Chile es un país de partidos tradicionales y heridas dentro de su sociedad, que al parecer han tomado fuerza y lograron “un llamado de atención” durante las revueltas del 2019. Impulsando una revisión del sistema político chileno.
La nación chilena tiene una propia historia con hechos y tiempos que han sido diferentes al resto de Latinoamérica.
En el caso de Gabriel Boric, presidente electo de Chile, abre una nueva ruta para ese país. Logró varios acuerdos con la centro-izquierda marcando el inicio de un nuevo camino. Con esta decisión democrática la sociedad chilena trata de cerrar ciertos ciclos que siguen abiertos en materia de salud, educación, políticas públicas… Un cambio político que alimenta una profunda transformación socioeconómica. Una agenda con esperanzas de cambio que incluye reformas en el sistema. Habrá que revisar la pretensión de armar una nueva Constitución y en torno a ello preguntarse: ¿Cuáles serán los desafíos de la nación chilena?
El mayor desafío tiene que ver con llegar a un encuentro y a un consenso. En la sociedad chilena hubo un sistema que funcionó en su momento y que trajo resultados positivos, tanto así que se lo consideró un país desarrollado; sin embargo, está en la mira de cómo se va a desenvolver el nuevo gobierno porque su liderazgo luce con fuerza propia. Es un hombre joven, que ha logrado llegar acuerdos. Su gran reto es mantenerlos para lograr la gobernabilidad. En la práctica tendrá que tener destreza política para preservar el respaldo de quienes fueron sus aliados.
En Chile la función ejecutiva es muy fuerte y Boric debe estar a la medida, no solo llevando acuerdos sino también en la capacidad de la toma de decisión.
Actualmente, el sistema político se está comprobando, revisando; hay muchos críticos que dicen que Chile está dejando atrás el desarrollo. Sin embargo, ante esas declaraciones, queda ver cómo marcha el nuevo gobierno y cuáles son las medidas que toma desde un inicio. Este gobierno asume el desafío de cerrar el proceso constituyente que ellos ayudaron a consolidar.
Lo que es cierto es que el nuevo mandatario que llega a la Moneda, este 11 de marzo, deberá aplicar una destreza estratégica fundamental para lograr acuerdos y poner en práctica su plan de gobierno. Es un enorme desafío el que tiene por delante, pero a la vez es la figura que Chile eligió de forma democrática de acuerdo a la realidad que se vive, en el presente.
Chile tiene una característica fundamental y es que los chilenos creen que la democracia se construye día a día y no que ya está hecha, esto marca una diferencia con el resto de Latinoamérica.
Lo cierto es que Chile está en la mira del mundo porque en su historia ha existido muchos hechos que han llevado a revisar la institucionalidad democrática. Existe una fractura que hay que soldarla. ¿Cuáles serán sus destrezas? Se dice que el nuevo presidente entra a solucionar el pasado. Es necesario ver su desarrollo para hacer una nueva lectura.
Gabriel Boric tiene que gobernar para todos, tanto para la mayoría que votó por él como para la minoría y esto es un gran reto.