Icono del sitio Dialoguemos

Las mascotas, terapia efectiva durante el confinamiento

Tiempo de lectura: 4 minutos

En varios países se optó por el confinamiento como medida para detener la expansión del virus del SARsCOv-2 y si bien el encierro no fue nada fácil, el pasarlo con una mascota sin duda, lo hizo más llevadero.

Definitivamente, los principales beneficios que brinda la compañía de perros o gatos en las personas, en especial en el confinamiento, son sensaciones de bienestar, de tranquilidad y hasta de distracción. Por ello, el compartir el día a día con un perro o un gato se ha convertido en un gran regalo terapéutico para hacer frente al confinamiento.

De acuerdo a las investigaciones que la Universidad Casa Grande ha realizado desde 2016, los perros y los gatos calman la ansiedad, los nervios y además permiten distraer la mente de quienes los custodian.

Los perros alivian la sensación de incertidumbre, son capaces de detectar emociones y reaccionan positivamente ante los estímulos del ser humano con el que conviven, a diferencia de la mayoría de gatos que deciden cuándo es un buen momento para interactuar con sus amos.

Cuando el perro está al tanto de las emociones del dueño las emula y da una señal de alerta, para que el humano sienta que algo está ocurriendo o no funciona bien, sin despegarse de su lado.

Por ello, se los emplea en la canoterapia que es una técnica aplicada en la adaptación e inclusión de personas con discapacidad física, mental y en aquellas con problemas emocionales. Esta terapia se realiza con la ayuda de perros adiestrados, los cuales se encargan de promover la participación de los pacientes en actividades sensoriales y perceptivas con un propósito y significado.

Se enfoca, especialmente, en tratar a niños con problemas de lenguaje e integración social, niños con síndrome de Asperger o autismo, donde los perros se convierten en un canal para aterrizar esas emociones y acompañar al niño.

Pese a que los gatos tienen una personalidad distinta a la de los perros, porque son más independientes, a través de su ronroneo están tratando de comunicarse con el humano. Cuando ronronean es por una sensación de felicidad, es el sonido típico que hacen cuando son bebés y son acurrucados por sus mamás. Es decir el ronroneo del gato es la forma de decirle a su dueño que lo quiere y siente agrado de su compañía y a su vez, genera en las personas esa sensación de satisfacción.

De acuerdo a varios estudios realizados tanto a nivel nacional como internacional los perros y los gatos tienen la capacidad de reducir el cortisol o el estrés, todavía no hay un estudio que indique la reacción química que llega a provocar el animal en los seres humanos; sin embargo, lo que sí se ha estudiado es la percepción de estos beneficios.

En definitiva las mascotas mejoran la calidad de vida tanto emocional como físicamente

Desde 2016 como Universidad Casa Grande hemos realizado investigaciones y proyectos, que profundizamos desde el 2019, para abordar la percepción de beneficios que otorgan las mascotas a las familias. En los hogares de Guayaquil, ciudad en la que se hizo la investigación, entre los resultados destaca que la idea de acompañamiento de los perros genera beneficios sociales y los conecta más con otras personas, les brinda una imagen de ser más asequible socialmente, además de proporcionar una motivación para realizar ejercicio físico a través de las caminatas que necesitan, en especial a los perros. A ello se suma la liberación de endorfinas durante el juego con perros y gatos.

Estas actividades investigativas se realizan como Proyectos de Aplicación Profesional que ejecutan los alumnos en proceso de titulación, con el acompañamiento de docentes guías. El proyecto ‘Güeyitas’ se enfoca en educar a la ciudadanía a convivir responsablemente con animales de compañía a través de la gamificación (aprender jugando sin saber que se está aprendiendo), y año a año actualiza su investigación además de optimar basándose en las evaluaciones de años anteriores. Es un proyecto educativo dirigido a niños de entre 5 y 12 años y sus padres.

De igual manera, a través de los Proyectos de Investigación desde el año pasado se indagó en la percepción de las familias sobre custodiar y convivir con perros y gatos, ampliando la muestra a 1054 personas con la aplicación de un cuestionario para conocer cómo consideran las personas que se benefician ellos de esta convivencia interespecie en Guayaquil.

Internacionalmente, un nuevo estudio publicado en la revista PLOS ONE señala que las mascotas han ayudado a muchas personas a lidiar con el estrés mental de estar encerrados durante la pandemia. El trabajo incluyó a 6 000 personas en Reino Unido que estuvieron confinadas entre el 23 de marzo y el 1 de junio. Alrededor del 90% tenía al menos una mascota. De estas personas, más del 90% dijo que su mascota los ayudó a sobrellevar emocionalmente el encierro, y el 96% señaló que su mascota los ayudó a mantenerse en forma y activos.

Los beneficios de tener un animal en casa son varios y diversos. De acuerdo a esta nueva normalidad que estamos viviendo en una persona que ha tenido la custodia de un perro o de un gato, tal vez ha tenido menos tiempo para realizar sus actividades, pero tiene como recompensa la sensación que le brinda la mascota, los juegos, su compañía. El perro, en especial, refleja mucho las emociones al ser humano, a su custodio y esa emotividad contagia.

Es indiscutible que tener un perro o un gato en el hogar es un beneficio no solamente a nivel social, porque la gente está más tranquila y tiene un método de distracción de todo lo que está pasando, sino también a nivel emocional porque los perros son capaces de aliviar los síntomas de la depresión y la ansiedad.

La relación de calidad entre personas y animales es clave. No es lo mismo ver al perro o al gato como una simple responsabilidad, porque hay que cuidarlo, alimentarlo y sacarlo a pasear, que tener una relación de convivencia real y aprovechar los beneficios que ésta otorga.

El compartir la convivencia con un animal de compañía mejora la comunicación en el hogar e integra a los miembros de la familia al tener que involucrarse en la custodia de la mascota, algo especialmente valioso en época de crisis.

 

 

Salir de la versión móvil