Desarrollar capacidades teóricas y técnicas para la comprensión de la política educativa desde el estudio crítico y el debate acerca de sus dos expresiones: la política educativa oficial y sus documentos, así como también de la política gestada en las comunidades de práctica, para contar con profesionales y académicos de cuarto nivel críticos, capaces de poder identificar las propuestas hegemónicas que desarrolla el poder y el Estado para adecuar la política pública a sus intereses, es el objetivo general de la Universidad Andina Simón Bolívar, a través de la Maestría en Políticas Educativas. Alexis Oviedo, coordinador de esta maestría, analiza el tema.
¿Cómo evalúa las acciones de política propuestas y desarrolladas por los entes rectores de la educación en el país?
Lastimosamente, las acciones de política no han tenido una coherencia o vinculación particular con las necesidades regionales y locales; es decir, en la mayoría de los casos, se ha generado una propuesta desde las instituciones, desde el gobierno central o en algunos casos desde los gobiernos seccionales, para enviar una norma que debe ser cumplida, interpretada o recreada en las diversas poblaciones, sin que ni siquiera se den las herramientas suficientes para guiar esa recreación.
Además, porque hay una carencia de procesos dialógicos reales, priman aun el consenso “falso”, y el diálogo con quienes me van a decir que sí. Así se han manejado de manera general, a nivel del Estado las relaciones de gobernanza, no solo en la política pública. Ha faltado un diálogo que no esté mediado por relaciones de poder, un proceso que quizás sea más largo, pero va a generar sostenibilidad de las políticas en los territorios con la mayor comprensión de las mismas e incluso, una diversificación que dé lugar a la pertinencia de la política a un determinado lugar.
Tenemos, por ejemplo, referencias del currículum, que plantea la diversificación curricular y un gran cúmulo de mandatos nacionales inflexibles, con lo cual no es posible generar un proceso curricular con pertinencia local. Como ejemplo puede mencionarse las escuelas del milenio, creadas con una buena intención, con una perspectiva que desde el desarrollismo querían generar, en la ruralidad, una educación muy similar a la de la urbanidad; pero se olvidaron de procesos antropológicos, culturales e incluso climáticos o geográficos. Fueron diseñadas a partir de una política pública particular y no se logró consolidar el objetivo; por el contrario, se cerraron otras escuelas e incluso muchos niños quedaron fuera del sistema, porque los nuevos planteles estaban muy distantes, en algunos casos con selva o ríos de por medio, o sin estarlo no tenían transporte.
Pero, sin duda, no solo en la educación, sino en otras áreas se evidencia esta falta de vinculación entre el mandato y como este se ejecuta, prima el enfoque que Mac Donald llama, de arriba hacia abajo en el direccionamiento de la política.
¿Por qué es importante comprender la política educativa desde el estudio crítico?
La visión crítica de la política permite ver en qué medida es esencialmente una proposición del poder, para adaptar el hecho educativo a sus necesidades. Si somos conscientes de aquello tenemos un punto de partida para mirar desde otras dimensiones; por ejemplo, la dimensión que optamos en la maestría en donde se parte desde una visión macro, y que busca la comprensión de las relaciones filosofía y la educación, para llegar, a perspectivas particulares, como es el tomar en cuenta las visiones que tienen la niñez y la juventud de la educación. Es importante tener presente en la construcción y el desarrollo de la política educativa aspectos que tradicionalmente adolece, tales como las perspectivas que tienen los niños y los jóvenes sobre sus necesidades, para poder hacer una política que considere sus valores, actitudes, cosmovisiones… y los de su comunidad. Esta visión de criticidad como una perspectiva transversal es una de las propuestas de nuestra maestría.
Ninguno de los programas de maestría considerados por la reglamentación del CES hacen referencia a la política educativa como tal, ¿a qué se debe?
Este es el primer programa de maestría en política educativa, que se da el país. Es una innovación y si no fue considerado necesario estudiarlo a nivel de posgrado, en su momento, tal vez se debe a que hubo una perspectiva, teleológica, un mandato ya dado, que responde a una normativa en la que se ha naturalizado el hecho de que esta política, debe ser cumplida sin criticidad y sin procesos particulares de adaptación.
En la práctica vemos la necesidad de mirar la política educativa para que todos puedan comprenderla en sus distintas dimensiones. En la práctica, al diseñar la política educativa se da poca importancia a las percepciones del hecho educativo que tienen los profesionales de la educación, tales como su visión de la política educativa vinculada a lo que es relevante en su localidad, o pertinente para su grupo de estudiantes, o desde aspectos culturales particulares o de las relaciones; Es importante que se pueda conocer qué se debe tomar en cuenta para diseñar una política educativa vinculada hacia otras áreas, como el presupuesto y la economía. De qué manera un profesional tiene la capacidad de generar una propuesta de política vinculada con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo o llamado por este gobierno Plan Nacional de Creación de Oportunidades. Además, del nexo intersectorial de la política educativa vinculada con otras áreas, por ejemplo, en este tiempo debido a la pandemia del COVID, – que nos trastocó todo el proceso educativo- con el sector salud y asimismo en qué medida se diseñan políticas en vinculación con las tecnologías y con el sector telecomunicaciones.
Esta intersectorialidad que ahora está tomando en cuenta el Ministerio de Educación para recrear el currículo. Tener un enfoque de integralidad y tomar en cuenta la necesidad del estudio multisectorial y multidisciplinario de la política educativa, son aspectos que las autoridades educativas toman en cuenta. Esto ya lo concebimos hace tres años, desde la Universidad Andina cuando diseñamos el programa.
La Universidad Andina al ser un centro de investigación con gran aporte a la sociedad, ¿qué tipo de investigación académicas se busca con la Maestría en Políticas Educativas?
Tenemos dos líneas de investigación que guían el proceso general del programa y que se articulan. En primer lugar, la perspectiva teórica de la política educativa y su comprensión como parte de la política pública, las dimensiones de práctica de poder, de discurso, de ideología, específicamente, vinculadas al quehacer educativo en la sociedad y en la institución educativa. No solamente la política educativa influye a la educación, sino también a las escuelas, a los niños, a los padres de familia; es decir, tiene injerencia en el proceso de desarrollo general de la sociedad y en el proceso formativo de talento humano.
El rigor científico que aportan las diferentes disciplinas teóricas y metodológicas es otro de los objetivos de investigación en nuestro programa, así como analizar las problemáticas particulares que ocurren, actualmente, en los diversos ámbitos en Latinoamérica y en el mundo.
La otra línea de investigación es el enfoque particular de la política pública y la participación, en el sentido de la comprensión de las acciones de política que genera el estado y como son vistas desde otros hacedores de política, desde la voluntad de los docentes, desde la axiología y cosmovisión de las localidades donde debe recrearse. No es lo mismo generar o recrear la política educativa nacional en Atacames, que en Macas. Hay una visión particular de la localidad para hacer esta recreación. En el proceso de interpretación y recreación de la política educativa en los territorios se dan particularidades que deben necesariamente tomarse en cuenta y estudiarse.
Tales como las visiones de poder y contrapoder que se dan en estas comunidades, que en algunos casos son explícitas y en otros no tanto. Las comunidades recrean la política desde ciertos intereses o desde su agencia, que puede ser de resistencia o, por el contrario, desde la completa sumisión y cumplimiento de la normativa. Pero también se busca trascender la visión acrítica de los discursos de centralización y descentralización, lograr la comprensión de modelos de gestión en estas últimas décadas y el carácter del Estado, un Estado fuerte y regulador o el Estado neoliberal que da lugar a que el mercado sea el determinante de los procesos.
La investigación de las aplicaciones de la política y sus posibilidades de reformulación es otro de los ámbitos que consideramos en esta maestría.
¿Cuáles son los requisitos para ser parte de esta maestría?
Hemos considerado que al ser la política educativa de importancia para toda la sociedad y por ello no podemos centrarnos en que para acceder a esta maestría se tenga que poseer un título específico. Para acceder es suficiente tener un título de tercer nivel, de pregrado, en cualquier rama. En nuestras promociones hemos contado con alumnos de diversas especializaciones: abogados, periodistas, profesores, sociólogos, filósofos… en fin una amplia gama de profesionales que están interesados en la educación y esto ha generado procesos de inter-aprendizaje durante el ciclo académico. En cada una de las asignaturas la vinculación experiencial ha generado un amplio aprendizaje de los alumnos y de los docentes.
La Senecyt y el CES solicitan como requisito un nivel de inglés B1, pero en la práctica desarrollamos el programa casi en su totalidad en el idioma materno.
A estos requisitos se suman la solicitud de admisión, la copia de la cédula de identidad o el pasaporte, un ensayo de tres páginas sobre cómo el aspirante plantea esta maestría y de ser necesario, se coordina una entrevista con el director de la maestría. Esos son los requisitos básicos para postular. Quienes deseen obtener más información pueden ingresar en