Un complejo operativo fue ejecutado para liberar a la Puma rescatada en Santo Domingo y liberada en el Parque Nacional Cotacachi-Cayapas.
La Puma fue rescatada por el Ministerio del Ambiente y Agua de Ecuador y la Unidad de Protección del Medio Ambiente UPMA de la Policía Nacional del Ecuador, con la asistencia de la Dra. Mercedes Verduga. Había sido capturada por una comunidad campesina cerca de Santo Domingo, con quienes entró en conflicto al comerse sus gallinas, por lo que la atraparon y encerraron.
La Puma fue rescatada y trasladada de urgencia al Zoologico la Isla del Tapir, donde fue atendida por los Drs. Eduardo Díaz y Carolina Sáenz, médicos veterinarios del Hospital de Fauna Silvestre TUERI USFQ de la Universidad San Francisco de Quito USFQ.
El nombre Luli que le fue dado a la Puma, significa Flor en Tsáfiki, la lengua del pueblo Tsáchila.
Rebecca Zug, directora del Laboratorio de Grandes Mamíferos de la USFQ, Armando Castellanos, director de la Fundación Oso Andino, y Diego F. Cisneros-Heredia, director general del Hospital de Fauna Silvestre TUERI evaluaron los mejores sitios para la liberación.
Las Fuerzas Armadas del Ecuador nos facilitaron un helicóptero que permitió trasladar a la Puma Luli al Parque Nacional Cotacachi Cayapas, donde fue liberada portando un collar satelital que permitirá su monitoreo, gracias a la Fundación Oso Andino y al Instituto Nacional de Biodiversidad INABIO.
La liberación de Luli es un ejemplo de lo que podemos lograr en Ecuador cuando existe una colaboración interinstitucional coordinada por la conservación de nuestra biodiversidad.
Agradecemos a los funcionarios del Ministerio del Ambiente (oficinas Santo Domingo, Quito y Planta Central), a la Policía Nacional, a la Dra. Mercedes Verduga de la Clinica Veterinaria 101 Dalmatas, al Zoológico La Isla del Tapir, al Centro de Rescate de Fauna Silvestre James Brown, a Jason Crespo de la Fundación Susan Sheppard, al Sr. Orlando Vega del Ecozoológico San Martin, a las Fuerzas Armadas del Ecuador, al Dr. Armando Castellanos y Angel Yánez de la Fundación Oso Andino, a Jorge Brito y Diego Inclán del INABIO, por su colaboración en todo este proceso.