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Al señor Presidente electo

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El señor Presidente electo de Ecuador, Daniel Noboa Azín, ha cambiado, en poco tiempo, la historia de nuestro querido país, para bien por supuesto. El mero hecho de que el correismo no llegó nuevamente, es un cambio en positivo, para sumar y multiplicar, no para restar y dividir. Bien señor Presidente Electo. Digo bien porque en el campo de la causalidad, usted y su equipo lo hicieron muy bien o el correismo muy mal. Inclinaría mi reflexión hacia que el partido ADN lo hizo muy bien. Obviamente bajo su claro liderazgo, que inspira a los demás a trabajar duro, a trabajar con pasión por el sueño de un país mejor. Gestionar con habilidad la relación causa-efecto para lograr el propósito, parecería su estrategia. El resultado final, habla por sí solo.

Cuando hablamos de causa-efecto en el diseño de las políticas públicas para el desarrollo sustentable, debemos primero analizar y reflexionar profundamente sobre las verdaderas causas que genera el problema de la crisis en nuestro país. En segundo lugar, bien comprendida la causa, se pueden diseñar los esquemas alternativos para solucionar los problemas. Tercero, con la seguridad de que el esquema diseñado resolvería el problema, se debe contar con una entidad apropiada para la implementación de la solución. Estos elementos van de la mano los tres, así se ahorra tiempo y recursos. Guiar al equipo de gobierno con su visión estratégica será la tarea diaria, priorizar las políticas públicas a ser implementadas bajo las restricciones existentes, será su tarea más complicada, alinear la base técnica con lo político, social y ambiental será el desafío.

El trajinar calmado en la política nacional, su aprendizaje en la asamblea, su excelente lectura de la situación del país y su preparación académica, suman factores positivos para su futura gestión. No será fácil, pero nos ha impresionado con la certeza de la información que ha compartido en los diversos foros públicos, así como en los privados, entrevistas, debates, y su estrategia comunicacional.

A sus 35 años ya ha trabajado en varios sectores: producción agrícola, industrial, exportaciones, salud y atención social, TICS, lo que podría aportar de buena manera a su desafiante gestión.

¿Qué puede esperar el país del señor Presidente Electo? Honestidad y palabra clara. Esfuerzo y pasión para encontrar las soluciones. Compromiso decidido para desenmascarar la verdad sobre los temas de corrupción que se nos oculta. Flexibilidad para comprender el ejercicio de poder, especialmente de aquellos que no lo quieren perder. Apertura para entender a la oposición y capacidad para proponer y llegar a acuerdos políticos nuevos, sin piola, como dice el dicho popular.

Dos economistas de los buenos, Augusto de la Torre y Alberto Acosta Burneo han puntualizado con claridad y con experiencia, lo que puede hacer y también lo que debería hacer. El proceso reflexivo de los dos es muy claro y justo. El señor Presidente Electo podría abrir espacio de conversación con estas mentes tan claras para profundizar el conocimiento del campo de maniobra disponible para gobernar eficientemente.

Me parecería insensato indicar lo que debe hacer ¡Él lo sabe! Y parece que podría hacerlo. Que la seguridad, que el IESS, que el déficit fiscal, que la producción, que la deuda, que las inversiones, que el empleo. Priorizar los problemas para buscar las soluciones más favorables será su campo de acción, lo ha dicho ya. Ha dado buen ejemplo de cómo conducir una campaña electoral en el peor tiempo y logró que esta sea en paz y sin violencia, a pesar de los sicarios, carteles, pandillas, micro traficantes, delincuentes y corruptos. ¡Lo hizo!

Su experiencia en la asamblea servirá mucho. El tamaño de sus orejas lo ayudaría más. En otras palabras, un buen estadista es aquel que sabe escuchar, que tiene percepción para saber quién es bueno y quien no, que sabe dirigir a la administración pública, que establece los lineamientos de las políticas públicas, que encuentra socios para el país, que da ejemplo. Los jóvenes están muy ávidos de apoyar, pero cuando se hacen bien las cosas. Quieren ayudar a resolver los problemas sociales y ambientales, así como los económicos y de empleo.

Abrir espacio de diálogo eficaz, no a perder el tiempo, afianzará la confianza de los jóvenes. Podría adaptar una dependencia de la Vicepresidencia para recibir electrónicamente, propuesta de políticas públicas, programas y proyectos dirigidos al crecimiento sustentable. En la Vicepresidencia lo deberían filtrar y solo aquellos que han superado los criterios previamente establecidos se acepten para discutir con los proponentes. Es decir, abrir una oportunidad para que los que aman a su país y quieren aportar indistintamente de que sean jóvenes, profesionales, jubilados, trabajadores, emprendedores, comerciantes, sientan la confianza de aportar a la administración pública. Esta unidad podría ser financiada con recursos no reembolsables de Organismos Internacionales de Cooperación Técnica, siendo el objetivo principal, el análisis de opciones para la sustentabilidad del Ecuador.

Le auguramos lo mejor, nos ha dado mucha paz al corazón, calma a nuestras almas, energía a nuestras neuronas y fuerza al maltratado cuerpo. En usted y su equipo confiamos.

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