La palabra “Ninis”, es un neologismo español que se viene utilizando aproximadamente hace una década atrás para referirse a aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan y se encuentran bajo dependencia de sus padres, comprendidos por lo general en la edad joven adulta de 18 a 29 años.
Se espera que, al entrar a la edad adulta, los jóvenes, sean capaces de plantearse metas frente al anhelo de un futuro promisorio, el cual a través del estudio y trabajo lo puedan alcanzar; sin embargo, la realidad es diferente para gran número de jóvenes que deberían ser parte de la población económicamente activa del país. Esta situación hace que este grupo sea vulnerable a prácticas que se encuentren al margen de la ley como ser reclutados para pertenecer a bandas delictivas, prácticas al margen de la moral que afecten el bien común de la familia o una comunidad, o simplemente mantener por mucho tiempo una posición de inactividad productiva que aparte de afectar el entorno familiar, afecta el entorno social y termina afectando a ellos, en el desarrollo de sus habilidades cognitivas, su personalidad y estabilidad emocional.
Según estudios de la Cepal, en América Latina, uno de cada cinco jóvenes del continente, representando más de 20 millones de personas entre 15 y 24 años de edad, se encuentran como parte del grupo de Ninis. A pesar del buen desempeño económico de la región durante la primera década del siglo, con altas tasas de crecimiento y reducción significativa de la pobreza y la desigualdad, la proporción de Ninis descendió sólo marginalmente. El estudio tiene como objetivo proporcionar a los responsables de la toma decisiones de la región un análisis del reto de los Ninis y opciones de política para abordarlo.
De acuerdo a datos del INEC, el 21% de la población de Ecuador son jóvenes, es decir, 3´043.513 a junio del 2022, el 18,5%, ni estudia ni trabaja, lo cual significa que no están aportando a la economía de sus hogares y por lo tanto dependiendo de quien lleva el sustento económico a los mismos, sean padres o hermanos. Para enero de 2023, la tasa de desempleo en jóvenes fue del 7,6% a nivel nacional y la tasa de empleo adecuado/pleno en jóvenes fue del 29,1% y el subempleo en jóvenes fue del 23,4%. Santiago García, presidente del colegio de economistas del Pichincha en septiembre del 2022, realiza un estudio en el cual establece que, en Guayaquil, uno de cada cuatro jóvenes (más del 23%), entre 15 y 24 años, está catalogado como Nini, en tanto que, en Quito, uno de cada siete jóvenes está en la misma clasificación.
Surge entonces la pregunta, ¿qué se está haciendo en Ecuador frente a esta problemática?, entre las iniciativas más relevantes se puede mencionar las del Ministerio de Juventudes, quienes durante varios años vienen desarrollando algunas actividades dirigidas a estos jóvenes tales como un bootcamp que busca incorporar una formación intensiva, que permita a los jóvenes que se encuentran en busca de empleo, tener conocimientos de primera mano y que logren acceder al mercado laboral en un periodo corto de tiempo, esta iniciativa se desarrolla hasta el 21 de julio, como parte de la estrategia del Gobierno nacional. También se cuenta con el programa “Vivo Joven” que busca la generación de redes para apoyar a grupos de atención prioritaria y población en condición de pobreza y vulnerabilidad a través de estrategias transformadoras de voluntariado y vinculación social, con la finalidad de lograr la inclusión de juventudes.
Fundación Educate, que trabaja en la provincia del Guayas, se enfoca en programas de capacitación entre los cuales tienen un proyecto denominado “Jóvenes productivos”, financiado por la cooperación internacional BID y otros contribuyentes. Se ha logrado desde 2006 capacitar a más de 2 000 jóvenes, de los cuales más del 60% han encontrado trabajo permanente. Este proyecto, fomentó la empleabilidad juvenil a través del fortalecimiento de competencias académicas, para la vida y el trabajo, así como técnicas, acompañadas de aprendizaje experimental, a través de pasantías. Se incluyó económicamente y socialmente a jóvenes en riesgo, motivándolos a aprender y a practicar sus conocimientos, generando comunidades de aprendizaje y de apoyo, mediante el uso de la tecnología de la información y comunicación. En esta fase la Universidad Tecnológica Ecotec en el 2019, contribuyó con la fundación con programas de capacitación para el “Desarrollo de habilidades para el Emprendimiento”, con jóvenes que viven en zonas marginales, jóvenes graduados de bachillerato o cursando su último año de colegio.
Sin embargo, el problema es complejo, puesto que, a pesar de estas valiosas iniciativas, estas resultan insuficientes por la escasa cobertura que tienen y por la poca disposición de los jóvenes de encontrar otro tipo de alternativas. Se considera que el abordaje a esta problemática debe ser integral y multidisciplinaria mediante un proyecto que integre a todos los actores y que tenga largo alcance, para que los jóvenes cuenten con varias alternativas y oportunidades tanto para estudiar como para trabajar o emprender, garantizando así sus derechos.