El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la cuarta y quinta revisión del programa de crédito que firmó con Ecuador en 2020. Con la aprobación, el organismo multilateral le entregará a mediados de junio un desembolso de $1.000 millones para Ecuador, cifra que supera los $700 millones que el país esperaba al inicio.
El programa con el FMI contempla $6.500 millones de financiamiento en tres años. De ellos faltan por recibir $1.700 millones, los $1.000 millones previstos en junio y los últimos $700 millones a finales de año. Fondos que ayudan a financiar el presupuesto del Estado y tener más recursos para programas sociales e inversión.
Lo importante es que Ecuador con esos $6500 millones y los préstamos de los organismos internacionales invierte en su estructura financiera, con este apoyo se tiene más plazo y mejores condiciones sobre todo en el interés y en el déficit fiscal, lo cual se consigue con los programas y los acuerdos, estos últimos son negociados por el Gobierno.
De acuerdo con el ministro de Economía, Simón Cueva, en diciembre del 2019 los bonos representaban el 45% de deuda pública externa y 31% los organismos multilaterales, mientras que China representaba el 15% de la deuda (por la venta de petróleo) y 10% otros. En marzo del 2022 la principal fuente son los multilaterales con 47%, los bonos ocupan el segundo lugar con el 41%, China pasó al 10% y otros a 3%. Esta nueva estructura permite plazos promedios alargados, que actualmente es de 14,4 años y la tasa de interés promedio del 4%.
Pese a ello, sería adecuado reestructurar en mejores condiciones, la deuda con China.
Desde el punto de vista económico en este primer año de Gobierno se ha ganado la confianza por el ejemplo en el riesgo país, el indicador que mide las probabilidades de un país en cumplir con el pago de su deuda soberana.
De acuerdo con Primicias, confirmada la victoria de Guillermo Lasso en la segunda vuelta electoral, el riesgo país cayó de 1.169 puntos a 824 entre el 9 y 12 de abril de 2021. Esa reducción de 345 puntos reflejó las expectativas del mercado internacional por un cambio de rumbo en la política económica del país. Un ejemplo fue la caída de las tasas de rentabilidad de los bonos 2040, de 13,6% a 10,1%. Es decir, se abarató el costo de financiamiento para Ecuador. Al momento el riesgo país se ha estancado en alrededor de 800 puntos.
La idea es seguir reduciéndolo, por ejemplo, a pesar de la situación política en Perú, su riesgo país es casi la mitad del de Ecuador, por ello cuando se recurra nuevamente a los mercados internacionales para gestionar recursos, nos otorguen tasas de interés más bajas. Lo ideal sería que el Ecuador a futuro, al igual que los países desarrollados, pueda con su propia confianza y garantías soberanas, bajar el costo de financiamiento externo mediante bonos.
Desde el punto de vista monetario las cosas se han ido superando. Esto no significa que ahora contamos con recursos y se pueden, por ejemplo, aumentar los sueldos en la burocracia, incluyendo a los profesores. Sí bien es loable el alza salarial, para ello, se requieren ingresos fijos y la deuda sea soberana, del mercado privado o de los multilaterales, no lo son. Son un crédito que tiene su plazo de pago. El gasto corriente se tiene que solventar con fuentes de ingresos permanentes.
Ecuador sigue buscando recursos en especial para inversión social.
El presidente, Guillermo Lasso, calculó que el país podría recibir ingresos adicionales de $1.500 millones este 2022 por la venta de petróleo, si se mantienen las condiciones actuales del mercado.
Aclaró que, si bien es cierto que el precio del petróleo ha subido “a niveles importantes”, los cálculos locales se deben hacer con referencia al “Crudo Oriente ecuatoriano, que tiene un castigo de aproximadamente $10”.
Es decir, ejemplifica, cuando se vea un precio WTI (Texas) de $100 o $110, el precio real del crudo ecuatoriano es $90 o $100.
Con esos recursos se podría designar a sectores como el de salud, es decir pagar lo adeudado al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), al Ministerio de Salud, entre otras entidades.
De acuerdo con los pronósticos del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, el PIB de Ecuador crecerá en un 4%. Eso significa que el país tiene más ingresos, lo cual se traducirá en más empleo. La base de la economía son la liquidez y la solvencia financiera.
La inestabilidad política, con una Asamblea con la que no hay acuerdos, impide fortalecer la economía, el área social, la salud y la educación.