La decisión de crear una nueva reserva marina de 30.000 kilómetros cuadrados en las islas Galápagos, más otros 30,000 km2 de zona de no-palangre, anunciada por el presidente Guillermo Lasso en el marco de la COP26, es sin dudas celebrada y aplaudida por organizaciones ambientales del Ecuador y del mundo.
Todo esto es interesante porque muchas veces hay iniciativas que nacen desde una sola dirección, pero en este caso, tanto desde la comunidad civil, como desde el gobierno, e incluyendo al sector científico, se viene promoviendo la necesidad de fortalecer la protección ambiental en las aguas alrededor de Galápagos, sobre todo en estas zonas de migraciones marinas de especies amenazadas.
El objetivo de esta reserva es proteger a las especies migratorias amenazadas que migran entre Galápagos e Isla del Coco (que pertenece a Costa Rica), la idea es que más o menos este corredor vaya desde Galápagos hasta las fronteras.
Algunos puntos a resaltar:
Ecuador canjea deuda para conservar áreas naturales
La iniciativa es muy novedosa, sin embargo es importante que cuando se producen estas áreas protegidas venga con los mecanismos para financiar su implementación, monitoreo y control. Así que desde el punto de vista de un biólogo marino (no un economista) es muy interesante poder mantenerlo a largo plazo y al mismo tiempo poder aliviar la deuda externa. Es una situación en la que ganamos todo.
El tema de la Reserva Marina es netamente ecuatoriano
Hubo dos declaraciones, una por parte la del presidente Guillermo Lasso hacia la creación de esta reserva marina que se da netamente dentro de aguas ecuatorianas. Es una situación de soberanía ecuatoriana únicamente y el mecanismo para financiarlo será a través del canje de deuda. Es ecuatoriano y acá no entran los demás.
Lo que sí es fundamental destacar es la disposición de los gobiernos de Costa Rica, Colombia y Panamá al realizar una declaración conjunta afirmando la importancia de crear corredores marinos protegidos para estas especies migratorias que comparten.
Esto no es nuevo, ya que en el 2004 en el acuerdo de San José estos cuatro países empiezan a concebir que estos recursos marinos son compartidos y tenemos que generar mecanismo para conservarlos de forma conjunta.
Entonces, la declaración de generar una nueva área protegida entra en este marco, la idea es que Costa Rica la tome como referencia y así establecer un mecanismo de protección de toda la ruta.
¿Qué es un corredor marino?
En los últimos años se han dado esfuerzos muy grandes para producir reservas marinas y se busca hacerlas en zonas donde existe una alta abundancia o diversidad de animales. Galápagos, por ejemplo, es uno de los últimos sitios en el mundo donde se albergan grandes cardúmenes de tiburones martillos, tortugas marinas y otras especies. Por ello, es clave proteger estos sitios hábitat, pero ¿Qué pasa si la protección llega hasta la frontera? En este caso, los animales que son migratorios como la tortuga marina que vive en Galápagos y tiene una zona de alimentación muy importante en Isla del Coco a 700 kilómetros del Ecuador y en otro país o los tiburones martillo que tienen estas agregaciones, que se mueven entre ambos países, serán vulnerables al salir del corredor.
La idea es identificar esas rutas y brindarles protección, muchos de estos animales migran a lo largo de una cadena de montes submarinos que brinda cierta estructura y protección. Entonces, si se resguarda la vía se cuida la vida de muchas especies amenazadas.
En concepto de la migravía nace en el 2015, no obstante la idea de brindar protección a Galápagos es más amplia, y nace en el 2017 con la detención de un barco extranjero con 7 000 tiburones a bordo. Situación que generó no solo preocupación científica sino también de la comunidad. Es allí, donde se comienza pedir la extensión de Galápagos al mismo tiempo que el expresidente Moreno, anuncia en COP de 2019 en Madrid, la necesidad de explorar mecanismos para fortalecer la protección para crear resiliencia ante el cambio climático.
La reserva formará parte de las áreas protegidas más grandes del mundo y se dice esto porque en la región tenemos los 138 mil kilómetros cuadrados de Galápagos. Panamá habló de una extensión de la cordillera de Coiba y ya se declaró la extensión de Malpelo hasta la frontera con Panamá. Si se toman todas las áreas marinas protegidas más las extensiones o adiciones se están discutiendo medio millón de metros cuadrados con la idea de generar conexiones.
¿Cómo funciona?
El anuncio es una nueva reserva marina más no es una ampliación de Galápagos. Tiene que ser creada mediante un decreto y luego se debe contra con una infraestructura, que al ser una reserva marina de aguas abiertas, lejana de las costas, necesariamente, debe involucrar a las autoridades de control de aguas abiertas y algún ente rector.
El siguiente paso es armar un plan de manejo con una serie de indicadores que sirvan de guía para saber lo que se quiere lograr, cómo se va a medir a lo largo del tiempo. El plan dará tiempo de reaccionar dado el caso que los números no sean los esperados.
Por otro lado, también están las amenazas y los objetivos de conservación. Entre las amenazas hablamos de ¿cuántos botes entran de forma ilegal?, ¿qué es lo que se está sacando de allí?, como podemos medir el efecto desborde – el aumento de las capturas en sus fronteras? luego está la parte más biológica junto a los objetivos de conservación, como por ejemplo, monitorear a la tortuga verde ¿Cuántas hembras están anidando en las playas marcadas? o ¿cuál es el tamaño de los cardúmenes de tiburones en Galápagos y los Cocos?
Si se habla de zona protegida es importante la monitorización para determinar si funciona el plan aplicado para la reserva, porque si se crea un corredor y no se sigue un plan se estaría trabajando con los ojos cerrados. Esto no solo pasa en Ecuador sino en todos lados.
Digamos que es viable que lo patrullen y… ¿para qué está allí?.. Para cuidar a los tiburones y ¿cómo están los tiburones?
Por esta razón, es necesario seguir a las especies para saber el desempeño. A la final es una inversión del gobierno de unos $5 millones o $6 millones anuales.
La reserva marina propuesta en la cumbre puede servir de modelo para la región. Por ello, se hace necesario que los demás países se sumen a las reservas, seguramente este es uno de los desafíos junto a muchos otros.
Hay que cerciorarse de que el posicionamiento de la reserva que acaban de declarar otorgue mayores beneficios a la conservación y también es necesario que Costa Rica haga su parte, es muy importante tener implementado un plan de manejo.
La USFQ en Galápagos
La USFQ tiene presencia en Galápagos desde hace muchos años y desde entonces se han hecho vínculos a muchos niveles de la comunidad. Se ha trabajado de cerca con los niños con el cuento de Marti, el tiburón martillo que recrea la historia de un tiburón que nace en San Cristóbal y que migra a lo largo de esta migravía. Con esto, se pretende resaltar la importancia de los tiburones y los corredores marinos.
Asimismo, durante el desarrollo del trabajo de análisis de nuevos escenarios de protección, se ha trabajado de cerca con estudiantes y se ha escuchado las preocupaciones de la localidad por la pesca ilegal, palangreros nacionales en la zona de pesca de los pescadores artesanales.
En los escenarios que se elaboraron responden realmente a una serie de inquietudes de la comunidad, otra de ellas contemplaban una franja extra alrededor de la reserva marina, para que demoren en entrar los barcos ilegales, pero habría que ver si esto se hace.
Los dispositivos agregadores de peces o plantados, que tienen una red larga que atrae a los peces son utilizados por los pescadores industriales, para llevarse los peces de la zona.
La seguridad también es un tema en discusión, ya que los pescadores que salen de noche no la tienen garantizada, pueden chocar con los plantados que entran dentro de la reserva. El proyecto no es solamente biológico, es necesario escuchar a la comunidad e intentar mitigar el cambio climático.
No siempre se consigue lo que se quiere, se han propuesto diferentes ideas, es una solución de consenso, por lo tanto habrá insatisfacciones, no obstante más allá de eso, es un buen primer paso en el que se debe trabajar juntos. El mar no es de un solo sector, es de todos y por ello, se debe pensar en cómo ordenar nuestras actividades en él para vivir en consonancia con lo que es la sostenibilidad y la conservación marina.