La pandemia del COVID-19 revolucionó la forma en la que se brindan varios servicios, entre esos los servicios de salud. Los nutricionistas debieron adaptar sus prácticas para poder conectar con sus pacientes a través de la pantalla, dándole más fuerza a la telesalud.
Se entiende por telesalud el uso de tecnologías electrónicas de información y comunicación para respaldar la atención clínica a larga distancia. La telenutrición, específicamente, se refiere al uso de tecnología por parte de nutricionistas para la aplicación del proceso de cuidado nutricional. Este sistema incluye el uso de herramientas como videoconferencias, correo electrónico y apps, uso de teléfono, así como tecnologías para el almacenamiento y envío de forma segura de información clínica. Permite tener contacto tanto sincrónico como asincrónico con el paciente, por ejemplo para hacer seguimiento de las recomendaciones enviadas y de los cambios implementados.
Bajo estas premisas, la telenutrición o teledietética implica el uso interactivo de tecnologías de información y comunicación para implementar, por parte del nutricionista-dietista el proceso de atención nutricional con pacientes en una ubicación remota. Se puede utilizar servicios mixtos, en los que especialistas trabajan en conjunto con profesionales de la salud en áreas rurales para brindar mejores servicios. Por ejemplo, un profesional de la nutrición especialista que atiende en una ciudad principal se alía con un nutricionista rural y trabajan mediante videollamada. Así, el especialista puede conversar con el paciente y brindar consejos o terapia médica nutricional mientras que el profesional local brinda apoyo con la toma de ciertas medidas y sirve como consultor experto en la cultura y prácticas del paciente.
Durante una consulta de telenutrición se debe garantizar la confidencialidad del paciente, asegurando que el espacio en el que se realiza la consulta no sea compartido con otras personas y seleccionando un software que sea seguro, por ejemplo: Skype, Whatsapp video chat, Google video Hangouts, Zoom, Apple FaceTime, Facebook Messenger video chat (actualmente, en el país, no existe un software dedicado específicamente a la práctica de la telenutrición). Las siguientes aplicaciones no deberían ser usadas, ya que comparten contenido público: Facebook live, TikTok, Instagram, Slack etc.
El uso de servicios de telenutrición tiene ventajas tanto para el paciente como para el profesional de la nutrición. El paciente se beneficia de tener acceso a más especialistas sin necesidad de movilizarse si este no está cerca, las consultas virtuales generalmente tienen un menor costo por lo que son más accesibles y se puede mantener el tratamiento y consultas a pesar de emergencias. Algunas ventajas de incorporar la telenutrición a los servicios de la práctica de un nutricionista incluyen cubrir a más pacientes, mantener la atención en situaciones de emergencia, complementar los servicios que se brindan en persona, facilidad de brindar varios servicios que no serían posibles por dificultad de acceso, capacidad de reunir a más personas para consultas grupales/sesiones educativas, abre un área para que nuevos profesionales brinden más atención, bajo costo de implementación y permite ofrecer servicios más accesibles.
Como todo, el uso de la telenutrición viene con algunas dificultades, por ejemplo: fallas de conexión o poco acceso a internet, computadora o celular por parte de los pacientes, dificultad para tomar medidas medidas que requieren contacto directo, dificultad para mantener la confidencialidad de la información clínica del paciente.
Si bien la evolución de la pandemia ha permitido regresar a la presencialidad, el mantener la telenutrición como parte de los servicios ofrecidos por el profesional de la nutrición, permite tener una ventaja para brindar diferentes servicios a distintas comunidades con necesidades nutricionales específicas, y mejora el acceso que tienen los pacientes a estos servicios para darle continuidad a su salud nutricional a pesar de la distancia.