Desde hace unas semanas, las redes sociales hacen eco de varias encuestas de opinión, con resultados muy disimiles. ¿Por qué existe tanta disparidad? La ciencia estadística es la misma, el manual dice claramente cómo hacerlo. No hay invención alguna, creo Yo. Al parecer están usando herramientas estadísticas para conocer la opinión pública sobre las posibilidades de unos y de otros o simplemente para tergiversar a esa opinión. Bueno durante mucho tiempo fuimos testigos de esa manipulación técnica, por ello ya no comemos cuento, como dice el dicho popular.
El concepto de encuesta, según Oxford Languages es: Serie de preguntas que se hace a muchas personas para reunir datos o para detectar la opinión pública sobre un asunto determinado. Para Concepto[1]: Las encuestas son un tipo de instrumentos de recopilación de información, que consisten en un conjunto prediseñado de preguntas normalizadas, dirigidas a una muestra socialmente representativa de individuos, con el fin de conocer sus opiniones o visiones respecto de alguna problemática o asunto que les afecta. Finalmente, para la RAE, encuesta es: Conjunto de preguntas tipificadas dirigidas a una muestra representativa, para averiguar estados de opinión o diversas cuestiones de hecho.
Para el tema que nos refiere hoy la encuesta de opinión política, sondeo político, es un método de investigación cualitativo que busca levantar datos estadísticos de una población adecuadamente seleccionada, diseñar preguntas no sesgadas, recopilar opiniones, interpretar, y generar conclusiones de un grupo poblacional sobre su opinión del tema consultado, utilizando instrumentos estadísticos, pero la verdad de la milanesa es que, no es más que una opinión.
La sana recomendación de los expertos es, tener claro el objetivo. Es decir, qué se desea averiguar con la encuesta, o sea, qué tipo de información se buscará y con qué fines. Aquí es donde aparecen las diferencias. Primera diferencia, unos quieren informar, los otros muy sabidos quieren desinformar y por ello se utilizan o manipulan las herramientas, pues no muchos de los lectores de los resultados se fijan en cuál es el objetivo de esa encuesta. Con esto claro, se comprenderá de mejor forma los resultados que se expongan.
El objetivo nos lleva a la metodología a ser usada. Ésta será la correcta para el objetivo planteado. El siguiente paso es la población. Cómo definirla y su alcance es también muy importante. Caso contrario las respuestas no tendrán sentido y podrían no ser válidas. ¡Eh aquí la segunda diferencia! Los muy sabidos, compran la encuesta, por así decirlo. Si se enfoca en un grupo social determinado, no todos los candidatos son conocidos o de su gusto y las respuestas serían sesgadas. Esto facilita que puedan direccionar los resultados de las encuestas para que la población crea que el candidato X o Y, es el apropiado, de propio no de correcto, ni de apropiación.
Objetivo y población claros desembocan en el cómo preguntar. Las técnicas y métodos cuantitativos son muy amplios en este campo, siempre se busca mantener la atención del encuestado para que sus repuestas sean válidas. La ciencia establece que se evite al máximo el orientar las respuestas, es decir que no induzcan a cierta forma de pensar. Tercera gran diferencia, se diseñan las preguntas con piola o como la trampa con queso. A un grupo poblacional con cierta inclinación le introducen preguntas que van a ser de su agrado y luego realizan la pregunta importante. Así obtienen la respuesta que desean, no la adecuada.
Pero no para ahí la diferencia, la mejor parte viene al último, la interpretación de los resultados. Es preciso recordar que los datos obtenidos, expresados en porcentajes estadísticos o de cualquier otra forma, son consecuencia directa del objetivo, de la población escogida, del diseño de las preguntas y de la forma de encuestar. Oh maravilla, esta es la cereza del pastel. Como se manipularon los objetivos, la población y las preguntas, siempre estará en los primeros lugares su candidato. De esta manera influencian a la población.
Veamos con un ejemplo muy práctico. Mi objetivo es saber si soy guapo. La población escogida es, mi mamá. La pregunta directa es, ¿madre soy guapo para ti? La respuesta establecida determinará que la encuesta concluyó y deberá pasar al análisis de los resultados. Obviamente sabemos que, para una madre no hay hijo feo y por tanto su respuesta siempre será muy positiva o ¡por supuesto hijo mío! La interpretación de la respuesta de la encuesta, es guapo. Por tanto y como conclusión resulta, contra todo pronóstico, que soy guapo.
Los parecidos son mucha coincidencia, ¿no es cierto? Claramente, no como en la canción de Shakira, estamos siendo manipulados. Sin embargo, esta es la cruda realidad a la que nos estamos enfrentando en estos tiempos de proceso electoral. Debemos preocuparnos por el proceso y especialmente de a quien le confiamos el voto.
[1] / Fuente:https://concepto.de/encuesta/#ixzz7r9qdt3gH.