el antiperonismo y el anticapitalismo federal. Cuando el presidente electo Milei expresó al inicio de la campaña que su posición era contraria a la casta política, con los resultados podemos concluir que esa “casta” estaba relacionada directamente con Cristina Kirchner, su hijo Máximo y todo el círculo que administraba el poder desde la Casa Rosada en los últimos tiempos. Por el origen de la votación, es necesario añadir como factor del triunfo una posición nacional o provincial frente a la hegemonía política de la capital porteña.
Con estos antecedentes, el buen desempeño como candidato de Sergio Massa no fue suficiente para que el portador de una bandera que tiene más de “Anti” que de “Pro” logre triunfar de una manera contundente, como pocas veces ha sucedido en la historia política argentina.
Sin prejuicio de que el proceso electoral haya sido limpio, aunque tenso pero no violento, no garantiza una estabilidad política para los primeros tiempos del presidente Milei.
Para gobernantes y gobernados será indispensable el diálogo y una comunicación adecuada para que el pueblo, sin llegar al aplauso, pueda recibir las medidas del nuevo gobierno con madurez y las asimile sin recurrir a las protestas que solo se repetirían en la constante fragilidad institucional de una nación que tiene muchos recursos, pero pocos antecedentes y disponibilidad para el acuerdo y la concertación.