La ciudad de Quevedo en la provincia de Los Ríos ha sido el escenario de observación en las últimas semanas de una posible estafa masiva en Ecuador. Esta se ha logrado mediante una supuesta empresa conocida como Big Money que ha recibido dinero de personas a partir de USD 300, y ha ofrecido un retorno sobre la inversión (ROI) de 90%, lo cual es, a la vista de todo análisis financiero un rendimiento extremadamente alto y sin mayor precedente. Al realizar un pequeño ejercicio matemático de comparación se notará lo estratosférico de lo planteado en Quevedo. Por ejemplo, al analizar el caso del típico usurero o chulquero del barrio que le da dinero y cobra el 10% mensual, ¿cuál sería la utilidad (ganancia, sin incluir el capital) de entregar USD 300 en un año? Serían USD 941.53.
En el caso de Big Money esa misma cantidad de USD 300 al 90% en ocho días serían USD 1,049,622,900,733,180 (seguro que, para leer la cantidad en voz alta, alguno de los lectores se detiene a contar los dígitos para ver donde son millones, billones y trillones), para hacerlo fácil, basta con decir que ese número astronómico es unas 10,000 veces el Producto Interno Bruto a valores corrientes presentado por el Banco Central de Ecuador para toda la producción de 2020. Se imaginan lo que ofrecen por una inversión de USD 300, habría que multiplicar por X personas que hayan creído esta oferta para dimensionar, al menos en números, la cantidad de semanas y el tamaño de la operación.
El esquema de la operación de Quevedo tiene muchas similitudes con la realizada por el italiano Carlo Ponzi en Estados Unidos en 1920. Claro que no era tan agresivo o arriesgado como el de Quevedo. En aquel esquema de Ponzi, hasta con lema incluido, se decía “duplica tu dinero en tres meses, 50% en 45 días”. Al igual que Ponzi ofrecía regalos a la gente, participaba en acciones de ayuda social, etcétera. Se rodeaba de la población local para protegerse, y se discutía si era un héroe o un villano. Otro caso muy parecido al de Quevedo fue del Notario José Cabrera Román en 2005, en el que existieron unos 35,000 perjudicados. En este caso, al parecer por la época, en que no había las redes sociales, el esquema duró 16 años y tampoco ofrecía 90% en casi una semana, sino, algo menos, ofrecía el 10% mensual y se involucraron todo tipo de ciudadanos principalmente de la provincia de El Oro.
Y así como los anteriores, se han encontrado más casos en Ecuador que involucran las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) con sus redes sociales, como por ejemplo: (a) los casos de Publi-fast entre 2013 y 2014 en que por medio de Facebook y el marketing multinivel se debía afiliar aportando cuotas de hasta USD 500, según se decía, solo por dar clic en las publicidades que se presentaban; (b) IBusines Future en 2014 en Machala con afiliaciones a planes que iban entre USD 250 y USD 410; y (c) Bit Trader en 2017 en la comunidad Ponce Quilotoa en donde se les solicitaba dinero según tres planes de inversión en criptomonedas de USD 100, USD 500 y USD1,000 para recibir luego de diez meses USD 300, USD1,800 y USD3,600 respectivamente, significan que se obtenían tasas efectivas de ganancia anual entre el 273.72% y 365.12%.
Una operación bien difundida en Ecuador desde 2015 como una especia de “mini Ponzi” son las llamadas Flor, Rosa o Telar de la abundancia, sueños o prosperidad en la que se les pide que ingresen con X cantidad de dinero y se les promete multiplicar por ocho su inversión (700% de ganancia), requisito indispensable “no le cuentes a tu esposo, o si sabe, que él no dé la cara, y todo tu como su esposa”, y dada que la creatividad e innovación son importantes se les otorga títulos o niveles según los elementos de la naturaleza (tierra, aire, agua, fuego). El esquema funcionará mientras hayan personas nuevas que crean en el sistema, en el momento en que alguien empieza a dudar y a hacer preguntas, se acaba todo y los últimos y/o los de en medio, no alcanzarán nunca a recuperar sus ahorros. De hecho, a inicios de 2021 existieron tres sentenciadas por la flor de la abundancia en La Troncal, Cañar.
Para identificar los sistemas o esquemas piramidales o similares se debe poner mucha atención a aquellas inversiones que ofrecen más de 100% de rentabilidad anual, baja la premisa que “No todo lo que brilla es oro” (William Shakespeare), resultan muy sospechosos, distintos negocios en los que se ofrecen altos rendimientos y en el que no hay explicación abierta sobre las actividades en las que se van a utilizar los fondos y compensan la falta de dicha información a cambio de elevados retornos. Otro aspecto característico de estos sistemas o esquemas viene atado a que la vigencia del negocio depende del ingreso de nuevas personas “inocentes” que se unan con sus aportes para mantener activa la exponencial pirámide, red o flores y siga generando “beneficios”.
Por último, nunca hay que descuidarse del tema legal, se hace necesario tomar la precaución de revisar que la organización oferente se halle inscrita en alguna de las superintendencias (Bancos, Compañías o Economía Popular y Solidaria) o al menos consultar su registro en el Servicio de Rentas Internas. Lo más importante debe ser siempre enfocarse en negocios en los que hayan producción y no especulación; quien especula; es decir, quien está dispuesto a apostar su dinero en algo que no conoce, también debe estar claro que, así como le ofrecen que va a ganar mucho, también puede perderlo todo.
Las personas más expuestas o blancos de esquemas fraudulentos mencionados son principalmente, personas con poca educación financiera que se dejan fascinar con la “oportunidad” de hacer realidad sus sueños, quienes con mucha ESPERANZA o CODICIA no le hacen caso a su sentido común de pensar mejor, o pedir consejo, a quienes tengan un perfil económico o financiero antes de caer en estas redes que han llegado a ocasionar muertes o inclusive una guerra civil en Albania 1997, lo cual no es muy lejano en Ecuador, al revisar las noticias y ver que en días anteriores comenzaron las muertes y heridos en Quevedo por los reclamos para recuperar su dinero por sus “inversiones” en Big Money.
En Ecuador, se ha hecho cotidiano ver, no solo los sistemas piramidales, sino los diferentes esquemas de chulco como los que denominan “paga diario” en que calculan entre el 10% y 20% mensual, se suma al capital y se divide para los días del mes y el chulquero cobra diariamente, es un sistema muy utilizado en mercados y comercios minoristas, lo cual hace que los costos de los productos y servicios se incrementen, luego los comerciantes los trasladan a los consumidores finales con precios más altos, generando toda una cadena en que se perjudican todos, menos los usureros. La práctica es habitual, y a pesar de que se conoce el impacto de los altos intereses, las personas no denuncian a los usureros (también se alimentan de este capital cuyo origen no necesariamente es “conocido”) para que las entidades relacionadas con el seguimiento de lavado de activos como la Unidad de Análisis Financiero y Económico tome acciones. Las unidades de investigación y control solo analizarían las operaciones bancarizadas y reportadas mediante una factura, siguiendo la ruta del dinero hasta encontrar patrones anormales y profundizar en las indagaciones hasta armar un caso presentable a la fiscalía.
Existen varios problemas descritos como la falta de educación financiera, poca difusión de los canales de verificación de entidades, y las características de esquemas fraudulentos de captación y colocación de fondos, que deberían trabajarse con más empeño por parte de las entidades de supervisión y control como: la Superintendencia de Bancos, la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros y, la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, que por ejemplo, podrían establecer una integración entre las tres y el Servicio de Rentas Internas, de tal forma que se puedan validar las empresas de cualquier negocio, y sus datos generales para dar más facilidad a los usuarios no expertos.
También podrían crear programas de educación financiera que incluyan los tips principales para identificar sistemas de fraudes liderados por las universidades y auspiciados por los diferentes organismos de supervisión y de libre acceso y alcance de cualquier ciudadano. Vale señalar que la información es clave e importante, gracias a ello y a las redes sociales, esquemas como el de Quevedo se han conocido, sin que haya estado activo por muchos meses, como lo fue el caso del notario Cabrera en Machala, en que pasaron muchos años de una red inmensa y de grandes pérdidas para los ecuatorianos. Pero, aun así, con todos los casos difundidos, la esperanza o la codicia intervienen como ángel o demonio en los ímpetus de las personas y provocan que vuelvan a caer sin aprender la lección. Es imperativo que se mantengan al día los programas de educación financiera y haga una mayor difusión para reducir la cantidad de incautos que sean víctimas.